lunes, 30 de diciembre de 2013
Yamore (por enésima vez)
Un llanto solo se seca con otro llanto provocado por el bálsamo. El único camino, la única forma: asimilar nuestras emociones.
En la cima
En la cima
me propongo celebrar el fin
de un año impedimento,
una especie de suerte
cercada, un instrumento
de tortura, qué nos preguntaron
que no supimos contestar
porque no sabíamos, no sabíamos
que la suerte estaba echada
por la banca rota
donde
los hados se sentaron
y cayeron ya que viven
sobre nuestras cabezas
encima nuestra,
en la cima
de este año que se acaba
amo el precipicio
de celebrar un amén
de discurso, roto
el cauce yo lo sigo, freno
el pathos y me venzo,
a ver si así consigo
llevar a su infierno
doce meses de infierno
nuestro.
y lo hundo y lo hundo
y lo entierro y en su cima
nuestros pies pisotean
su cabeza hasta ser nosotros
la cima sobre su ruina.
me propongo celebrar el fin
de un año impedimento,
una especie de suerte
cercada, un instrumento
de tortura, qué nos preguntaron
que no supimos contestar
porque no sabíamos, no sabíamos
que la suerte estaba echada
por la banca rota
donde
los hados se sentaron
y cayeron ya que viven
sobre nuestras cabezas
encima nuestra,
en la cima
de este año que se acaba
amo el precipicio
de celebrar un amén
de discurso, roto
el cauce yo lo sigo, freno
el pathos y me venzo,
a ver si así consigo
llevar a su infierno
doce meses de infierno
nuestro.
y lo hundo y lo hundo
y lo entierro y en su cima
nuestros pies pisotean
su cabeza hasta ser nosotros
la cima sobre su ruina.
sábado, 28 de diciembre de 2013
"Los parasoles de Afrodita " en twitter
Una alegría para la que suscribe, doble, triple, y hasta cuádruple: No sé quién es Hermano Humano, (un perfil de contacto en twitter), ni tampoco su amiga, ni mucho menos, el marido de la misma.
viernes, 27 de diciembre de 2013
El no prisionero de (la) Senda
El no prisionero de (la) Senda
yo solo esperaría
a que anduvieses
con tus ojeras en tu boca
sonriendo morada
y profundamente
y si así fuera
ni siquiera mi esperar
sería torpe sino
o cruzarme de brazos
solos —y tan solo—
sino deseo
de trabajar
por tu alegría.
No te quiero más
que a la verdad,
porque sin ella
tú no eres.
yo solo esperaría
a que anduvieses
con tus ojeras en tu boca
sonriendo morada
y profundamente
y si así fuera
ni siquiera mi esperar
sería torpe sino
o cruzarme de brazos
solos —y tan solo—
sino deseo
de trabajar
por tu alegría.
No te quiero más
que a la verdad,
porque sin ella
tú no eres.
miércoles, 25 de diciembre de 2013
Vuelo muertos
Vuelo muertos
Los cabrones de medio cuerpo
fardan vistas horizontales
que les mellan la entrepierna
cuando juegan a bastos.
Compiten seriamente
armados hasta el cuello
con jerigonzas y camisas
vueltas, el contrapaño
en las nucas y las axilas
y las medias suelas
sobre las orejas.
Precipitan el pespunte
y disimulan el descosido
juntando hebras de lumbre,
de lana seda, de rimas trancas
de árboles infrarrojos,
hasta de dedales,
que Ella lo sabe.
Si se ha de competir más vale
una buena lanza Columela
y levantisca. La soldada
levanta la bandera blanca y amarilla:
¡es el Vaticinio!, ¡es la risa de la hostia!
catequistas de la horda,
adoradores del eufemismo,
advocan por su nombre
a tripas felinas ya sin hambre
mientras obtienen beneficio
marcando paquetes de aureolas
teñidas de experiencia y reciedumbre.
cuando solo avistan la soledad
del asfalto sin tus pies.
Porque no caíste.
Será que son los únicos
expertos, de este palacio
lleno de muertos,
en volar por los aires
lo único que nos queda.
Los cabrones de medio cuerpo
fardan vistas horizontales
que les mellan la entrepierna
cuando juegan a bastos.
Compiten seriamente
armados hasta el cuello
con jerigonzas y camisas
vueltas, el contrapaño
en las nucas y las axilas
y las medias suelas
sobre las orejas.
Precipitan el pespunte
y disimulan el descosido
juntando hebras de lumbre,
de lana seda, de rimas trancas
de árboles infrarrojos,
hasta de dedales,
que Ella lo sabe.
Si se ha de competir más vale
una buena lanza Columela
y levantisca. La soldada
levanta la bandera blanca y amarilla:
¡es el Vaticinio!, ¡es la risa de la hostia!
catequistas de la horda,
adoradores del eufemismo,
advocan por su nombre
a tripas felinas ya sin hambre
mientras obtienen beneficio
marcando paquetes de aureolas
teñidas de experiencia y reciedumbre.
cuando solo avistan la soledad
del asfalto sin tus pies.
Porque no caíste.
Será que son los únicos
expertos, de este palacio
lleno de muertos,
en volar por los aires
lo único que nos queda.
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