Pasada cierta y densa marea (la verdad es que comenzó sobre el 25 de julio) de comentarios procedentes de máquinas, al parecer, noruegas y estadounidenses, vuelvo a dejarlos tal como siempre han estado en este blog ( y el de fotografía), libres hasta para los anónimos. Incluyo el captcha tan solo por no tener que andar las 24 horas comprobando si cualquier tontería se ha colado al spam del mismo blogger.
Gracias.
jueves, 13 de noviembre de 2014
Sobre los comentarios en este blog
Absolutamente tú
Absolutamente tú
tanta calma deshecha
al abrigo de tus prisiones
o presas o presiones suertes.
me desmadejo llegando
mientras hizo sólo sufrir.
te soplo discretamente
cabizbaja y ojerosa
se adhieren a mis costillas
hombres hermosos ha, se los llevó
la enfermedad pandémica
de
darte el lugar
tiene nombre
de silencio, óbito
de una propia muerte.
… En qué consistirá ser tú.
el mar y la estocada
en la arena…
la redundancia absoluta
y el desencuentro constante
encuentro de mi absoluto.
tanta calma deshecha
al abrigo de tus prisiones
o presas o presiones suertes.
me desmadejo llegando
mientras hizo sólo sufrir.
te soplo discretamente
cabizbaja y ojerosa
se adhieren a mis costillas
hombres hermosos ha, se los llevó
la enfermedad pandémica
de
darte el lugar
tiene nombre
de silencio, óbito
de una propia muerte.
… En qué consistirá ser tú.
el mar y la estocada
en la arena…
la redundancia absoluta
y el desencuentro constante
encuentro de mi absoluto.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Sino abrir los ojos
Sino abrir los ojos
a dormir, corazón,
cantaba la canción.
Posar mis ojos en tu instante,
descubrir que el mundo
no se hizo en un día sino
en tus cuatro extremidades,
solventar aritmética de relojes
y gusanos universales horadando
las paralelas estancias que habitamos,
remedar sin pausa la lentitud de la flor
al abrirse, el remero de las olas
al habituar al mar
con su vehemente persistencia
y comunicar que no somos dioses sino
algarabías devaluadas
por nuestra especialidad en menospreciarnos,
y, así,
decaer nuestras manos
hasta que el otro no las halle.
Eso he vuelto a descubrir
hoy, nuevo hoy, el abismo
de nuevo, tu soledad.
a dormir, corazón,
cantaba la canción.
Posar mis ojos en tu instante,
descubrir que el mundo
no se hizo en un día sino
en tus cuatro extremidades,
solventar aritmética de relojes
y gusanos universales horadando
las paralelas estancias que habitamos,
remedar sin pausa la lentitud de la flor
al abrirse, el remero de las olas
al habituar al mar
con su vehemente persistencia
y comunicar que no somos dioses sino
algarabías devaluadas
por nuestra especialidad en menospreciarnos,
y, así,
decaer nuestras manos
hasta que el otro no las halle.
Eso he vuelto a descubrir
hoy, nuevo hoy, el abismo
de nuevo, tu soledad.
martes, 11 de noviembre de 2014
Puesta de sol individual
Puesta de sol individual
A esa puesta de sol
aspiro, cuya mañana,
ya desdibujada, me depare
la lumbre del pacífico
despertar a la sombra
del árbol del amor
y sus rosadas transparencias:
la muerte bajo sus flores,
mi negativo sobre la pared
dorada y suelta
de un pensamiento sin luces,
de paz ataviada
de nadie y de nada.
A esa puesta des-
comunal muriente yo
a la luz del sol
que yendo yo
o él
me ilumine, exangües
él y yo.
Y solo tu suelo
vivo.
A esa puesta de sol
aspiro, cuya mañana,
ya desdibujada, me depare
la lumbre del pacífico
despertar a la sombra
del árbol del amor
y sus rosadas transparencias:
la muerte bajo sus flores,
mi negativo sobre la pared
dorada y suelta
de un pensamiento sin luces,
de paz ataviada
de nadie y de nada.
A esa puesta des-
comunal muriente yo
a la luz del sol
que yendo yo
o él
me ilumine, exangües
él y yo.
Y solo tu suelo
vivo.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Poblamiento
Poblamiento
Todo horizonte es siempre el vacío de un rostro.
(Edmond Jabès)
A todos los oídos silencio
con este secreto ya sellado,
de todas las bocas deduzco
la mudez, la controversia
analizada por tantos dioses
como jueces obsoletos,
el mísero canto del ronco
gravitar sobre el par de ojos
de tu frente, la corona nasal
de la mirada ciñe este rostro
que describe la línea
del horizonte que se aclara.
Ya no árboles enviados
hacia los arcenes del camino,
ya camino solo y despejado
con ambas orillas
semovientes que danzan
ligeras a la par que el trigo
encanece, ya maduro,
ya siendo él mismo
vello de la tierra
en este junio cansado
de sol y espera lenta,
el mes infantil del verano
que se abre como el camino
se abre ya sin márgenes
a la vega naciente de los hombres
tiernos, almidonados ya
solamente por sus rostros
amables, ya vacío el horizonte
de vacíos.
Todo horizonte es siempre el vacío de un rostro.
(Edmond Jabès)
A todos los oídos silencio
con este secreto ya sellado,
de todas las bocas deduzco
la mudez, la controversia
analizada por tantos dioses
como jueces obsoletos,
el mísero canto del ronco
gravitar sobre el par de ojos
de tu frente, la corona nasal
de la mirada ciñe este rostro
que describe la línea
del horizonte que se aclara.
Ya no árboles enviados
hacia los arcenes del camino,
ya camino solo y despejado
con ambas orillas
semovientes que danzan
ligeras a la par que el trigo
encanece, ya maduro,
ya siendo él mismo
vello de la tierra
en este junio cansado
de sol y espera lenta,
el mes infantil del verano
que se abre como el camino
se abre ya sin márgenes
a la vega naciente de los hombres
tiernos, almidonados ya
solamente por sus rostros
amables, ya vacío el horizonte
de vacíos.
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