viernes, 26 de junio de 2009

El paraíso imperdible







Título de la fotografía: Adán antes de ver la hoja de parra o canto a la ingenuidad

No soy Eva. Ni Beatriz

Suerte de este amor bello que me permite contemplarte.
Suerte de este cuerpo de mujer que el azar genético conquistó para mi alma,
que me posibilitó engendrarte, construirte, albergarte en mi centro sin haber tenido que
introducirte en él.]
Suerte de suertes irrazonables que irradian la belleza de lo extraído de la materia viva,
palpitante,
llena de sanguínea flor de vida, inefable habilidad por la que los sentidos,
harto claros,
inteligentemente dúctiles, maleables, hacedores en mis tersas yemas
de preñez plenas, culminan su indestructible afán por aprehender la intangibilidad
de los azules conquistados con las hormonas por bandera.

Beso tus pies,
con suerte de que al hacerlo, beso los míos, como al liberarte de mi seno te acaricié con las livianas manos de la libertad que para ti construí, yo, que sólo sé arquitrabar ideas.]
Suerte de magia terrena hilada en el sentido de las verdades honestas con el ser y la materia viva plena de omnipotente energía, fuerza, arrojo, valentía, ingenuidad humanas y buenas.]

Sin el perjuicio de las lenguas sin boca, yo puedo amarte,
adorar tu cuerpo,
beber de tu mente y hasta instruirte en el hambre.
Suerte mía. Suerte buena de ser tu madre.

Suerte de que todavía habitan entre nosotros, ángeles pre-claros,
seres que a fuer del ser, más que transparentes, crean la luz.
Y con ellos nace la herida en las opacas impertinencias de los ritmos simétricos,
las logo y loco-ritmias batidas a fuerza de esperpento humano que se autonombra,
doctores encauzados en la circunspecta utilidad de las etiquetas,
descorduras disfrazadas de monjes genuflexos y monjas desorientadas, desubicadas, perdidas del único arrobo del ser de hembras,]
quimioterapia renacida desde sus propias células suicidas,
leyes circunscritas a su propia osadía, que ni osadía ni oleaje borrascoso,
sino tibieza de propio ser fútil y filamentoso, gusanos con estirpe de villanos.

Suerte que tú, Dante, alquimista de nuestra belleza cercana y plena,
pariste especie procreadora de adalides seráficos que con sus alas flameantes arrasan
la, parecía, inabarcable, inderrotable, intocable alambrada de espinos zarzales secos
que separaron al Paraíso del ser humano.]
Y que hoy ya humea.
Huele a ceniza y polvorín mojado por las lluvias doradas, u orinas, de todos los seres claros.]

Suerte de que el álbum secreto de la vida nos depare la espléndida visión de la cristalina
sombra blanca.]
Suerte que poesía y utopía caminen con los pies calzados con la imbatible consistencia de los lugares creados a fuer de amor, de luz,]
maternal costumbre de la Ingenuidad,
siempre pretendidamente materia imperdible de mi ser de poeta.

Suerte, buena suerte la mía.

(Sofía Jesús Serra Giráldez, Junio 2009, poema de un nuevo poemario)

Se puede leer más sobre este post aquí

[Edito con posterioridad, el enlace aparece roto. En este mismo blog se abunda  posteriormente sobre este poema. Nota importante: La vita nuova (Dante)]

miércoles, 24 de junio de 2009

Verdadero afán

(Título de la fotografía : Hermanas adelfas)


Adelfas hermanas de la vida


Qué mentiroso afán se descubre en el porvenir de las huellas quietas,
las sin paso, las fósiles, las abocadas al silencio transmutado,
al agorero desencanto,
que no son las nubes culpas yertas de nuestras futuras agonías,
sino ejército sublime de la bondad manifiesta.
El cielo, afanado en su cultivo, perfila a las adelfas;
las adelfas, las organizadas hermanas de las humedades reservadas,
las hábiles súplicas de las piedras que abastecen al azul henchido de florido albor,
la sempiterna juventud de la tierra en su plena madurez de tierra quemada y vida oculta,
señalada,
habituada yo, ya, a nuestra ceguera.
¿No veis cómo el cielo habla?
¿No se contempla la señal manifiesta de vida?
¿No es evidente que, en gentil pareja, el blanco y el verde concuerdan con el orden de la tierra
herida, la gallarda pleitesía que nuestra existencia justifica sobre al azul profundo, culmen
del Ser Valiente?
…Qué inoportunos, hueros e inútiles resultan los nombres que me disteis,
depositando en mis manos cestos que para nada sirven,
sombreritos de paja que ni para el sol, ni para el agua,
desposándome con ellos, amarrándome a estúpidos sortilegios, cuando,
efectivo ejemplo es que lo contemplado
requiere más pertinencia que lo razonado.
Puesto que azul profundo adviertes, no desdeñes la espera en redoblada alegría,
que las adelfas se nombran con lengua antigua de fraternidad,
que son ellas las que vivifican nuestros desiertos muertos y agostados,
aquéllos que sólo la chicharra sostiene.
Yo digo que sí, que los milagros existen, y que ellos son porque los creamos.
Y con ello y por ello, amenazo:
adelfa significa hermana, y yo, que verazmente deseo la muerte de la rata con forma humana,
hermana de la muerte soy.
Con febril, y humana, valentía.


(Sofía Jesús Serra Giráldez, Junio 2009)

viernes, 19 de junio de 2009

Sevilla

(Título de la fotografía: Atardecer en Sevilla)


(Tal como te guardé en mi recuerdo ahora que reapareces)

Sevilla


No quiero hablar de ti,
ciudad,
porque si te nombro,
te olvido como tantos otros,
...como todos tus fieles hijos...
Y yo me ahuyento de tu recuerdo,
y me velo con tu cielo,
¡por mi duelo!,
por esconderte en la robusta tierra de donde nacida,
te dan tumba.
Te pintaré
con las nubes de tu alma gris, amasándote sobre la certeza de mi conocimiento.
Enlosaré tus calles con los tacones
que en mis pasos quebré en tus charcos,
en tus rubias tardes,
en tu alma de doble faz, azul y blanca,
interpuesta a mis ojos y sus llantos.
Escalaré por tus ladrillos
ablandando con mi mejilla, pegada a ti,
los vértices fríos de la luz sin pausa, de la horma caballeresca,
de la risa sin sonido de las bocas de tus mal llamadas hijas.
Abandonaré, al desconcierto,
los mil recuerdos que entre tus hojas de verde primaveral revolotean.
Y lameré tu agua,
beberé el fresco de tu piel naranja,
de tu solana amanecida,
de tus paraísos veraniegos
musicados en mis sienes celestes.
Te alimentaré con tu olor caliente y leve,
con tu aroma de yerbabuena amarga.
Sucumbiré contigo plena, manifiesta y llana.
Como tú.
...tu nombre es obvio,
pero tu vida, tu vida sólo se encarna en los centros,
...en los centros de algún corazón rojo de puro duelo.

(Sofía Serra 2002)

sábado, 13 de junio de 2009

The Rainbow`s warrior

Título de la fotografía : The Rainbow's warrior


(Que no es poeta quien mide o rima,
sino quien de otro modo mira)


¿Qué será de mí si no puedo contemplarte más?
¿Que será de mi ser humano, nuestro,
si no estás…?

Mas ¿qué importa eso?...

¿Qué será de ella si, siendo otra, ya no puede alimentarnos, ni habilitar nuestro sobresalto, o nuestra injusticia, no importa, nuestra vida, porque su risa habrá muerto con otro nombre?
¿Qué será de nuestros ojos si el azul arbolado de su manto se convierte en hermosa tumba de nuestros reyes?
¿Cómo podremos mirar si no existen ya los otros páramos, los inocentes?
¿A qué mirada responderemos, tú y yo, si no nos perdemos en el mar salado de las no-lágrimas?

Albura, como la nada,
semejante paraíso inconcebible ni para mi agente.

Orden de animal alegre y vivo, orden de sustancia en nuestro beneficio.
Orden sin intenciones,

¿ a qué me asomaré sino a la ruina cuando tus columnas
se doblen dejando caer el templo de tu audacia,
cansadas ya por la distancia,
enorme distancia,
que separa con nuestra culpa,
tu agua de tu agonía?

Inestimable madre elefanta:
Bordo un arco iris para ti, y para tu cría,
que el arco iris se borda con hilos de color verde .

(Sofía Serra, Junio 2009)
 
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