domingo, 14 de febrero de 2010

Un poema para el día de los enamorados


Si alguien logra extraer de estas dos fotografías la relación que las une tan intrínsecamente que casi no podrían existir la una sin la otra, si alguien es capaz de llegar a dar con todos los mecanismos que la han hecho posibles y comprender el concepto que subyace a cada una y a ambas en unión, es que entonces sabe qué es la poesía. No que pueda escribirla o entender más o menos un poema cuando se lee, no, eso depnde de menores circunstancias, sino que llegará a saber QUÉ es la poesía, que es distinto. Se puede llegar, de verdad, los datos están todos en ellas presentes, aunque es cierto que habría que entretenerse mucho en indagar. Yo sí sé lo que es Poesía. Pero la poesía no debe explicarse.

La poesía sólo debe "decirse", con cualquier lenguaje que a manos se tenga, aunque sea con el de los hechos, o mejor aún, especialmente con el de los hechos, aunque para éste no celebren certámenes ad-hoc. Bueno, sí existe el mayor certamen posible para ellos, el de la vida.

Un hombre ha escrito un sólo cuento en su vida hasta ahora. Ese cuento se titulaba "Cuento para mi hijo", un hijo que aún no había nacido. En él le explicaba, bella y literariamente, quiénes eran los lunáticos y por qué se les llamaba así.

Hoy hace 24 años que ese Poeta me dijo por primera vez "te quiero", y el caso es que ninguno de los dos caímos hasta años después en la cuenta de que EL HECHO coincidió con un día de San Valentín (valentín, valiente, qué casualidad, ¿verdad?).

Ni siquiera hoy lo he recordado, el detalle, hasta el momento de hacer la segunda fotografía.

Hoy el poema de esta entrada es "todo esto" dicho.

Sofía Serra, 14 de febrero de 2010

Post scriptum al poema:
Feliz conciencia sobre la poesía, amigos, es lo que os deseo de todo corazón.

sábado, 13 de febrero de 2010

Guitarra

Voy a intentar hacerme con esta partitura.

Dedos como vasos, alma como la del cántaro




Recuerdos



Sonido al vuelo y la guitarra:
los acordes,
el punteo,
el olor a humanidad y madera que humea desde mis dedos
hasta resonar en el blanco mármol de la escalera.

Diatribas,
diablillos infantiles, tan ruidosos en sus carcajadas bellas
que obligan a convertir las aulas en jardín,
en compás, en Américas recién conocidas.
Sonido tan quebrado,
tan conocido por mis recientes uñas,
tan alondrado
que mi alma solventa los aires negros
y suspira, respirando en quietud
esa paz de orilla,
de mar atlántico,
de horizonte resucitado
de rasante salinidad.

Suena en tu olvido,
en la pared familiar,
la mano cálida y corta,
tan presente y quieta ya,
que espera en reposo volver a la raíz de su tronco,
árbol de santo,
de frutal sonoro y arisco a mis cuidados.

Y en vaivén, en tu risa
de seis surcos
labras el aliento del alma con la aldaba de la aldea...

Viven ferias y primaveras que me alimentaban.

Sofía Serra, 2001

Poesía

Llevo varios días pensando hacer una entrada en relación con lo percibido, vivido en torno a un encuentro con un blog relacionado con la poesía, pero finalmente opto por no escribir sobre ello, tal vez salga en algún poema, tal vez en alguna fotgrafía, o tal vez simplemente me dedique a leer el diez minutos que hace muchos años que no lo hojeo.
Prefiero dejar el enlace y que cada uno extraiga sus propias conclusiones, si hay interés. Podría adobar esta entrada con palabras que me han llegado por correo, con palabras que he dejado en otros blogs de poetas, podría dar mil y un detalles, y hacer visibles mis reflexiones, pero no está el ánimo de una para ello. Lo que para unos es divertimento o simple trabajo que los encadena a las miserias de este mundo sin que sean capaces de percibirlo, para otros es esfuerzo y pan de vida, y yo, hoy al menos, necesito alimentarme. Y hoy, al menos hoy, tengo la sensación de que sólo puedo alimentarme de mí misma.
Aquí el enlace, aunque recomiendo el blog en general, muy encarecida y sinceramente.

http://criticadepoesia.blogspot.com/2010/02/premios-mejores-poemarios-2009.html

miércoles, 10 de febrero de 2010

Descanso (malva)

Título de la fotografía: Mauve



Al piano del Vecino de arriba

Calló./
Pervertido el orden del sonido, en la umbría entre el techo y mi suelo,/
se abandona a la vereda musical conformando lluvia de sostenidos en el reverbero de las docenas de campanas que en mi alma habitan./
Del piano no nace la música./
Hoy resuena la ardiente festividad desde el piélago profundo, que ya duermo plácidamente sobre las ubres saladas de las manos candorosas./

Cruje, cruje, cruje el porvenir. Cruje porque se rompe./

El sostenido, mis dedos,/
la justa y la presa, el nacimiento que ondea la bandera curva,/
la curva que activa a mi alma para que cante la inofensiva melodía que a mis oídos llega./
Que ya no calla./

No va más tras el asomo del “tú recuerdas”/
que la memoria incansable, la sombra que nunca se aleja,/
vaticinando el cauce que le has dejado abierto a las estampas hacia tu avenida./
Ya se desperezan sus niñas morenas, las hijas de la grávida matriarca,/
al sol mañanero rielando sobre las sábanas blancas./
Las negras palomas de sus iris que, risueñas, te dan las gracias,/
proyectan el brillo de sus ojos/
sobre tu frágil estuario. Que ya no habitó el hombre; ya no fue más el olvido./

Ya murió la inerte roca, la condenada reclusa./
Ya reverdece el paisaje yerto del asolo sobre el mismo desconsuelo/
de alma preñada abierta al asombro./
Ya levantan los muertos: ya sólo existe el recuerdo./

El de no vivir, el del pervertir para fustigar./

Y aquí, en vida, hallo la somera estancia que me albergue y humille,/
la ligera brisa que me alivie./
Un canto de solaz como el del piano./
Un sueño que llegue tras esas manos celestiales que algunos días vuelan delante de mis pupilas./
Una misma vida para dos, manos./
Un gemido bajo el retumbar del abandono./
Un soplo para tus pulmones./
Un atisbo de gracia en esa ventana de tu alma dormida, bella alma dormida resonando./
Un resurgir bajo el trono de los que poseen, un vivir sin caer, un reencuentro con las tuyas.../
Un descanso./
Un temporal descanso./

Sofía Serra, Febrero 2010

Bo-febrero

Una fotografía de hace apenas unos días y un poema de hace algunos años, sólo por poblar aunque sea con un pequeño esqueje mientras ando enrevesada entre las correcciones, los esfuerzos y las voluntades. "Canto para esta era" en realidad, el poemario que actualmente estoy corrigiendo, comenzó a germinar hace muchos años. Sin pasado somos mucho menos.

Siempre que titulo, por azar, una fotografía o poema con el nombre del mes corriente, no puedo evitar recordar a la novela de Mugica Laínez, "Bomarzo". Es de esas joyas que afortunadamente se le quedan prendidas a una ya para siempre. Pero aprovecho para recomendar la lectura de sus Cuentos completos, dos volúmenes en Alfaguara, que es la edición que tengo. Me la regaló mi marido hace ya también algunos años.




Título de la fotografía: Jardín de invierno azul


Febrero

Febrero se ha ralentizado como un motor,
como una bomba sin escape ni algarabías.
Febrero, quieto, da más alegría.

Febrero ha frenado su alma con sus ruedas en el barro,

y, siempre, en compás permanente,
mis brazos se liberan acostándose sobre la yerba.

Febrero en respiro de sur se alba en mi conciencia.
Se ablanda la tierra para mis huellas humanas.
Febrero clama sobre mi frente

entonando la sinfonía de las sirenas,
y mis oídos, prestos al sacrificio,
aletean sonoros por la calma futura.

Febrero parece que no huye,
sin sol y sin agua, sin ventiscas,
para poblar el vacío, para hacerme el paso,
para refrendar las luces, las mentes,
inundar mis amadas fuentes,
labrar mi tierra de tus pies sonoros,
preparar la mesa para nuestro almuerzo.


Febrero lame,
tan corto y tan tierno,
la herida de este año largo, infinito, dueño de ajenos petróleos.
Febrero se estira calmoso
para cubrir el abismo sólo cierto para mis ojos.

Sofía Serra, febrero 2003
 
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