viernes, 19 de agosto de 2011

Las perseidas noches

Las perseidas noches


que ni dormir me consienten,


el calor avariento duerme hombres
y adoquines, se rebela aminorando
el ritmo vital consanguíneo
y correspondiente de clara luz,
la opacidad sucede al orto
como si el sol se hubiera caído
y echara el telón del escenario
sobre la esperanza.
Hay algo que hacer y no soy yo.
Descansan tranquilos los poderes del usufructo,
la menoscaba en las huertas.
La tartamudez de este verano
convive con la grave sombra,
lenta, gorda y reposante, como si el mundo
se hubiera hinchado y contenido
entre cláusulas de gomaespuma.
Duermen los lechos hinchados de noche hueca,
evacuan sus tripas de muelles,
vomitan el calor de látex
que suelda pieles a las aguas.


Se desalienta el aire inútil
de un mundo que se ha estropeado
y hemos dejado en la acera,
y nada dominará salvo las barrigas
sobre las que los ojos se desplazan,
lentos y grávidos
siguiendo el curso de las descarriadas
calles, plazas y playas.


Nulos transeúntes,
oscuridad del misterio,
negación de dioses.
No se hace el día.


Sofía Serra, Agosto 2011

jueves, 18 de agosto de 2011

Fotografía de la rosa

Creo yo, creo yo, que la autora de este blog por fin ha encontrado la fotografía de la rosa que desde mayo del año pasado lleva buscando.
No sabe qué sucederá mañana, pero al menos está completamente segura de que esos versos que escribió eran ciertos: "cuando sabemos, cuando ya sabemos, la rosa se fotografía."


La rosa profunda 


A los quinientos años de la Hégira
Persia miró desde sus alminares
la invasión de las lanzas del desierto
y Attar de Nishapur miró una rosa
y le dijo con tácita palabra
como el que piensa, no como el que reza:
Tu vaga esfera está en mi mano. El tiempo
nos encorva a los dos y nos ignora
en esta tarde de un jardín perdido.
Tu leve peso es húmedo en el aire.
La incesante pleamar de tu fragancia
sube a mi vieja cara que declina
pero te sé más lejos que aquel niño
que te entrevió en las láminas de un sueño
o aquí en este jardín, una mañana.
La blancura del sol puede ser tuya
o el oro de la luna o la bermeja
firmeza de la espada en la victoria.
Soy ciego y nada sé, pero preveo
que son más los caminos. Cada cosa
es infinitas cosas. Eres música,
firmamentos, palacios, ríos, ángeles,
rosa profunda, ilimitada, íntima,
que el Señor mostrará a mis ojos muertos.

(Autor: Jorge Luis Borges)

miércoles, 17 de agosto de 2011

Helíade

(Correcciones Nueva Biología)


Helíade


En el borde del abismo,
juro que nunca me iré,
juro que siempre sostendré este insano equilibrio
a polvo de enterrarme bajo las alas,
a gota de nadar bajo el vientre
revirtiendo cielo y mar
transfundidos mutuamente.
Yo, helíade, cuajo lágrimas en el barro:
dón-de te has-me-ti-do,
Faetón de mis neuronas.
Por no esperar al navío
vengas a la tierra herida
que tú vengas en tus sales
que te sales por el fuego
mientras la península te hunde, te abate, te ordena:
hazte carne,
hazte hombre,
hazte ámbar de mis luces.


Sofía Serra, 2010

Rastros sobre el agua

En  Almiar (Margen Cero). Selección de poemas y fotografías.
Octubre de 2009.
Ver AQUÍ


lunes, 15 de agosto de 2011

La querencia

La querencia


Traduzco la síntesis entre la foto
y la malpartida de tu boca
cuando sonríes al cielo.
yo necesito un dentista
que me aligere las raíces
que en tu mella se me entierran.


Enhebrada y con sentido
voceo el alarido de tu nombre.
Comunicamos caminos
de fuego fagocitados
por el humo de la escarcha.
Nos conservarán como alcachofas,
flores verdes ahogadas
en cítricos mares transparentes.
¿Quién buceará hasta encontrarnos?
Sin batiscafo ni señuelo
argumentan inmersiones
en los otros como dioses.
El bote de cristal conservero
no claudica ante lo evidente.
No hay quien lo abra.


Sofía Serra. Agosto, 2011
 
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