Pastora
Otro cadáver de flor y mis ojos
matando se clavan el estilete
de las enumeraciones y silba
el aire junto a mi terraza de verano
confiscando aviones y algún puñetero reptil
que en el pronto de nubes
coagula y va y encuentra
plumas cuando sólo quijadas
con guantes de escamas
galopaban sobre la faz
del mundo,
la piel mía.
yo siempre permanezco
y ellos siempre se fueron
yo siempre sigo
y ellos siempre se quedan
y se me quedan
fundidos y ellos se separan
y ellos me desmembran.
(Sofía Serra, de El hombre cuadrado)
miércoles, 31 de octubre de 2012
martes, 30 de octubre de 2012
Poemas queriendo dejar de escribir poemas II
Poemas queriendo dejar de escribir poemas II
Odyssea
Como Penélope te quedaste
Transito de deseo
De vuelta del cuerpo invertido
Y el calor a deshora del día,
La blanda cama
Ensala y arma
Las crujías de la nave
Agosto. Numen.
Un planeta templo
Blande vaga la espada
Lentea el aire tibio
De la dilatada noche
En el caliente verano
Llega una mujer circuncisa
Por las mieles
Del deseo satisfecho
Con algunos druidas
Y el cuidado de las serpientes
Refocilando
En sus tiernos belfos
De lechón azul allende
Las estepas frías,
La tundra siberiana:
Un norte.
Cualquier tiempo anterior
No fue mejor
Que el hoy
Que no resucita
Solo inocente.
Y ¿quién desea volver a pasar por el dolor del aprendizaje?
Sofía Serra (De Solenostemon)
Odyssea
Como Penélope te quedaste
Transito de deseo
De vuelta del cuerpo invertido
Y el calor a deshora del día,
La blanda cama
Ensala y arma
Las crujías de la nave
Agosto. Numen.
Un planeta templo
Blande vaga la espada
Lentea el aire tibio
De la dilatada noche
En el caliente verano
Llega una mujer circuncisa
Por las mieles
Del deseo satisfecho
Con algunos druidas
Y el cuidado de las serpientes
Refocilando
En sus tiernos belfos
De lechón azul allende
Las estepas frías,
La tundra siberiana:
Un norte.
Cualquier tiempo anterior
No fue mejor
Que el hoy
Que no resucita
Solo inocente.
Y ¿quién desea volver a pasar por el dolor del aprendizaje?
Sofía Serra (De Solenostemon)
Un nuevo órgano (teletipo)
Al hombre le ha nacido un nuevo órgano. Pequeñito. Poco usado pero segura su existencia. Ya se ampliará la noticia.
Ah, se me olvidaba, el nuevo órgano se llama la co-razón.
Así.
La corazón.
Ah, se me olvidaba, el nuevo órgano se llama la co-razón.
Así.
La corazón.
Un verso de Los parasoles de Afrodita
¿Queda alguien puro en este mundo?
(o sea, libre, limpio... SUYO: ingenuo (ver DRAE))
Bailando con-suelo
Y este pecho mío,
este giro venido a mayor vuelo,
este cubrecama,
esta solana vuelta,
este canto afinado en el diapasón
de los aullidos de los lobos:
esa luz licuada bajo la sonrisa blanca.
Yo no te buscaba, Amor. Busca cielo
y busca barco el agua:
Y el barco viró girando sobre sí
compartiendo sino
con el tren que vino y fue.
Yo no te buscaba, el torbellino
arrima sello al destino
y desvela el nombre de muerte
en la fotografía quemada
del tiempo sin consuelo.
Has llegado lentamente,
pero has dado la vuelta a la vida.
… Si ya ves que no te vi venir,
despacio, en pausa mis ojos
o tal vez cierta ausencia
de sagaz aplomo para estas cosas,
céfiros que los llaman, y yo,
verdades las he aullado siempre.
… Si es que no te vi llegar.
Sí que soplé templada,
desde el natural de mis pulmones
a la flor desnuda que abre
cosecha bajo el suelo.
Sí, vuelta a vuelta cintura asomada.
Sí, al pretil de la tuya.
Dicen que sólo puede explicarse del revés,
mas ya hace algunos siglos
que la jardinera regó collares,
y decenas de años que artesonó
el techo con sus iris muertos
abiertos a la bruma, a la niebla...
Y aquel sin consuelo llegó rodando
hasta sus pies como perla transparente.
Pero por el suelo, por el suelo avanzó girando.
Hasta los nudillos de pie con el puño en alto
la eterna lobezna se irguió y ahora pregunta:
¿Queda alguien puro en este mundo?
Nudillos, no tengo a nadie.
Nudillos, no quiero nada.
Nudillos, a todos doy:
Matriz longeva pare puños de alegría
ensartada nudillo a nudillo
en el collar de las perlas licuadas
que germinaron allá en la tumba.
Más este con suelo, este consuelo
que desdice ya mi palabra antigua.
Sofía Serra (De Los parasoles de Afrodita (2010))
(o sea, libre, limpio... SUYO: ingenuo (ver DRAE))
Bailando con-suelo
Y este pecho mío,
este giro venido a mayor vuelo,
este cubrecama,
esta solana vuelta,
este canto afinado en el diapasón
de los aullidos de los lobos:
esa luz licuada bajo la sonrisa blanca.
Yo no te buscaba, Amor. Busca cielo
y busca barco el agua:
Y el barco viró girando sobre sí
compartiendo sino
con el tren que vino y fue.
Yo no te buscaba, el torbellino
arrima sello al destino
y desvela el nombre de muerte
en la fotografía quemada
del tiempo sin consuelo.
Has llegado lentamente,
pero has dado la vuelta a la vida.
… Si ya ves que no te vi venir,
despacio, en pausa mis ojos
o tal vez cierta ausencia
de sagaz aplomo para estas cosas,
céfiros que los llaman, y yo,
verdades las he aullado siempre.
… Si es que no te vi llegar.
Sí que soplé templada,
desde el natural de mis pulmones
a la flor desnuda que abre
cosecha bajo el suelo.
Sí, vuelta a vuelta cintura asomada.
Sí, al pretil de la tuya.
Dicen que sólo puede explicarse del revés,
mas ya hace algunos siglos
que la jardinera regó collares,
y decenas de años que artesonó
el techo con sus iris muertos
abiertos a la bruma, a la niebla...
Y aquel sin consuelo llegó rodando
hasta sus pies como perla transparente.
Pero por el suelo, por el suelo avanzó girando.
Hasta los nudillos de pie con el puño en alto
la eterna lobezna se irguió y ahora pregunta:
¿Queda alguien puro en este mundo?
Nudillos, no tengo a nadie.
Nudillos, no quiero nada.
Nudillos, a todos doy:
Matriz longeva pare puños de alegría
ensartada nudillo a nudillo
en el collar de las perlas licuadas
que germinaron allá en la tumba.
Más este con suelo, este consuelo
que desdice ya mi palabra antigua.
Sofía Serra (De Los parasoles de Afrodita (2010))
lunes, 29 de octubre de 2012
Fundido en blanco
Fundido en blanco
estas fechas son perfectas
para desprotegernos, arriar
el duelo e izar la conquista
del suelo, levantar el velo
del luto en nuestros ojos
descubrir
ante nosotros vivos
y colonizar con yerba
la orilla, fundir
en el blanco de la arena
nuestros pies
mojados, lanzar
la jabalina allá donde
no pisa nadie ni un nadie
siquiera que nos quisiera
a su lado, romper el escudo
en el horizonte vestido de blanco
tan ancho a todos nos hace blanco
de todos y uno y solo nada
ni nadie ha muerto si quedamos
haciendo vida
con lo que nos queda
de vida
en blanco.
Sofía Serra (De Solenostemon)
estas fechas son perfectas
para desprotegernos, arriar
el duelo e izar la conquista
del suelo, levantar el velo
del luto en nuestros ojos
descubrir
ante nosotros vivos
y colonizar con yerba
la orilla, fundir
en el blanco de la arena
nuestros pies
mojados, lanzar
la jabalina allá donde
no pisa nadie ni un nadie
siquiera que nos quisiera
a su lado, romper el escudo
en el horizonte vestido de blanco
tan ancho a todos nos hace blanco
de todos y uno y solo nada
ni nadie ha muerto si quedamos
haciendo vida
con lo que nos queda
de vida
en blanco.
Sofía Serra (De Solenostemon)
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