miércoles, 27 de abril de 2011

Canto de amor mudo

Canto de amor mudo


Sólo alojo silencio.
Sin voz y digo.
Sin manos y tacto y palpo el mar sin más.
Y lo soy.
Sin ojos y miro.
Sin luz y veo sin noche y duermo viva.
Soy tú, que es Serlo todo.
Yo he encontrado al verbo y a la luz hechos hambre,
y hambre no tengo, ni saciada estoy.
¿Seré sal o blanco pecho?
Morir por no habitar el nombre.
Beber de hallar
donde ya eran las eras: las eras
que vivieron y ahora me empapan,
me abastecen en tu mesa de cuerpo divino
con la nada hablada,
con el todo hallado.


...Y tú, que llegaste sin percibir siquiera,
que te inundaste del aire
de la nube llena de lágrimas como esferas de poniente.
Y yo, que me asomé al pretil del asombro
ante el hombre y su mundo
ciega ante las fauces.
Y tú, que lloraste de tristeza al ver caer los párpados de la memoria
cuando arrastré, vestidos de azul, a los ángeles hasta la cabecera de tu lecho de noche,
y acaricié tu pelo, y escuché el latido perpetuo
del hambre de vida en la tierra,
ahora te retorno enmudeciendo la melodía
de los cantos claros para arrullarte en tu sueño.
Para que siempre seas.
El aroma, la paz de tú en ti, oro sobre la otra.
Que ya, libre de la palabra, del signo, del hacer, del decir, del intentar,
la noche se hace. Y duermes fin:
Final de dios entre varas de azucenas.
Verte dormido en la linde de la luz del Sur,
también dormido
como siempre
vela la inocencia.

Sofía Serra, 2010

Yamoré

Sólo un par de veces lo habré hecho, hacer una entrada con"tan sólo" una canción.
Esta es mi canción con-suelo y hoy quiero poder acostarme oyéndola y dejar mi blog, que como un querido amigo el año pasado me dijo, es una extensión de mí, palpitando con ella.
Recuerdo ahora también, al hilo de esta canción y su autor e intérprete, unas palabras que ya publiqué en este blog y que encontré en uno de los libros que estuve revisando en mi trabajo en la editorial. Al leerlas me dieron la clave de 47 años de vida, me grité por dentro, "¡ah, por dios!, ¡es que soy africana!, ¡qué alegría!". Ésa es la clave de cualquier día de mi vida.
Las dejo aquí. Son palabras del catedrático de Antropología José Luis Caramés Lage, en su libro (junto con otros autores) "Pensamiento, magia, literatura, lengua y cine en el África subsahariana de habla inglesa" AQUÍ
Que no se pervierta lo poco puro que queda en este mundo, siempre por desconocimiento, por superficialidad, por no memoria sobre la esencia. 
"En este mundo de la filosofía africana habría que sustituir la idea clásica que propone Descartes en el Discurso del Método (1637), “Pienso, luego existo”, por la siguiente: “Soy porque vosotros sois y ya que sois, yo soy” cambiando lo que sería la moralidad del ser en Descartes por la moralidad de la conducta en la ética africana (James K. Kigongo, 2000). Es, por tanto, la sociedad la que dicta la cultura, no la autonomía del ser o del yo. El ser es un ser social que apoya a otras personas y se apoya, a su vez, en ellas.
La existencia grupal significa responsabilidad de todos"...

martes, 26 de abril de 2011

ETA

Estoy Tan A gustito contra la ignorancia.

Anoche me reí mucho viendo en el programa de la sexta que lleva El gran Wyoming el sketch en el que hermana tópicos, el de los vascos con el terrorismo y el de los andaluces con la juerga y el sentimiento exacerbado, me reí y me alegre una barbaridad: por poder contemplar que aún quedan mentes inteligentes en este mundo.

De la adscripción a un tópico no estamos libres nadie, ni siquiera aquellos que se tapan los ojos con su uso. Expertos en ningunear al contrario, digo al hermano, lo enmuñonan, cortan miembros enfundándolo en ellos, y, ciegos como están, no pueden percibir el dolor que provocan. No son culpables de nada. Son, simplemente, inocentes. Es decir, que no conocen.

Escribí este poema hace pocos días cuando descubrí lo que gramaticalmente puede significar "eta" en Euskera.

ETA

Eta derrotada y todo
tapono hemorragias.
Eta violentada y todo
te levanto de la tumba.
Eta apuesto
tú eta yo
sin límites.
Eta
miro en tu otro
eta
ya no mato
con tus ojos.

Sofía Serra, Abril 2011

lunes, 25 de abril de 2011

Poema para no titular

Poema para no titular

Cuando sabemos, cuando sabemos,
la rosa se fotografía:
Derramarnos sin conocer dónde nos vertemos.
Si todos abaratamos el amor, ¿qué valor tiene la pérdida?

Creo que nada busco,
y ya, que nada soy.
Nada me gobierna salvo ella y algún contrapunto.
Un acertado contrapunto en la partitura de mis pechos.
Bate a consciencia ahora son dos las que baten son.
Baten
asas imantadas de caliente y negro hierro
de éxtasis fundido en el subsuelo de la caverna.

El problema es que siempre se confunde al amor con los raíles derretidos del tren de vía estrecha, es decir, la concurrencia, el sibaritismo, los modales o la propia gomaespuma. Terminamos, terminan, digo hoy, por proveer a los dadores con unos silogismos extraños a sus intereses.
Allá ellos con su divina suerte de saber amar.
Queden como circunscritos por el oprobio
del Amar-izaje
en la A-libertad o en la An-independencia,
cuando arracimados se duplican
en soberbios y exactamente armónicos triángulos
engarzándose pubis contra pubis
hasta que se cierra la puerta a la bestia.
Las batidas en razzias siempre
fueron enemigas de la buena muerte.
Que se equivoquen, humildemente digo que se equivoquen los que hablan.
Yo tan sólo canto:

Tren a dos vueltas de ancha vía
y nube grande de agua.
Tren que
me va y me viene
por la montanera
de esa silueta que
salta y salta
sobre las vías que
nunca caminan más que
cuando traban el breve
reborde de este empeine que
se dobla y se dobla
cuando el zapato calza
la nieve de rosas que
me desnuda en la helada que
me cubre y me enllaga en la tierra que
concede y consiente todo asomo de arena.
Ardo-rrosa arena.

Siempre permanecerá fresca la flor de la memoria
depositada sobre estos muslos abiertos
a plena y caliente alegría.
Cuando sabemos, cuando ya sabemos,
la rosa se fotografía.

Sofía Serra, 2010

sábado, 23 de abril de 2011

Del libro al aire

Del libro al aire

Pasados ya los vientos huracanados,
el depósito se nutre
del libro alojado en la arena quieta del conocimiento
de aquéllos a los que la luz sólo de la esfera radiante llega,
o de las estrellas.
Los más pobres se alimentan del breve oxígeno
que los más ricos resolvemos no extinguir.

Suerte, suerte tú que con sólo tu boca abierta
alimentas a la atmósfera con divinas emanaciones
de ser humano lejano y herido por las lanzas de los posesos.

Mi cantar se hará eléctrico para los sedentes,
descarga de ejecutoria sentencia de muerte, quizás,
mas para ti será ya
siempre mi canto vivo a plena luz,
sol del día:
que con la fragancia del mar penetre hasta tus pulmones,
que lo halles entre los escombros de los solares construidos por las bombas
y en la sangre de tu madre apedreada,
en la bala con la que maniataron a tu padre
o en el muñón que la mina entretejió con las venas de tu carne tierna.

Que no existen las ausencias, yo te digo,
que el suborden de todo lo que te maltrata
es presencia de amor, de casa,
de madre con ríos de agua fresca
chorreando por su rostro tras el baño en la poza cristalina,
y de padre con una azada en sus manos.
Y la tierra, la tierra siempre latiendo
bajo esos cascotes de muerte, la tierra,
con sus oreadoras lombrices y sus fértiles minerales,
siempre la tierra permanece.
Viva espera la lectura de tus ojos
ahora que la has sembrado
con el peso alado de tu pierna.

Sofía Serra, 2010. ( De Del bestiario de los inocentes)
 
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