domingo, 17 de julio de 2011

Poeta que descansa I, II y III

Poeta que descansa I

Decían… y no llegaban.
Los trotamundos con sus ágiles caballos
gobernaban la tierra a golpes de tambor
sobre la faz,
sobre la faz,
sobre la faz
rauda que se sucedía silencísima.
Y el clamor de la yerba
pasaba desapercibido
para todos.

Siempre nos meteremos
donde nada nos llama,
acudiremos al hueco,
al silencio, donde no falta
hacer lo necesario.

Inasimilable tanta estulticia.

*

Porque he perdido
me siento joven,
sin ya el tú, ya el yo,
todo soy.


*

Ando sola en este mundo,
como así todos
los que como ellos
soy porque así
somos porque así
es.

Poeta que descansa II

Tu poder

Y
si tú te vas
y yo me quedo
que no puedo ir,
¿qué quedará
aparte de mí
y mi no poder
y tu no estar
y ambas soledades?

A mí me queda umbría.
Hablaremos de los verdes valles
cuando el sol alumbre
velado tu rostro.


Deseo

Trabajo y trabajo,
¿qué es trabajo sino
un oscuro objeto
de deseo de ti,
opalina noche?


Ambiguo silencio

Cercando limonares
devienen allegados
tu pulso pusilánime
y mi violento velo
evade la réplica,
el menosprecio.

Poeta que descansa III

Cuentos de verano

¿Veis? No queda nada
salvo el amor y el mar.
Llegados los días calurosos,
el laberinto abre compás
a las puertas del descanso
y la falaz inquietud
se desliza melosa bajo
los festones blancos
de las olas sobre la orilla.
Regurgitan marea antigua,
marea sana.

*

Soy más feliz estando sola,
pero algo me dice:
eres parte suya,
como él
de tu
yo.

*

Combate aprisa, después
vendrán las sinuosidades,
los goces y los meandros
sobre los que descansaremos.


De vuelta (del Todo)

A mí no me estorbarás
nunca que desees
y toda la estupidez del mundo
será grano de arena
en la yema de mi índice
señala un horizonte
con fiabilidad,
sin la calle que atestigua la pasarela
en la que se ciñen el cinturón de moda:
menos-cabe entre tu cadera y la mía
con la puta, o modal, crisis.

Sofía Serra, Julio 2011

sábado, 16 de julio de 2011

El estanque

(Correcciones "Nueva Biología")


El estanque

en este estanque de existencia
unos flotan y otros se sumergen

La rana

¿Cantar?
¿Croar?
mi lengua caza moscas
casquivana he creído
alimentar
cuando sólo vaciaba
el aire de seres vivos.

Salir de este sujeto
de cuerpo y hambre, llegar
al objeto de los deseos.

Pathos

De mi pathos a ese pato
pasea sola una muda senda.
Frío en las caderas,
calor en la cabeza,
suerte al sobrevivir
cojeando al paso
de la renqueante genética.
Con pathos o sin él,
más las patas buena y mala
que acicalan estas cimas con cenizas
de negra o blanca
pluma o noche.

Sofía Serra, 2010 (Nueva Biología)

viernes, 15 de julio de 2011

Peso vivo mío

Peso vivo mío


Así como tú no
taladras mis arterias embebidas
en los rizomas esqueléticos
del coral submarino, yo no
me basto ni para una sola noche,
esta sola noche tan cansada de mí,
tan plagada de este peso y muerto
pecho concentrado de planeta,
tanto pesa, tanto pesa
una múltiple arcadia que a todos nos haga felices.
La estratagema de la avispada estela
convirtió números en ejército
ponderado y sin manos.
Bregan otras minúsculas centurias
poseyendo una piel lejana y obstetra
de todas mis huellas con futuro,
que es tuya, la tuya,
esa con la que no sé vestirme.
El cansancio busca reliquias
con las que poder orar,
levantar tal vez, aquélla,
una palabra, un sinónimo
de cuerpo sin piel
que brega y piensa
y duele y vive
y no descansa.

Sofía Serra, 15 Julio 2011

miércoles, 13 de julio de 2011

Tras la necesidad

Tras la necesidad 

Hace tanto ruido la intemperie…
el sol en la nuca y en tu frente
tatuando mares en el mapa
braceado de tu cuerpo
con la máquina de sus rayos,
la curva de insectos moteando
el aire al aire del sólido embargo
de la tierra y la luz o la nada
entrando a raudales por los oídos
hasta ensordecerte…
Y esta paz tan venturosa:
el líquido gargoleando sonidos musicales,
el aire  acondicionando zumbidos suaves
libera mis fosas sinoideas,
el sol, fuera,
y aquí, la penumbra,
el campo en ciernes aumentando solo
duerme dentro de mis cuencas cristalinas:
ahora que los cuerpos llenan el mar,
yo vacío la cisterna con un dedo,
tenso los músculos de mis piernas
y me pongo de pie en el silencio
de la siesta de la casa de la urbe.

Sofía Serra, julio 2011

martes, 12 de julio de 2011

Como una cabra

(Correcciones "Nueva Biología". Les digo correcciones por distinguir de alguna forma, porque soy la negación del nombrar. Mi padre me decía siempre, "eres la negación del dominó", por lo "bien" que jugaba. En realidad no juego tan mal, lo que pasa es que él era un campeón, y claro, así...:)
Bien, con respecto al nombrar y las correcciones, en realidad este paso de las correcciones es un seguir escribiendo el poemario que en un momento dado he dado por cerrado al sentirlo así, los poemas más escritos, el poemario en sí abocetado, y entonces, sigo trabajando en él.)

Como una cabra

Ahora no serás reconocida por nadie:
Niebla densa, cuerpo con sentido
desmayado en los instintos muertos
como reposa mi mejilla
sobre el filo de la espada.
Tú y yo tan cerca.
Tú que te alejas: alas, ola, viento,
urbanismo en las callejas de mis células
que balancean la lluvia de otoño. ¿Me baldearé?
Demasiado limpia me cubro
ya de gasa blanca o negra.
Me he vestido de largo para la noche
y ya no duelen las candelas.
¿No prende el amor?
Plaza quieta,
templo en obras.
Torre, gris,
torre que acerada naces
destemplada.
No se bruñe la arena.
Ya desde el fuego atisbas la nula coyuntura:
Yo soy de monte.

Sofía Serra, 2010
 
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