si…
ya no
ser más
que ser
nada.
escribir ya para
qué aunque sea
para saber dónde
estuve antes
del después de este antes
hoy ya ayer de tus mínimos
dedos de púas
afiladas como la lengua
de las gallinas
relamiéndose la piedrecita
que no las deja
que no las deja
comer.
me permites
un sí o un tú
solo
al medio
de la hechura de tu ingle
¡qué subscribiremos
cuando me ames
y yo tan senil
como la joven dama
de las escasas pinturas medievales,
ah, pero hoy,
hoy a día de hoy
tan retratadas!…
malditos tiempos de técnica
sin sustantivo, sólo adjetivos
y ni ellos ya tan sólo
alguna conjunción
que para nada sirve
si…
para nada, ya
para nada.
y así con pienso luego
existo siento
luego soy dejar
de ser poder
verme
ya.
para nada.
ya para
nada.
(Sofía Serra. De La clave está en los árboles)
lunes, 22 de abril de 2013
Las raíces manantes
Las raíces manantes
De nada ni adivina
la trama son fiables
nuestros intereses
o tan sólo hemipléjicos
gobernantes de ti,
qué sabré, qué cautivaré
aquí entre mis sienes
me desubico del pie
del árbol
joven su mano hunde
plena sus dedos abre
ciega su puño cierra
el puñado de tierra.
pre—
asumo su
— potencia,
sus raíces garantes
de un suelo al menos
donde poder caer
bien muertos.
Sofía Serra (De La clave está en los árboles)
De nada ni adivina
la trama son fiables
nuestros intereses
o tan sólo hemipléjicos
gobernantes de ti,
qué sabré, qué cautivaré
aquí entre mis sienes
me desubico del pie
del árbol
joven su mano hunde
plena sus dedos abre
ciega su puño cierra
el puñado de tierra.
pre—
asumo su
— potencia,
sus raíces garantes
de un suelo al menos
donde poder caer
bien muertos.
Sofía Serra (De La clave está en los árboles)
domingo, 21 de abril de 2013
La oportunidad
La oportunidad
Seamos prácticos
de barcos o de árboles
densos bajo el agua
sobre la estepa multicolor
de los diferentes signos mareantes
y las cartas trazadas
a mano alzada
extiende
tu vino de vida
sobre el mantel
de las ilusiones.
Hay que buscar la alegría
como se buscan los dioses
que sí existen, tocando
todos los palos, las cuerdas,
la clave de sol en segunda
cesárea del tiempo
bienvenido: el momento
del bien.
Sofía Serra (De La clave está en los árboles)
Seamos prácticos
de barcos o de árboles
densos bajo el agua
sobre la estepa multicolor
de los diferentes signos mareantes
y las cartas trazadas
a mano alzada
extiende
tu vino de vida
sobre el mantel
de las ilusiones.
Hay que buscar la alegría
como se buscan los dioses
que sí existen, tocando
todos los palos, las cuerdas,
la clave de sol en segunda
cesárea del tiempo
bienvenido: el momento
del bien.
Sofía Serra (De La clave está en los árboles)
sábado, 20 de abril de 2013
Actitud
Actitud
ahora que avisa
me pregunto por el son
de tus mejillas cabeceando
junto a la estancia del salón
privado
de semejantes luces
tan pardillas,
dios y diablo
tan pardillos
casi se preguntaban
como yo hago ahora
por tu boca puente
y río
, sí.
río.
Sofía Serra (De La exploradora)
ahora que avisa
me pregunto por el son
de tus mejillas cabeceando
junto a la estancia del salón
privado
de semejantes luces
tan pardillas,
dios y diablo
tan pardillos
casi se preguntaban
como yo hago ahora
por tu boca puente
y río
, sí.
río.
Sofía Serra (De La exploradora)
viernes, 19 de abril de 2013
De donde veo y pienso llegarte (la compañía)
De donde veo y pienso llegarte (la compañía)
Se sumaron algunos versos
al continuo de tu boca.
Trabarme entre tantas luces
fue necesario, colmar el silencio
de tus mejillas, entregarme
a un solo punto de tu página
en blanco, presentirme
en el sonido de la miseria haciendo
aguas y calderilla en el bolsillo
de tu mano hueca, mano abierta,
soldado del crisantemo
que se posaba en tu espalda
de soledad y senectud extendidas
sobre el mantel de un jardín
silvestre la melaza
de las flores se evapora,
nosotros la vemos,
algunas huellas de tu futuro se ahogan
en la laguna de las hojas muertas,
agua dulce, parca lucha la tuya,
el gentío inexcusable sin el don
de la palabra te conminó
al extrarradio: afuera.
Aquellas murallas fueron
pan de alforja,
mas hoy
éramos dos y se quebró
el límite del imperio.
éramos dos atravesados
sobre la corriente.
Hoy tus pasos y las azules rejas
o el transparente de tu medida
taladran otras lindes de la mañana,
y sus solares huecos de noche,
y los vacíos que me dejas.
(Sofía Serra. De La clave está en los árboles)
Se sumaron algunos versos
al continuo de tu boca.
Trabarme entre tantas luces
fue necesario, colmar el silencio
de tus mejillas, entregarme
a un solo punto de tu página
en blanco, presentirme
en el sonido de la miseria haciendo
aguas y calderilla en el bolsillo
de tu mano hueca, mano abierta,
soldado del crisantemo
que se posaba en tu espalda
de soledad y senectud extendidas
sobre el mantel de un jardín
silvestre la melaza
de las flores se evapora,
nosotros la vemos,
algunas huellas de tu futuro se ahogan
en la laguna de las hojas muertas,
agua dulce, parca lucha la tuya,
el gentío inexcusable sin el don
de la palabra te conminó
al extrarradio: afuera.
Aquellas murallas fueron
pan de alforja,
mas hoy
éramos dos y se quebró
el límite del imperio.
éramos dos atravesados
sobre la corriente.
Hoy tus pasos y las azules rejas
o el transparente de tu medida
taladran otras lindes de la mañana,
y sus solares huecos de noche,
y los vacíos que me dejas.
(Sofía Serra. De La clave está en los árboles)
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