lunes, 2 de abril de 2012

Voy a crear una editorial en blogger

Se me ha ocurrido una idea sensacional durante esta mañana, no importa que no tenga éxito, tengo que decirlo ya...:)
Voy a crear una editorial bajo el soporte de blogger, es decir, que me ofrezco como editora para todo aquel que quiera publicar su poemario, novela o relatos o lo que sea en un blog. No se trataría de crear blogs, no, sino de lanzar obras  a las que ya pudiéramos nombrar así, obras terminadas,  a través de este soporte, como yo voy haciendo con los poemarios que voy terminando de escribir y corregir.
Me encargaría de diseñar las portadas y las cabeceras, aparte de comprometerme a revisar los textos y asesorar literariamente y sobre cuestiones de diseño, y sobre las plantillas ya daré más noticias, pero si tuviera éxito hasta me comprometo a crear un blog directorio con todas las obras que se vayan publicando, con lo cual éstas tendrían más oportunidad de ser vistas.
Bueno, hasta aquí Antoñita la fantástica. Si no vuelvo a hablar del tema es que se ha quedado en ilusión de hoy, :)
Si sí, pues seguiré hablando.

La dosis y la desmedida (voz en off)

La dosis y la desmedida (voz en off)

Mientras más escribo, poesía, menos capacitada para el amor me siento. Parece como si la capacidad humana para amar, o, mejor, para estar enamorada, se desprendiera de mis células arrastradas por el imán de las palabras. O tendría que decir mejor, del acto poético.
Mientras más escribo, menos vivo. Esto ya lo dije cuando fotografiaba más que escribía con palabras. Sé que es una consecuencia directa de la acción del grafos, se traslade por el lenguaje que sea. Arrostra la conciencia del vivir, o mejor la supedita. La vida pasa a ser registrada por la grafía, con lo cual se pierden todas esas sensaciones inconscientes identificadas con su propio hecho, de tal forma que una vez que intento recobrarlas mentalmente, concluyo que no se han sucedido, torpemente quizás, pues pudiera ser que tan sólo ocurre que han sido  "escritas", han pasado de algo tan poco tangible como mi mente al registro. Parece que no pueden existir las dos juntas, la acción del grafos y la acción de la vida, o al menos con la intensidad deseable para cada una. Se extinguen recíprocamente. Llega un momento en que una se impone a la otra, u otra a la una. Por ciclos en mi vida y dependiendo no sé de qué.
Aunque tampoco sé si esto es del todo verdad.

Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)

domingo, 1 de abril de 2012

Salmo dominical II

(correcciones La dosis y la desmedida)

Salmo dominical II

Sunday, mal día para alunizar:


Hay generosidad en tu boca
y verde en tu dolor,
qué más se puede pedir
de la dádiva insonora,
la revolución silenciosa,
qué más abrigo hallaré
que tu pecho tierno y hondo
de hombre sin ambages
de soldado hierro que atrofie
su vértebra columna,
qué más solazar sino reír
imantada
de agria paz salmodiando
el brillo de tus pupilas,
sólo unas pupilas preguntándome
si el cielo habla
o mi mente trota
por la esquina
concupiscente
de la torre.




En el deleite te va dada
la extravagancia numantina,
la traicionera circunstancia
de quien sabe decir amor,
garabatear la cíclica lengua
de esta octava en sol menor
con bemoles entrañables.
Soy yo más tú a penas
y sin huesos me armo
como un mecano de agua
bombeada desde tus falanges
por más que me envicie,
me eslabones
o te rumies
volverán, volverán, volverán
las antiguas huellas a deslizarse
curva arriba de tus muslos,
y volverán las luces estancadas
en los aljibes de tus órbitas
a bailar como el parpadeo
de las galaxias en los míos.

Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)

sábado, 31 de marzo de 2012

Citas recobradas. En busca del tiempo perdido. I

[...] "por eso el genio [...] tal vez se diga que, como los contemporáneos carecen de la perspectiva necesaria, sólo la posteridad debería leer las obras escritas exclusivamente para ella, como ciertas pinturas que a poca distancia no se pueden apreciar correctamente. Pero, en realidad, toda pusilánime precaución para evitar juicios erróneos resulta inútil, porque son inevitables. la causa de que una obra genial difícilmente sea admirada enseguida es la de que quien la ha escrito es singular y pocos se le parecen. Su obra misma, al fecundar las pocas mentes capaces de comprenderla, es la que los hará crecer y multiplicarse.
[...] La llamada posteridad  es la de la obra. Es necesario que la obra [...] cree por sí misma su posteridad. [...] Por eso es necesario que el artista —si quiere que su obra pueda seguir su rumbo— la lance [...] hasta donde hay bastante profundidad, en pleno futuro lejano. Y, sin embargo, si bien no tener en cuenta ese tiempo por venir, auténtica perspectiva de las obras maestras, constituye el error de los malos jueces, a veces tenerlo en cuenta es el peligroso escrúpulo de los buenos. [...] la obligación de que una obra de arte incluya en la totalidad de su belleza el factor del tiempo equivaldría a mezclar nuestro juicio con algo tan azaroso [...] pues lo que engendra las posibilidades y las excluye no es forzosamente competencia del genio" [...]
En busca del tiempo perdido. 2. A la sombra de las muchachas en flor. Marcel Proust

oOo

viernes, 30 de marzo de 2012

Amor de hondos y bajos fondos

Correcciones La dosis y la desmedida


Amor de hondos y bajos fondos

El amor es una calleja cierra
de donde sólo se sale
con los pies multiplicados
por delante.
Nada tenía, nada me quitaron
los vendavales delinquieron
a cuchilladas juntas en cada costilla
y las ingles cercenaron buscando la general
de mi aorta hurgando en mi vasto pecho:
entre mi frente y mis plantas
te ubiqué regurgitando mi sangre sana,
sola abasto, sola mísera la dádiva
de los periódicos y los herrajes
que sobre tu regia mente y mi cóncava cabeza
depositaban los hunos de la noche de afuera,
vándala la risa de las ciudades y de las otras hormigas,
¡esa marabunta que nos asesinó cuando
nos atrevimos a dormir sobre los cartones
que defenestraron!... Tan generoso fue
su tirar la casa por la ventana.


Yo creo que aún andamos expiando,
callejón arriba, callejón abajo,
el crimen sin escena, sólo
por no desahuciarla, sólo
por no dejar vacía esta calleja
cierra a un lado del mundo.

Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)
 
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