Ayer noche, Beatriz Salas tuvo la generosidad de incluir un poema de mi autoría en su blog A mi manera. Es el lugar que ella, acompañada del trabajo de selección musical de Ruth, dedica a exponer poemas recitados por su propia voz.
Con la intención y el deseo de agradecerle su trabajo, y desde luego su generosidad, hago esta entrada con el mismo poema acompañado de, tal vez, la segunda parte que le sigue, aunque en el poemario al que pertenecen no aparezcan continuos. Creo que a ella le gustará encontrarlos juntos.
Ruego, si no es mucho pedir, que si os apetece hacer algún comentario lo dejéis en su blog, porque es ella quien merece la atención.Sirena muda I
En ti confío ahora
que ni en mi voz
creo
oído
que me has hecho.
Ser, y un ser tras de mí
que no claudica.
Este sueño breve,
negligencia de aquel amanecer que con su silueta
despertó al son,
y el son
que te perdiste,
qué perdido huyes entre mis dedos
cuando me acaricio el pelo,
qué perdido,
qué pérdida esta sonrisa
a tiempo.
Lo inexplicable hace balanza de medida,
sueño cabalgaste, sueño
vetaste
rosas rojas en el mar.
Sirena muda II (poema del des (en) canto)
¿De qué nieve y tierra se alimentan los barrizales de tu olvido?
Me pregunto en este hueco qué hay de cierto
en este beso de la forma
al contenido de tu pecho
y del soneto que dibuja tu sonrisa,
tan lejos, tan lejos,
me pregunto qué, con acento de “lejos
quedan esas prendas que abastecen
tu rubia boca de día”,
me pregunto, acompañando al tiempo
le pregunto a mis dedos
fascinados ante tus fauces
abiertas al aire del claro de luna
invertida cuando crece o decrece…
Cara y clara fuente,
pintas al incólume clavel
que sobre ascuas se abrasó:
Aromaterapia
para mis rojas branquias.
Sofía Serra, 2010. Nueva Biología.