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miércoles, 26 de noviembre de 2014

La gema

La gema

un caer en desgracia
como la afilada cuchilla
de guillotina rueda y saja
la pelvis de tantas pernoctas
al pie de la torre, a la vera
del manantial de la espera.
Los cañaverales rotos y
las enhiestas ingles, una hoz
desbroza el unísono canto,
la mendaz tarea de pescar
en el arroyo con las redes
de altura,
con lo que pesan,
con lo que sufren los brazos
cuando el barco aminora
su paso por mis oídos.

Porque llega la orilla.

Mi cercana aturde un misterio
hecho gema que recojo:
el cristal erosionado
de un culo o un cuello
de botella verde,
la esmeralda que el mar me regala,
la que ni en tíffanys encontraría,
la obra maestra
del Océano.

(Se puede ver otra fotografía sobre el mismo poema AQUÍ)

martes, 25 de noviembre de 2014

El río viejo I

El río viejo I

Habituada a todo
tramo entelequias subidas
de nombre te engolfo, te encabo,
te arrío y encauzo, río bravo,
te avino el poniente
como lametón desde el juego
vendido entre cárceles.
Los cabezos se agrupan
en los márgenes de tu página
imantada por el sol de la lluvia,
cuando sólo soy yo,
blando y unísono excombatiente
de la guerra contra las piedras,
la venerable escritura de la montaña
que ríe pendientes con lamentos
por hacer qué queda.
Me abarco tan solo
sugiero la planicie que me ama.

habidas voces se inventan
solitarias, regueros de luces
que discurren sobre salientes,
las estelas de los caracoles
pavimentan los caminos
como luciérnagas del día.

Trasladé aminorando la marcha.

Ven y arróstrame
como muerto peso
pesado en tu balanza.
Sopórtame,
tus rodillas me aman,
soy blando lodo y mullido
suelo y solo para tu corona
de cruces.

Río enterrador de las tramas
ambivalentes, a un lado,
tú, al otro, el horizonte
amarillo y la soledad
o yo.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Las seis de la mañana y sereno

Las seis de la mañana y sereno


las seis de la mañana y sereno
se posa el efímero poblado
sobre la loma de arena,
las sienes del amanecer
sonríen hasta abreviar juntas
el abismo de las nocturnas
paredes. beben verdes
las campanas a las seis.

enemiga empresa, no sé si noche
o día, cantarás donde todos
duermen maitines y vienes
a las seis de la mañana y serena
me poso en tu lengua
camino del pálpito de tu alivio.

las seis menoscabas y sereno
qué voy a ser yo si menos soy
que una pluma de almohada,
tan pequeñas, tan miles, tan decoroso
me arrastras por el extravío
de un mínimo encendido de verde
que se estrelle contra la hazaña
de haber nacido como flor
que se adoquina. Aglutinar
aquí sin amor ya viejo o sereno,
vivo en los intersticios de tu columnata.

Patio de luces esta Gran Edad
tan cercana a la noche
en la que el mundo de antes
dormirá para siempre.

jueves, 20 de noviembre de 2014

La blanca paloma (o el rocío)

La blanca paloma (o el rocío)

va y se gusta venganeando
no sé si una parra
o la tal astarté que sembró
posaderas acá en las dunas.
De aquella vez a cuando
el viento la rastrilla,
el lujurioso encanto usa
polvo de arena entrecruzándose
con el azul dominante
aunque nieve volando.

Algo me descuella
al verte venir.
la túnica con la que me vistieron
los pájaros hace aguas, se desnuda
rociándose toda ella la-
mentando la piel
que me cubría.

comencemos por este debatir
en primera línea tu labio
me indica averiguarte,
sobre-salir dentro
de tu boca.

Que me bebas.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

te sin acento

te sin acento

y un amor que quiera
que el Amor me quiera:
si intentas que se ruborice
ese pezón que se enfrenta
al viento, más te vale
averiguar su justo límite
en la yema de tu dedo.

de más está
decir que te diga
que siempre digo:
el te es el
que aparece siempre
de menos.

lunes, 17 de noviembre de 2014

el sur

el sur

a ciento diez años luz
o tal vez menos es más
en términos geocéntricos
hoy os diré del amor hoy
mis ojos han sanado.

mi boca está limpia,
mi frente también.
la rosa soleada
abrió simple y llana,
como una meseta llena
de tiempo.

Vengaremos el ocaso
y los bueyes podrán
seguir arando allá
a nuestro paso el horizonte
de nuestro norte.

no me equivoqué de lugar,
el estuario se abre a costa
de paz a paz de pino
y arena, peces y olor
a ti.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Juicio final

Juicio final

que-
da
nadie
por eso

exploro las sombras,
para saber
qué
hay tras la ausencia
es necesario que habiten
otros hombres otros cuerpos
quizás
aquellos
despellejados por las manos
del púgil miguel y ángel
que los expuso en la pared
ante Dios y ante el infierno.

y ante nuestros ojos.

ya sé que hablas
de amor de
esperar
de para
qué.

sábado, 15 de noviembre de 2014

El potro griego

El potro griego

ajustaste el porvenir,
relojero inquietante,
cuando los candados se cerraban
y el mar se abría.


Viento a solas barajando
cada poro de tus pómulos
como dos pechos de kore
o muchacha griega
descubriendo
el aturdido arroyo
que lentamente golpea
cada roca brillante
que acaricia el musgo
oteando a nivel del agua y del aire
la isla sumergida y acuosa
que moldearon los gigantes
de tus dedos y tus labios
y tu ojeriza vendimiada a raíz
de largos cortos, desde la orilla
hasta el cabezo: Verte y verte venir
abrazado siempre a mí misma.

Habitación cálida
de recurso extra vía
que te amplía el cauce
de este lecho de río
que hoy desemboca.
Llanto perpetuo por amor.
Llanto de minusválido soldado.
Llanto compungido de militares entrevistas
sobre el vello que les cubre la piel,
y un devenir y un sortear
y un kilómetro justo vertical
de esta sin pies pausa.

Veneraremos a los dioses
cuando éstos hayan partido,
y yo, virginal entelequia de la costumbre,
acomodaré los pliegues de mi falda
al sondeo preciso de tu mano y tu deseo.

Y verteremos lágrimas de cable
azul y verde como el mar caribe.
El golfo del león quedará al frío
de la navaja, y otras dos bocanas
de mar se fundirán en la buena rutina
de la tierra de crear océanos.
No habrá bandido ni bando
ni tronante bestia BI-famante.

Vuelve el hombre y la yerba vuelve
sobre las sonoras flores,
vuelve el generador del símbolo preciso.
Sin seguidos el mar se hace
y el río vuela ya cansado y completo,
ya sin sentido de sí mismo.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Acceso

Acceso

esas pequeñas extremaunciones
con las que designas el dedo
de tu boca afila génesis
para que nos amemos,
algunas veces, algunas más
sobre tu ungida noche
sortean peregrinos
sobre la piedra calva
con apenas polvo,
y aquí, todo mar,
cuando yo te veo todo mar
cuanto tú me miras todo mar
cuando cabeceo abocada a ti
todo mar y ese vello que asoma
por tu axila todo mar
desde mis bebedizos de hambre
de tu garganta, paz
y aula cerrada
tu cóncava carne
entre mis manos todo mar,
todo mar y la arena junta
y viva junto a ti
y mi sereno.

que en un mar, y en este todo mar,
te acceda
la serena suerte de sentirte
amado.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Absolutamente tú

Absolutamente tú

tanta calma deshecha
al abrigo de tus prisiones
o presas o presiones suertes.
me desmadejo llegando

mientras hizo sólo sufrir.
te soplo discretamente
cabizbaja y ojerosa
se adhieren a mis costillas
hombres hermosos ha, se los llevó
la enfermedad pandémica
de

darte el lugar

tiene nombre
de silencio, óbito
de una propia muerte.

… En qué consistirá ser tú.

el mar y la estocada
en la arena…

la redundancia absoluta
y el desencuentro constante
encuentro de mi absoluto.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sino abrir los ojos

Sino abrir los ojos

a dormir, corazón,
cantaba la canción.


Posar mis ojos en tu instante,
descubrir que el mundo
no se hizo en un día sino
en tus cuatro extremidades,
solventar aritmética de relojes
y gusanos universales horadando
las paralelas estancias que habitamos,
remedar sin pausa la lentitud de la flor
al abrirse, el remero de las olas
al habituar al mar
con su vehemente persistencia
y comunicar que no somos dioses sino
algarabías devaluadas
por nuestra especialidad en menospreciarnos,
y, así,
decaer nuestras manos
hasta que el otro no las halle.

Eso he vuelto a descubrir
hoy, nuevo hoy, el abismo
de nuevo, tu soledad.

lunes, 21 de abril de 2014

Dos a falta de uno, para Medusa



Medusa

Nadie me ha regalado un ramillete
de flores que llevarme al pecho.
No sé, la vida
sucede tantas ocasiones
tan injusta con las diosas
que no son de mármol…

Pero en Carrara triunfé.
Me aplastaron la ingle
como una lengua
de sapo. El príncipe
afiló su cincel
y el bloque de una tonelada
se desprendió de la cantera
limpia y mansamente.
Entonces llegó Miguel Ángel
y encontró su David
y su fama.
Pero tampoco me regaló ninguno
un ramillete de flores.

Siempre estoy sola
y aún no sé
en qué consiste la soledad
salvo en estar
sola, algo descabellada
—cada vez menos
sierpes me quedan—
y hacer Arte con mi mirada.


Aquí su ramillete desde dos ópticas (máquinas distintas, móvil y cámara)


Un ramito de flores para Medusa (I)

Un ramito de flores para Medusa (II)


AQUÍ un mínimo sobre el mito. A destacar una interpretación: No nace de ella el terror, sino que es ella la que nace del mismo. Curioso... O quizás exacto. El miedo del ser humano provoca la "fealdad".


 
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