martes, 14 de febrero de 2012

el potro griego

Como también estoy enamorada, y también de Grecia, hoy, día de los abandonados, o lo que es lo mismo, de los enamorados, subo este poema que escribí hace un par de semanas. Grecia en nuestra mente y corazón, a lo que allí nació le debemos casi todo en este mundo, para bien y para mal, pero yo me quedo con lo que no hemos logrado pervertir, con lo que no ha logrado nombrar esta costra dura de la nomenclatura. 


el potro griego

los solomillos se fortalecen a base de grupa.


Viento a solas barajando
cada poro de tus pómulos
como dos pechos de kore
o muchacha griega
descubriendo el aturdido riachuelo
que lentamente golpeaba cada roca brillante
escondida entre los verdes y el musgo mojado,
oteando a nivel del agua y el aire
la isla sumergida y acuosa
que moldearon los gigantes
de tus dedos y tus labios
y tu ojeriza vendimiada a raíz
de largos cortos, desde la orilla
hasta el cabezo: Verte y verte venir
abrazado siempre a mí misma.


Habitación cálida
de recurso, extra vía
que te amplía el cauce
de este lecho de río
que hoy desemboca.
Llanto perpetuo por amor del hombre.
Llanto minusválido de soldado hueco,
llanto compungido de militares entrevistas
sobre el vello que les cubre los labios
y un devenir y un sortear
y un kilómetro justo vertical
de esta sin pies pausa.
Veneraremos a los dioses cuando
éstos hayan partido,
y yo, virginal entelequia de la costumbre,
acomodaré los pliegues de mi falda
al sondeo preciso de tu mano y tu deseo.


Y verteremos lágrimas de cable azul
y verde como el del mar caribe.
El golfo del león quedará al frío de la navaja,
y otras dos bocanas de mar se fundirán
en la buena costumbre de la tierra de crear océanos.
No habrá bandido ni bando
ni tronante bestia BI-famante.


Vuelve el dios y la yerba vuelve
al amén sobre las sonoras flores,
vuelve el generador del símbolo preciso
y benefactor en la cuenta múltiple,
sin seguidos el mar se hace y el río vuela
ya cansado y completo,
sin sentido
de sí mismo.


ajustaste el porvenir,
relojero inquietante,
cuando los candados ya se cerraban
y el mar se abría.

Sofía Serra (Suroeste)

lunes, 13 de febrero de 2012

Puto

(correcciones "la dosis y la desmedida")


Puto


Para comenzar,
puedo suscribir
aquello:
cuántos habremos bebido
de los mismos cuencos,
cuentos,
y ahora una parte
tendrá que obtener remedio
bajo el apósito de los años
cuando tú y yo hace muchos
que penamos por
la condenatoria plaga
que se cernió sobre el huerto,
sin calendario,
sin campaña,
sin registro,
con la hoja en blanco
del lunes perpetuo
de la semana de nuestras vidas.


qué más quisiera yo
que haber podido no tener
que indignarme nunca.


Sofía Serra (La dosis y la desmedida)

domingo, 12 de febrero de 2012

Geografía de lo intocable

Geografía de lo intocable

soy partidaria
de que no haya diferencias
entre tu espiga y mi tallo
así como el sol longitudinal
se mece en tus góndolas
como no sé qué decir a estas alturas
que se agigantan como cascadas
de nieve sobre el cielo azul
de un día y un paisaje de invierno
que no conozco,
que no conozco
tus dedos de barro,
supuestamente tu perfil
precisa e instantáneamente
recorrió el lado soleado del mundo,
donde todo está ya dado,
donde todo está ya dado,
menos tu rostro fungible
soldado al amante que de día
recorre con escalofríos mi cintura
y su nuca.
Tu rostro y un alivio sin medida
ni dolorosos partos, presente y pasado
estrellándose entre sí
estrechando el hueco de la tristeza
y el soplo de poniente
en esa orilla de arena lamida
que al fin y al cabo
marítimo es tu cuerpo
de hombre a mi costa
de geografía
en esta noche marina
u oriental.

Sofía Serra (Suroeste)

jueves, 9 de febrero de 2012

el otro río

el otro río



En esta intravenosa suspicacia
de tus caricias y mi risa, en esta
aquilatada salinidad que bifurca
mis ingles hasta romper aguas sobre
la dulzura de tu estuario abierto
en la medida que nadas
tan grande
como los dedos de las olas
como blondas transparentes
de un vergel aproximado,
pampa
océano
campo
de mañana cálida
como una prímula
sentada al borde
de tu boca abierta y salada,
mi mar mío y sede tuya y yo
blanda, desleída,


i-letrada,


sólo agua bañándote
en cada tú.

Sofía Serra (Suroeste)

Garzón (y yo me exilio)

Enlace a uno de tantos titulares,

http://politica.elpais.com/politica/2012/01/23/actualidad/1327315561_578421.html

Me exilio, a este puto país y sus asquerosos amos, y a sus rastreros esclavos, le pueden ir dando por donde más les duela. Me exilio por no apoyar un golpe de estado, que es de lo que me entran ganas.

Que quede aquí para vergüenza de este blog y de mí misma. Ojalá tuviera el valor de coger el camino e irme.
¡Que se queden con el cortijo, sus alambradas, su hipocresía y toda su basura!




Añado comentario de la que suscribe  en la conversación que sigue a este post en facebook:

Pero es que no es la "justicia", hablamos siempre de eso, pero el problema no es ése, el problema es la capacidad de compra y de venta del pensamiento de este país y de cada ciudadano, de la nula capacidad y sus siempre intentos y logros por más anular lo poco que nos queda en estas neuronas, de desconocimiento profundo por más escuelas que haya, de más papistas que el papa..si es que el veredicto en ley ¡no está mal!, es que una ley tiene muchas lecturas, porque así debe ser, pero este español, el español no sabe eso porque no le sale de ahí, y lo peor es la abertura de nosotros, los mismos progresistas por donde nos cuela todo lo que nos quieran meter y más. Los conchabeos no son de "la justicia", sino de una pandilla enorme de sinvergüenzas que han conseguido usurpar el nombre de "políticos" a los pocos que hayan podido serlo alguna vez. han sabido manejar el cotarro durante estos dos/tres últimos años hasta llegar a esto, COMO SIEMPRE..y no nos queda más que renegar de nuestro propios ideales y rezar por una guillotina o exiliarnos, ¿y qué eligiríamos?..ya el 15 M lo dijo: pacifismo. Dijo lo que ellos querían, porque a nadie se le mete en la cabeza que no hay revolución que no implique derramamiento de sangre. Y eso hoy, no está de moda... así de simples y baratos somos los españoles.
 
Creative Commons License
El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.