martes, 21 de agosto de 2012

"El albatros", traducido por J.C. Sánchez Sottosanto

Una traducción que Juan Carlos Sánchez Sottosanto regaló a mi hijo. El poema de Baudelaire, fue uno de los que casi inauguró "El cuarto claro" cuando aún se llamaba "unrealand", lo subí para homenajear a mi hijo por un feliz comentario, dada su edad por entonces,  que había tenido que elaborar por motivos de estudios sobre el texto literario.

Cuando pienso en el dificílisimo arte de la traducción poética no puedo dejar de concluir que de ella ha dependido, con creces, la derivación hacia tal o cual estilo literario en el país de "vuelque". Cuando leo este poema en la traducción de Sánchez Sottosanto, no puedo dejar de pensar que muy probablemente la decantación de ciertas corrientes poéticas españolas hubiera sido muy distinta caso que desde primera hora hubiera existido una como esta, es decir, fiel no sólo al fondo sino a la forma en la que el poeta lo concibió.

L'albatros

Souvent, pour s'amuser, les hommes d'équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

A peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l'azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons traîner à côté d'eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu'il est comique et laid!
L'un agace son bec avec un brûle-gueule,
L'autre mime, en boitant, l'infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher.


El albatros

Por divertirse suelen los hombres de equipaje
Cazar a los albatros, grandes aves marinas
Que siguen, indolentes compañeras de viaje,
Al undoso navío sobre simas salinas.

Apenas los arrojan encima de cubierta,
Esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
Permiten, lastimosos, sus alas entreabiertas
Como inútiles remos yacer a sus costados.

Ese viajero alado, ¡cuán vil e inoportuno!
Hace poco tan bello, ¡ahora cómico y feo!
Con su pipa de a bordo le quema el pico uno
Y otro del que volaba imita su rengueo.

El Poeta es semejo a ese rey del nublado
Que se ríe del arquero y cruza torbellinos.
Exiliado en el suelo, por la turba abucheado,
Sus alas de gigante le impiden el camino.


NOTAS

“Hombres de equipaje”, trad. literal de una expresión francesa equivalente a marinero.
“Alas entreabiertas”: lit., “sus grandes alas blancas”
“Pipa de a bordo”: brûle-gueule, pequeña pipa de los marinero bretones.

(Por Juan Carlos Sánchez Sottosanto. Ver AQUÍ)


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