viernes, 3 de junio de 2011

(RE. por edición y ampliación) Carta abierta en defensa de la pluralidad y la convivencia de poéticas

(Re-publico ÉSTA del 23 de Mayo porque he editado y ampliado)

Por fin la he encontrado, aquí. No se ni de dónde llega ni quien la firma, pero la suscribo plenamente. Así es como entiendo todo esto.

(Edito hoy 3 de junio. Señalo en lila. Ya tiene blog donde resulta más accesible su lectura y la posible adhesión de cualquiera. Dejo aquí la url y el motivo por el que la suscribo)



Mi motivo:


El gesto de suscribirla significa estar en contra de la manipulación de la ignorancia. Eso es lo que han hecho con el manifiesto innombrable: manipular el desconocimiento que cualquiera (cualquiera, recalco) puede tener sobre el acto poético (creativo, artístico) para favorecer un enriquecimiento material, es decir, demagogia de la más rastrera, favorecer la ignorancia sobre el Arte (Poesía con mayúscula) para ganar seguimiento. Y opino que cualquiera, amante del ser humano, con conciencia y encima con conocimiento de lo que es el acto poético, debe apostar por lo que extiende el conocimiento y no lo cercena.



Carta abierta en defensa de la pluralidad y 
convivencia de poéticas


La realidad no es legible de manera evidente. Las ideas y teorías no reflejan sino que traducen la realidad, pudiendo traducirla de manera errónea. Nuestra realidad no es otra cosa que nuestra idea de la realidad. Del mismo modo, importa no ser realista en un sentido trivial (adaptarse a lo inmediato), ni irrealista en el mismo sentido (sustraerse de las coacciones de la realidad); lo que conviene es ser realista en el sentido complejo del término: comprender la incertidumbre de lo real, saber que existe una porción de lo posible aún invisible en lo real.
Edgar Morin

El lenguaje poético es un patrimonio colectivo. Una urdimbre tejida en la arena de la diversidad. Nuestras tradiciones literarias siempre se han visto atravesadas por múltiples mutaciones que han ayudado a componer y descomponer el ovillado paisaje de la palabra. No en vano la palabra recoge la complejidad genésica de nuestra existencia. Así ha sido en el caso de la lengua española. Las literatura(s) panhispánica(s) (de acá y allá, en diálogo unas veces, aisladas otras) siempre han manifestado en su devenir histórico la riqueza de lo plural, el desborde de lo conectivo. No existe una deriva única de lo poético. Nunca se produjo una voz homogénea para toda nuestra tradición. Las tentativas de encerrar el lenguaje literario dentro de límites inamovibles han dado como resultado estructuras cerradas de pensamiento que trabajan en contra de la propia y esencial condición de la palabra.

Las personas que firmamos esta carta creemos firmemente en esta pluralidad poética heredada –a la que hemos tratado de contribuir activamente con nuestro propio trabajo– y por eso nos mostramos resistentes a cualquier forma de cierre normativo. Creemos necesario alzar un muro de contención ante actitudes que pretenden reproducir debates que «ya» no son legítimos –que, en realidad, nunca lo fueron– porque representan en sí mismos una agresión a esa misma pluralidad conquistada, al trabajo y legado creativo, teórico y vital de muchas poéticas y poetas precedentes y que recogen de manera natural el legado incuestionable de los padres de la modernidad poética: del romanticismo inglés y alemán al surrealismo pasando por Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé. Ha costado mucho desterrar de nuestro campo literario el cainismo y la exclusión. No vamos a consentir ahora que vuelvan a reproducirse estrategias envenenadas similares. El debate de poéticas es necesario, útil el contraste filosófico, intelectual, en torno a la creación, pero siempre en el marco de un respeto escrupuloso a la diversidad y el disenso.

Por todo ello queremos reivindicar como legítimo y propio de la(s) poética(s) panhispánica(s) actual(es) los siguientes elementos:

Escritura(s). En plural. Modos del lenguaje que se encuentran. Ningún programa prescriptivo. Huellas. Rescoldos a modo de conceptos, de cruces, de intuiciones. Ninguna tabla de la ley. No sabemos. Quizá sean un modo de operar, de practicar la literatura. Ese acontecimiento ignoto. No sabemos. Disparan la semilla de lo por hacer y de lo hecho. No sabemos. Mueven a la acción.

Tradicion(es). En plural. Linajes incrustados, desde siempre, en nuestra modernidad, en nuestra memoria literaria. Linajes que se activan y se iluminan desde el presente y de los que debemos hacernos merecedores. Como afirmó Eliot, la tradición «no se puede heredar, y si la deseas debes obtenerla con gran esfuerzo». Cada poeta se forja y construye su tradición, su propia cadena de ejemplos y magisterios, y este esfuerzo es en sí mismo un acto poético, una intervención en el mundo. Puede ocurrir –y de hecho ocurre– que este esfuerzo ponga a prueba nuestra capacidad de asunción cognitiva o de mera comprensión, incluso a lo largo de toda una vida de esfuerzo. La dignidad e inteligencia vitales consiste entonces en asumir esta discapacidad en vez de darle el formato autoexculpatorio de lo incomprensible, lo hermético, lo bárbaro y despreciable. Imposible simplificarla, esencializarla, despotenciarla a través de marbetes o etiquetas reductoras. Imposible normativizarla en interés propio, mediante operaciones espurias de exclusión o ninguneo. Voces habitadas para nuestro presente y nuestro futuro.

Heterodoxia(s). En plural. Nunca una lectura unívoca de lo poético, no podemos aceptar como obvio ni la desaparición del habla ni el habla homogeneizada. La palabra poética implica desborde, intersubjetividad, entramado conectivo, intersticio, complejidad. Y significa todo ello porque dialoga con lo humano.

Poética(s). En plural. No hay una poética una que convierta a las demás en otras. No hay norma, no hay centro natural o tácito. Queremos (re)afirmar y defender el deseo y la probada capacidad de convivencia de poéticas diversas que han demostrado en los últimos años su resistencia a la codificación. No precisamos para construir o apuntalar una identidad la negación del Otro. No vivimos la alteridad como amenaza, sino como nutriente y condición necesaria para la construcción de nuestra posible identidad colectiva y personal.

Hibridez y Diversidad(es). En plural. Creemos que la poesía no es mercancía, no es hija de la rentabilidad económica. Tampoco de las ideologías. La poesía es una multiplicidad de pájaros, aves raris, aves migratorias, que ponen su nido en lo alto, alejado del manoseo y voracidad de las alimañas y carroñeros. No podemos, por tanto, hablar de «una» poesía, sino de «poe-diversidad», en constante vuelo, en constante cruce, en constante mestizaje. Y no enjaulada, sino libre, puede ser del mundo, desde el mundo, con el mundo. Pero siempre «haciendo mundo».

Pensamiento(s). En plural. Desconfiamos de los falsos dualismos (razón y emoción, realismo e irracionalismo, público y privado, naturaleza y cultura…) en los que se ha querido encerrar lo poético. Se trataría, como dice Miguel Casado, de «ampliar la noción de pensamiento, extenderla a todos los movimientos de la mente, a uno y otro lado de la conciencia, a todos los movimientos interiores del lenguaje que de modo constante nos recorren y atraviesan». En definitiva: destacar el carácter desestabilizador y genésico de la palabra poética como apertura del pensamiento.

Realidad(es). En plural. La relación de lenguaje y realidad es compleja, porque ambas son complejas de por sí y más cuando se relacionan, influyen, comunican. Es simplista y equívoco detenerse en un estilo o propuesta, en una sola manera de abordar esa difícil exploración de la materia (humana y no humana) que llegará a ser poema.

Subjetividad(es). En plural. Sin menoscabo de que cada uno/a pueda o quiera llevar la voz poética adonde crea conveniente. Todas las formas de enunciación tienen sentido y no seremos nosotros quienes juzguemos la pertinencia de lo que cabe o de lo que debe desaparecer.

Emoción(es). En plural. No codificadas, no predeterminadas en un calculado ejercicio de causa-efecto practicado desde las inevitables limitaciones del poeta sino trascendidas y reveladas junto a él en un proceso que hermana escritura y lectura, que convierte al lector en agente activo y co-productor de sentido.

Lector(es). Recepciones. Por todo lo anterior reivindicamos el respeto a la inteligencia y creatividad lectoras, a la libérrima capacidad de sorprenderse y sorprendernos de aquel que generosamente se acerca a un texto para darle vida; a su derecho inalienable de que nada ni nadie se haga garante ni faro de sus emociones, su criterio, su infinita libertad.

Así, queremos reivindicar la convivencia de poéticas, la pertinencia del debate crítico, la belleza de la pluralidad como alimento de lo creativo. Y rechazamos de manera frontal cualquier estrategia de apropiación, simplificación o reduccionismo literario.

Y para que así conste lo firmamos en Madrid a 17 de mayo de 2011.

miércoles, 1 de junio de 2011

Al pairo (la cierva)

Al pairo (la cierva)

Piensa
si las velas conducen
o las rigen los vientos.

Decir que la noche fue fría
sería falsedad entreverada
de rojos hilillos de gluones,
ni mendaz la noche sorda
se hace en mis oídos materia de caúcaso
y cuevas de calientes orificios
por donde el visitante me desmorona.
El olimpo
recorre sus avenidas de gracia
soñando que las hojas se transparentan
y revelan la caída de los árboles.

El jazmín herido clama venganza.
La patrona de las huestes solea
y esparce su mendicidad de nasales deleites
al centelleo de nuestras voces
en una montaña apagada
que permite posarse a la luna.
Tan celeste el cielo
la expulsa de su cuna —es cierto,
la luna duerme causada en la noche—.

Ya la cierva me mira.

Cuando me acosté,
ya estabas muerto.
El descanso oportuno penetra
al uno en el otro
nivelando el ansia
que nos comprende:
tan grandes, más debe serlo ella.
Junto a la estratosfera de tus sienes frías,
mi decantación: Qué me queda por hacer.
Tal breve flujo de espinilla
adversa a la nuca,
a la magistratura,
a la pregunta,
cuando todos desembocamos
entrantes en el océano.
Mas hay que nadar, que nadar
inquietantes y vórtices y abruptamente
la tormenta estirpe golpea
en la proyectiva culata.
Flujo y reflujo:
aquí hay como
una especie (nueva)
de Viernes en la orilla de la Ribera.

Quemamos juncos
solos tan sólo
se jactaban puntiagudos
contra mis muslos.

Ya la cierva me mira.

Sofía Serra. Mayo, 2011

lunes, 30 de mayo de 2011

Si poema, ya sabe más que la que escribe

Si poema, ya sabe más que la que escribe

A las costuras de esta zafra se me adhieren vuestras embestidas
como salvajes y tiernas desmedidas de lo que ya no solicitáis,
la alegría de una era que nace mudada
en paquiderma sirena de ojos claros y voz ausente.
Observad la canallesca intención que la abandonó fiada en la arena,
contemplad cómo sus miembros se entumecen
a fuer del goteo irisado de su piel insaciable
ya tornándose entretela de grises escamas,
coraza contra el aire: se quedó sin agonía,
sin silero desierto donde cantar su mistérica proclama.

¿Qué porvenir se cimenta en los longevos eriales?
La mar de las vetas claras.
Porque es trabajadora, minera u obrera reina
engendra y pare como jirón de sí misma
el contumaz y secreto consuelo depositado en el eterno de su abrigo,
la orilla,
el voto sobre el que la luz atestigua la existencia de ellos:
Cantos rodados sin externa geometría que los contraríe.
Tan sólo cantos,
tan sólo cantos, yuxta-opuestos ni engarzados,
melodías del aire hacia el aire embriagado
del aceite vital de su denso gemir
bajo el mar... bajo el mar,
nacen a veces las piedras convertidas en Poetas.

(El deshielo, 2009)

domingo, 29 de mayo de 2011

El temblor

El temblor

Se quebrarán las losetas por donde
tus pasos entretejidos en la distancia del merodeo
se avienen y van llegando
al solitario equívoco.
Tus ojos se deshabitaron antes de tiempo.

Y morirás desvencijada
por el uso y el abuso
de ti sobre ti.
Como la horca.

La luz no tiene
visión de hombre.

Asaltada por la ruinosa costumbre
ante el degüello
en la pernocta, símil de guardia,
cíclope en tabla con la ventana.
No la cierra.
Combativa, tristemente combativa
te deslizas
entre la incertidumbre del sol
y el perfil momentáneo
que una vez dibujado se deshace
en esta inquietud sonora.
La lengua se deshonra vivífica
alimentando la ácida saliva
de otras bocas, de otros oídos,
el temblor.


Sofía Serra, Mayo 2011

Url para "Los parasoles de Afrodita"

Acabo de "reservar" url para "Los parasoles de Afrodita". Ya me queda menos para finalizar sus correcciones. Aún tengo que esperar además a que "me llegue" la portada, pero como creo que es posible que para septiembre lo tenga todo ultimado, me he decidido  a ir pensando ya en su publicación en blog.
La dirección es ésta 
http://losparasolesdeafrodita.blogspot.com
Ni siquiera enlazo, ahora se puede acceder pero luego lo dejaré cerrado para poder ir trabajando en él durante los próximos meses. Tan sólo aparece una entrada con el título "prueba", con fecha de hoy. Al verla me he dado cuenta de que coincide con mi 20 aniversario de boda.

:D

Bueno, pues yo creo que no está mal como un auto-regalito, ;).

Por supuesto de más está decir que si alguna editorial que no sea ésa en la que trabajo, donde puedo publicar sin tener que pagar o comprometerme a la venta de ejemplares, y en la que siempre, al menos por ahora,  tengo el hueco hecho,  se aviene a publicarlo en papel, no tiene más que decírmelo ...;)

Por ahora estas son mis condicionamientos. Ya veremos si quiero liberarme del fundamental. Por ahora, me lo impido.
 
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El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.