en permanente huelga aullando
lobos anochezco y amanece
siempre noche y simple día.
Derrota
No sé a dónde
lleva el orgullo.
mas sí el amor.
Sofía Serra ( De Suroeste)
jueves, 29 de marzo de 2012
martes, 27 de marzo de 2012
e-fluviales
e-fluviales
sus levas siempre plateadas,
algún ligero ven
a mi entredicho aquejado de
dolor animal —las plantas no lloran,
las plantas no lloran—, la belleza puesta
en prueba, belleza. No otra cosa
jamás tú vas
a venir hoy
ni siquiera a mi
centro nervioso
de viva techumbre
para derrochar
lágrimas o tejidos
hambrientos de mis huesos,
tan transparentes.
mi voz es otra serena
desprendida de sus alas
hasta poder caer en la minúscula
rendija de un tú que se me abre a veces.
allá en la esquina de la península
y el río y yo
tan ahogados
a penas
puedo d-oler,
¿te llegan mis efluvios?
Sofía Serra (De Suroeste)
sus levas siempre plateadas,
algún ligero ven
a mi entredicho aquejado de
dolor animal —las plantas no lloran,
las plantas no lloran—, la belleza puesta
en prueba, belleza. No otra cosa
jamás tú vas
a venir hoy
ni siquiera a mi
centro nervioso
de viva techumbre
para derrochar
lágrimas o tejidos
hambrientos de mis huesos,
tan transparentes.
mi voz es otra serena
desprendida de sus alas
hasta poder caer en la minúscula
rendija de un tú que se me abre a veces.
allá en la esquina de la península
y el río y yo
tan ahogados
a penas
puedo d-oler,
¿te llegan mis efluvios?
Sofía Serra (De Suroeste)
Rosana río rosa, de "Nueva Biología"
Acostumbrada a los ahuyentes que la mayoría de las personas hacen cuando ven al alguien con una cámara en la mano, me llamó la atención que esta muchacha rumana me pidiera que la fotografiara. Fue el mediodía del 28 de Octubre de 2010, justo el día que presenté por la tarde La presencia por a la ausencia en Madrid. Me motivaron su espontaneidad y naturalidad HUMANAS a escribirle este poema de Nueva Biología. Fue de lo más agradable y bonito que viví en esos dos días, tuve esa fortuna, y a ella se la debo.
El enlace al poema:
http://nuevabiologia.sofiaserra.com/2012/02/rosana-rio-rosa.html
lunes, 26 de marzo de 2012
El preso
El preso
a nadie contar,
a todo cantar,
a todo llegar,
a todos llagar.
si el fútil y furtivo amante
deviene
a tu soliloquio de animal
enjaulado,
no visites las sienes,
auspician
cierta decencia a solas
compatible.
tú a ti te tienes
y detienes.
no moriré hasta que el rubor
amanezca en mis mejillas.
Y entonces no querré libertad.
Sofía Serra (De Suroeste)
a nadie contar,
a todo cantar,
a todo llegar,
a todos llagar.
si el fútil y furtivo amante
deviene
a tu soliloquio de animal
enjaulado,
no visites las sienes,
auspician
cierta decencia a solas
compatible.
tú a ti te tienes
y detienes.
no moriré hasta que el rubor
amanezca en mis mejillas.
Y entonces no querré libertad.
Sofía Serra (De Suroeste)
domingo, 25 de marzo de 2012
Al Través
Correcciones La dosis y la desmedida
Al Través
Pequeños signos cantores
tan mínimos y desfallecidos
como la consigna asediada.
Al terminar, se deduce la escafandra
o la tensión arterial obstaculiza
los privilegios del paso de la sangre
libre por sus regueros de vino:
una prebenda y un pusilánime sentido
del estorbo. La juventud y la luz
sojuzgada por otros destinos,
paradisíacos o no, se sometieron.
Encontrar, más allá, agranda los ojos
de burra tiene los ojos, tan grandes y
francos como los de Platero.
La libre calma abierta a toda la duda,
la duda piedra perdida en el río,
la rueda en la quinta avenida borbotea
orgasmos a toda pleura.
Quejumbrosos soldados
quedan a medias
hundidos en el limo aceitoso
de la memoria y en el huérfano descuido
que se trabajan lentamente, se horadan,
se inmiscuyen entrambas superficies
por doquier, superficie fundamentada.
No existirá un solo porvenir
al que asomarse si las juntas de hielo
permanecen congeladas. las barcazas hacen
el tiempo que atravesó el lago navega
rumbo al sol acometido
por las olas de la pregunta,
¿qué mar más bello sino?,
la eterna pregunta de si
no somos nada, no somos bajío,
ni orilla, ni probable respuesta.
ni cuestión, nos advierte el mirlo
entonando su pico naranja
de fuego derretido en el mar,
la cuestión, comunicar
perdido el rumbo.
… la quietud de la saliva.
Sí, ¿por qué no?
No te escindí
y una luciérnaga boca pasea
por el
lúcido hilo. Quieta emprende
quimeras
queman
pueblan.
Irrumpes verbo claro.
Balanceas.
Al través
de un allá
hasta aquí.
Sofía Serra. De la dosis y la desmedida
Al Través
Pequeños signos cantores
tan mínimos y desfallecidos
como la consigna asediada.
Al terminar, se deduce la escafandra
o la tensión arterial obstaculiza
los privilegios del paso de la sangre
libre por sus regueros de vino:
una prebenda y un pusilánime sentido
del estorbo. La juventud y la luz
sojuzgada por otros destinos,
paradisíacos o no, se sometieron.
Encontrar, más allá, agranda los ojos
de burra tiene los ojos, tan grandes y
francos como los de Platero.
La libre calma abierta a toda la duda,
la duda piedra perdida en el río,
la rueda en la quinta avenida borbotea
orgasmos a toda pleura.
Quejumbrosos soldados
quedan a medias
hundidos en el limo aceitoso
de la memoria y en el huérfano descuido
que se trabajan lentamente, se horadan,
se inmiscuyen entrambas superficies
por doquier, superficie fundamentada.
No existirá un solo porvenir
al que asomarse si las juntas de hielo
permanecen congeladas. las barcazas hacen
el tiempo que atravesó el lago navega
rumbo al sol acometido
por las olas de la pregunta,
¿qué mar más bello sino?,
la eterna pregunta de si
no somos nada, no somos bajío,
ni orilla, ni probable respuesta.
ni cuestión, nos advierte el mirlo
entonando su pico naranja
de fuego derretido en el mar,
la cuestión, comunicar
perdido el rumbo.
… la quietud de la saliva.
Sí, ¿por qué no?
No te escindí
y una luciérnaga boca pasea
por el
lúcido hilo. Quieta emprende
quimeras
queman
pueblan.
Irrumpes verbo claro.
Balanceas.
Al través
de un allá
hasta aquí.
Sofía Serra. De la dosis y la desmedida
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