jueves, 17 de junio de 2010

Dar a luz


Título de la fotografía: Flores de jacaranda en la sombra


De pronto, ¿pronto?, toda una vida.

Mi mar y mi sombra nacen aquí.
Ha mil años que la vieja permanece en el lugar.
Hoy quiere estrenar unas braguitas de colores,
vestir con la falda roja,
celebrar que las amapolas parieron amarillos sobre el verde.
Mayo yerba, verde agua,
azul de mar, cielo ribeteado con blancos de verano:
La mañana respira levantando el pecho del orbe.
Tus palpitaciones, tu boca alada y la nube de tus dedos
conflagran bomba de oxígeno para este golpe de cuerpo tranquilo
sentado sobre el terciopelo del azul y el níquel de la luz casi estival.

Y así, mientras duele suerte y duele beso,
duele amor y duele verso, cóncavos y convexos compañeros de estas jacarandas
con flores malvas,
yo me abro en dorados ojos.
Las hojas, cuando lleguen, poblarán verdades del verde verano:
¿desde cuándo las jacarandas se alimentan sólo de flores?
En este paseo por el amor y la suerte que es la vida,
¿me permitirás ahora sueño y verso,
ahora malva y justa flor,
ahora verde,
ahora música?
¿O habré de permanecer siempre soterrada,
siempre oculta a atisbo, siempre a sombra de las luces?
Jardinera que hallaste tu árbol lumbre, aún te quedas
sin saber si seguir respirando bajo el agua
o ya sentarte a cantar bajo la jacaranda,
ya sin flores, ya selva suerte,
ya abanico sobre la piel encendida de tanto amor,
tanto suelo, tanto trigo rubio, tanta honesta sangre:

Soy el mal por antonomasia,
soy la cínica pervertidora,
soy la bestia siempre viva,
ser ausente de este suelo raso sin medida de hombre.
Lo dejo todo en manos de Dios,
en manos de ...¿pero es que existe alguien más que yo?

Sofía Serra, Junio 2010

martes, 15 de junio de 2010

No fotografía de rosa



Título de la fotografía: No son rosas, ni falta que hace








A un artista de las dos dimiensiones

No son rosas, ni falta que hace./
Deberían inventar un nombre para este estado:/
el estómago ancho, no cebado, la percepción/
de otro que se asimila en tu sangre, en cada célula,/
en cada vestigio del paso del pensamiento, que es el que/
ya siente./
Conciencia./

...Que para la rosa basta que nazca la flor del aire que desde/
el vuelo de tus pestañas embarca al cielo/
en el dibujo preciso de tu mirada a la mía./
Ni un traspiés, ni un sinvivir, ni un convenir./
Y un tú y yo y la espera del sol que resbala por la fuga/
del suelo que se hace evidente./

Y me sobreseo,/
y sobrevuelo por tu rondó del aire/
rozando la curva de la hechura plana/
que delimita mi fiebre por el acceso de mis labios a tus dedos./
Así que el alba nació./
Blanco que ya está aquí./
Blanco que no sé de dónde viene ni hacia dónde mueve./

Sí y no, que ya me atraganto./
Sí y sí, que ya vuelan los pájaros./

Fluir con cierta especie de condena, llegar con cierto destense de las bridas./
Quebrar, penetrar, desvestir./
Desprender este espacio que sólo a mí me entorpece.
Lograr aplastarme hasta habitar tus dos dimensiones.

Sofía Serra, 12 junio 2010

domingo, 13 de junio de 2010

Publicación en blog de "El paraíso imperdible"

Acabo de terminar de componer y abrir el blog donde  publico otro de mis poemarios, en esta ocasión el titulado "El paraíso imperdible".

Animo a todo aquél que le apetezca a leerlo. Cuenta con una ventaja, creo, la de ser breve, pues en realidad actúa casi de llave para todo lo que llegó después por escribir, y un gran aliciente que a mí me llena de orgullo y satisfacción. Que para su prólogo o su introducción he podido contar con la generosidad de Óleo Bogart, una persona con la que la  fortuna de la vida ha tenido a bien regalarme con su encuentro en la red social facebook. Desde aquí, aunque en el blogpoemario haya quedado dicho, mi sincero y eterno agradecimiento. Muchas gracias, Óleo, por tu generosidad y por tu amistad, siempre además enriquecedora.

Se trata  de la primera vez en la que puedo contar con una palabra y visión externa a la mía a la hora de presentar un poemario, por lo que pienso que, además de no olvidarlo nunca, siempre permanecerá envuelto en la reconfortante almohada de las ilusiones hechas realidad.

Nada más. Aquí dejo su portada y su enlace.

Mi deseo es que sea leído (para eso lo escribo y publico aquí mientras papel llega o no llega), y por supuesto siempre abierta a cualquier tipo de crítica u opinión, para eso el apartado de  los comentarios en los respectivos  poemarios en sus blogs  aparece completamente abierto.

Un saludo a tod@s

El enlace
El paraíso imperdible

La portada

sábado, 12 de junio de 2010

DEMO(S)

DEMO(S)

No rompamos la vida, no quebremos el orden./
Demos su justo caos a la verdad,/
demos su lugar a la mentira,/
demos su justo caos al silencio,/
demos su lugar a la palabra./
dame tu carne a mi carne./
Ennoblezcamos este paso renqueante por la costra/
con un atisbo de humildad sobre nuestra presencia de ser vivo/
en inteligencia con el horizonte y la desmedida de lo humano./
Démosle su caos,/
demos su caos a la alegría de tu pezuña escondida en la mía./

Suframos la acontecida de la honesta sindicación/
sobre lo que somos,/
obreros puros, monos torpes, ángeles bellos,/
seres de nos,/
de la tierra y del tiempo,/
seres del habla y del mutismo,/
seres sin poder omnipotente/
más que el del anhelo por lo bueno/
más allá del orbe de la sonrisa,/
el cielo estrellado del llanto o la migaja de este siniestro/
y perpendicular régimen del quebranto/
sobre la bella muerte./
No hay más dios que tú y yo,/
no ha más porvenir que el que andamos,/
no hay más subvertir que el de saber vivir/
conforme a lo que somos./
No ha más alegría que la amalgama/
de tristeza y torpe barro/
y agua, escorrentía entre tu suerte y la mía, almas sueltas/
despojadas del aire, de la comida/
en aliento y tierra desde el cielo a la carne,/
desde mi pregunta a la tuya,/
boca a boca , axila a axila,/
nuca a beso. Pecho abierto./
La respuesta habita en lo que hagamos/
carne a carne, letra a letra, mano a mano,/
y nuestros pies, trastabillando./
Los pasos firmes y seguros, para los de antes./

Sofía Serra, 10 de junio de 2010

viernes, 11 de junio de 2010

A de Ave (Para Teresa, mi profesora de Historia)

Hacía treinta años que no había podido volver a verla, a Teresa, mi profesora de Historia entre los 15 y los 17 años. Llegó recién parida de sus oposiciones desde el País vasco. Nunca olvidaré una de sus clases, concretamente la del nacimiento de las ideologías en el siglo XIX. Comprendí entonces que no podía ni debía estudiar Derecho, que era la carrera al parecer "predestinada" para esa niña de 17 años. Me abrió los ojos a una herramienta para mi vida, para mi conciencia de ser humano anhelante de poder comprender al Hombre. Me puso en bandeja de plata lo que era y sigo siendo, me asentó, sin ella darse cuenta, como persona. Me lanzó a la vida que yo quería, quiero y seguiré queriendo hasta que muera.

Hoy continúa ejerciendo de profesora de la misma asignatura en el mismo instituto. La vi igual, exactamente igual que como la recordaba. Ella se cree cansada por  el ejercicio de esta labor que casi nunca es reconocida, la de formar a seres humanos en las verdades del hombre. Yo no la vi así, cansada. Sé que en sus clases de ESO y ESA (Enseñanza secundaria de adultos) continúa formando a personas que como mínimo aprenderán a vivir más congruentemente con lo que todos los seres humanos somos y muy pocos tenemos la fortuna de conocer. Está fabricando seres dadores y más felices, está construyendo un mundo mejor. 

Ella, Teresa, mi profesora de Historia.









A de Ave.  Para Teresa, mi profesora de Historia


¿De qué lugar vengo o llego/
que no encuentra esta gaviota/
suspendida sobre el aire/
más que cielos, nubes, y ya sus alas,/
antaño brillantes y perfiladas,/
comienzan a descubrir sus remeras plumas ya deterioradas?/


¿Cae el cielo o cae el ave?/
Tiempo habrá, ¿seguro?, para rehacer esta batalla encendida/
que mantiene el día con la noche sobre la pared mojada/
y sobre esta frente ya perlada/
por tanta gota de agua, de sudor y de lluvia./
Perdida hasta de sus alas, la gaviota se acuna./
Sin suelo ni voluntad de vuelo/
ni de caída a pique,/
¿o es que cae?/
Raudos estratos de nubes escalonando/
a golpe de arista el viento contra este pecho./
Bala incendiaria que traspasa mis pulmones con tanta agua destilada,/
de ozono o lluvia ácida,/
que mi piel se transfunde hasta hacerme transparente/
en saco de suerte/
sin vértebras precipitándose ya sin plumaje./


No hay dovelas en el aire./


Tendré que aprender a caer en mí, dice esta niña vieja cayendo./
Como si no supiera./
Tendré que aprender a esquivar la maraña de suertes/
desmadejadas por el sinsentido de las cuerdas tensas/
y extrañas./
Cómo si fuera ignorante./
Como si no hilase carrete a carrete/
como Parca ducha en la atmósfera del lienzo del divino./
Tendré que aprender a recoger los frutos de los árboles,/
y a penetrar en la alegría de la huerta que el sol,/
bajo el acopio libre de energía y tiempo,/
hace posible sobre terruños en los que el limonar crece/
azul y amarillo/
de la luna de su sonrisa,/
y los esfuerzos de humano encendido en trigo de memoria/
y justo amor por las luces verdes del verano Abierto./
Como la A de afán./
Como la A de viejA./
Como si no lo fuera: Abierta./
Como si cayera, que no hay dovelas./
Como la A de Teresa, así te llamas, que a mi viento de vida llegaste/
en quince bandadas de Aire recién estrenado por estos pulmones,/
y hoy, en doble como ellos, o tal vez la gemela,/
te aposentas sobre la llaga confirmando/
escritura de ser humano que dejaste abierto en la A final de mi nombre./
A de albatros,/
A de vasca,/
A de instituto,/
A de exámenes, A de Historia, A de anarquismo,/
A de libertAd hecha conocimiento del hombre,/
A de compañeras del tiempo que somos y de mi Amor que me espera./
A de ti y de E. S. A. ,
y de emoción hecha carne en la A de Ahora en los treinta de este Arco que se tira y se tiende./
A de Alumna tuya hecha unA en lo que fui y sigo dando./
A de tu niñA Ave./
A de Arco con pilares de seres humanos claros./

Sofía Serra,  9 de junio 2010
 
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