domingo, 23 de septiembre de 2012

Reivindicación del gris

Reivindicación del gris

el silbo de la mañana
que se abre gris, es decir, llena de matices,
por las alas de la tórtola
borboteando en el plumón
mullido del aire no ausente
de ti
Y un especial interés
domestica mis sienes juntas en su ojo
de aprendiza de la verdad del amor
a esta edad tan serena como
el mar grisáceo de la tarde
sureña en la playa de invierno.

bienvenidos
tus jamelgos juntos
y ataviados de todo lo que no sé vestirme
porque una insignia de velas
cuelga de tus dedos
que duermo en mis labios.
Y callo para no entoldar
semejante acervo de bien
y venida de tu sien
en esta mañana
gris de septiembre.

Sofía Serra (De Solenostemon)

sábado, 22 de septiembre de 2012

Una rosa de David por Cuba

Una rosa de David por Cuba

Conocí a David Lago González a través de su blog, El penthouse de Heriberto, al que llegué de casualidad hace ya creo que unos tres años. Buscaba información sobre editoriales españolas cuando, al detenerme en los textos que ofrecía en su perfil, leí unas palabras que me dijeron más de lo previsible. Entonces decidí hacerme seguidora. Despertaba interés en mí un poeta que decía aquello, y alguien que, por lo que acerté a vislumbrar, era cubano viviendo ya en España desde hacía décadas. Estuve esos dos o tres años siguiéndolo, leyendo sus entradas, sin comentar. Poco a poco, a la vez que iba descubriendo su personalidad, se me fueron abriendo los ojos al conocimiento de una realidad cubana en el exilio, otra realidad cubana en el exilio. Él, por su condición de homosexual y por su desadscripción de movimiento político de algún tipo, simple y llanamente era poeta, no era afecto ni para unos ni para otros.

Él era libre-pensador (parece mentira que haya que usar esta expresión compuesta para hacerse entender). Era, por encima de todo, una persona libre.

Estuve, como decía, bastante tiempo siguiéndolo, sin comentar. No me atrevía. Para mí, española progresista, social-demócrata a la hora de votar, anarquista de conciencia, aquello, el territorio cubano en el exilio, se me asemejaba a un terreno de arenas movedizas, no sabía si usar pies de plomo o pies de plumas. Temía meter la pata aunque sólo usara dedos para teclear. “Dios de mi vida”, me decía, “tantos en el exilio y tan divididos , ¿así cómo se va a conseguir nada?”.
Por el “nada” entendía y entiendo la desaparición de la dictadura cubana castrista y post- castrista.
El caso es que tardé mucho en atreverme a hablar. A David le llovían las piedras desde un lado y desde el otro. También algunos y sinceros besos desde luego. Y así, entre piedras y besos, la confianza fue adueñándose de mis pies y de mi boca hasta que el año pasado ya me permití hacerle algún comentario. Él dejó algunos en mis blogs, contactamos por facebook y cruzamos un par de correos o tres, tan sólo.
En el segundo o tercero me comentó que se iba para el hospital, que padecía SIDA. No le di excesiva importancia, no era la primera persona que conocía, por internet o en la calle, que padeciera esta enfermedad. Pensé, pensaba, que iría a una revisión o cualquier proceso similar. Pero no fue así. Cuando al cabo de los dos meses de ese último correo seguía sin tener noticias suyas (ni por el blog, ni por correo, ni por Facebook) comencé a pensar en lo peor.
Pero como, efectivamente, no éramos amigos-amigos, es decir, personas que hubiéramos desarrollado una confianza más allá de la lógicamente desarrollada a través del componente esencial de la franqueza, mi corazón sólo se preocupó como en lejanía. Yo, tan intuitiva (sic), no llegaba a considerar la emoción de que tal vez hubiera muerto.
(me sucede siempre igual, toda emoción que no logro pre-percibir, termina por hacerse realidad)
Bastantes meses después me encontré con el mazazo. Efectivamente murió a los pocos días de ese correo.
Hoy, en estos días, he podido prender una rosa en el ojal de su chaqueta, con toda la emoción por su muerte ya al descubierto para mí misma. En pocos días mostraré la fotografía de esa rosa en este blog, la fotografía, porque la rosa es suya. Una mínima fotografía de rosa para lo que tanto hay que lograr, que una realidad social y política tan dividida pueda unirse algún día para luchar por lo que tantos anhelan y anhelamos: la democracia plena en Cuba, es decir la llegada de un estado que permita el desarrollo integral de todos los derechos humanos, una ley que los ampare, que vele por su cumplimiento, por el cumplimiento de esos derechos que no hacen distingos entre las personas  por su condición sexual, religiosa, política, geográfica o económica, aquellos que declaran a todos los seres humanos como iguales y como poseedores de un sueño común.
No deseo más que ellos, los cubanos, se unan, y también, más egoístamente, que algunos españoles aprendan a distinguir entre derechos humanos y principios sociales sujetos a los devenires económicos.
Por el libre-pensamiento, la igualdad y la fraternidad, David. Ya mostraré tu rosa.

La venganza del infierno... (Der hölle rache...)

Debo conseguir algún día reponer los archivos de audio de este blog que se me desenlazaron. Mientras la dejo aquí, como recordatorio...

viernes, 21 de septiembre de 2012

Injusta

Injusta


escribir es denostarse
Mientras, dormimos
enjaulados en cada revista
de poniente.
Los soldados se ríen cada vez
que desarmas el fusil
en la garita de guardia
y luego no sabes volver a montarlo.
Hace muchos años que aprendiste
a manipular
como una vieja chocha
llena de cicatrices lumbares
a las hembras que se acercaban
a tus hombros y tus pies
a traerte sus dulces presentes
robados en el jardín de los pechos
de sus madres.
Ahora son ellas las que montan el fusil
guardando el perímetro
de la fortaleza anaquelada
contra los vientos ácidos
de cierta hecatombe que tu boca
construye adulando, creyéndote,
estrellándote como si un puro Buda
ascendiese al cielo para desmontar la noche
que nos atestigua.

Te fuiste solo,
tu autobús no llegó a tiempo
y ahora pasas por el día
como la costumbre de la cuneta
sucia y despoblada de yerbas verdes.

Fuiste tan injusto con agosto
como yo lo soy conmigo
cuando escribo.

Sofía Serra (De Solenostemon)

jueves, 20 de septiembre de 2012

Corazón encogido

Corazón encogido

Hoy es un día descarnado,
las palabras no rompen mi inquietud,
ni siquiera los regalos del alba,
hasta los sonidos de la calle
se han puesto de acuerdo
en desafinar esta sinfonía
no sé si de adviento o retirada,
partida avecilla de retorno
estrellándose contra las paredes
de alambre. Se cuartea la fina capa
de piel endurecida que me describe
tu presencia en el mundo,
un espasmo quieto
que no ilumina la estancia
donde te ocultas,
el dónde está se sienta en mi silla
y me desplaza a otra geografía,
una geografía demasiado apaisada
para este día
que averiguo estrecho
para la medida de mi querencia
por ti.

Hoy es un día muy serio.

Sofía Serra (De Solenostemon)
 
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