El adobe
Todo Barro Soy todo
tierra toda agua
y piedra.
Una calle
cualquiera que mira
se deprime como la derrota
de los amantes antes de enaltecer
su deseo ante el fuego.
Los fuegos de artificio no calientan,
la mentira del arte preside
nuestras pupilas y nuestros oídos.
La maravilla fácil convence
a la estrellas para retirarse.
Solo un soldado permanece
mudo ante la espera de su vuelta.
Permanece, él siempre permanece
en la sentina de la calle,
bajo el piélago de mirones
y adoquines, se compadece
de la torre: ella nunca puede
tumbarse ni doblarse ni ovillarse
a refugiarse a descansar
por muy de barro moldeable
que esté hecha. Cocieron
el adobe a fuego de infierno,
allí abajo, en la sentina de la calle.
Tú de piedra, tan dulce y tierno,
yo de barro, tan amarga
y nada dura todo blanda
me hace corteza
de hierro orinado:
Lloro como una enana blanca
a punto de ser
super-nova
de barro.
(De "Los restos")
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