Se me han saltado las lágrimas al ver a mis cabezos amarillos, en dos ocasiones aparecen, una por el principio y otra por el final, con su torre derruida y todo. Pero la sevillana es preciosa, de las que más me gusta bailar, siempre me emocionan. Demasiado. Siempre.
Y no me los esperaba.
He llegado casualmente a este vídeo.
Todo me lleva.
El poema camina y yo lo sigo
Cuando consiga una nueva cámara será lo primero que haga, como sea, me iré a pasar el día retratándolos. No puedo más. No puedo más. NO quiero poder más.