Los jaramagos
Qué sola y triste
queda la mentira
cuando la verdad
la oculta.
A pesar de pesares
como tú, nos florecen
vejigas en las plantas
, leviatanes escondidos
como pequeños duendes
que nos hacen las cosquillas
necesarias para poder seguir
continuando vivos
maltrechos, o tú, sino,
porque la penuria de tu sino
es el menos de ti,
y no importa hallazgo
si bebo del manantial.
Ellos admiten dádivas, generosas
pulsaciones sobre el terreno frío
de la mula andante y negra.
Ella aplasta con sus herraduras
las flores amarillas cultivadas
erróneamente como especia.
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Gracias por compartir amiga...un abrazote.
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