Al sur del Alentejo, a Portugal
Más allá del Tajo
no llegó el oro de Europa
con sus fondos feder-
er su… al sul
de más allá del Tajo
las encinas son ufanas
naderías oficiadas no sé
si por las cabras
o una motosierra gigante
que alenteja por abajo
y por arriba sus copas
negras sobre el amarillo
suelo y la tierra del escarbo
gris, tal vez la ausencia
que diera lugar al milagro
de servicio a la puerta,
resto que me extraiga
de esta vil onomatopeya
entre la legumbre y la ley seca
de un norte que sólo existió
unos miles (da igual cientos) de años
después de que inventáramos
los turdetanos el garum.
a otro tal felipe
y a un poeta encam(o)ado
debemos esta grieta
que separa, que ataja
un grupo o pueblo
que llamaron hispano.
Portugal reúne
mar y aroma de marca
con la que me friso
—también Saramago lo hizo
para surtirme de una metáfora
en la presencia—.
Que dios mismo bajara,
de norte a sur,
y dijera si es natural
o designio divino, él sabría
sobre sus mismas tropelías, quizás
una fruto de sus tantos poemas,
que por cuatro reyes (tal vez menos) y un poeta,
tanto nombre diferente,
tanto artificio de grieta para una novela,
tanta frontera y distancia
entre los feder encauzados
entre huertos y castañales
y esos que nunca llegaron
a mis pobres encinas
con forma de lenteja.
Sofía Serra (De La exploradora)
Tweet |
Las fronteras son cicatrices en los pueblos.
ResponderEliminarUna delicia de poema. Muito bem.
Beijos.
Una delicia es tu presencia, querido Eloy.
EliminarGracias.
Un beso