Como un silencio roto
por sonido alguno centro
lo que de sana
me costea,
sorprender a la luz fundiéndose en la sombra
del asterisco que rueda por los adoquines,
espuela o nivel de bicicleta en audífono
estallido, algún precipicio entre los dientes
y una bilocación extendida
en las venturosas sienes
de gomaespuma amando
el avellano entre mis puños.
olía a pan e higuera cuando las madreselvas
florecían allá en agosto camino de la otra
cúspide:
con un gancho
de mi izquierda
pierna voy
derecho vienes te
entrelazo en la anchura
de mis caderas
trapecistas
en las lindes y no hay cuerda floja
que me resista ceden
bajo el peso pluma
o ala, yo, ave niña,
cabalgo a lomos de tu
músculo de cereal
de invierno todavía
de cualquier año aunque no
llueva el mar verdea
terreno para cuadrilátero
huerto de mi verano.
Sofía Serra (Suroeste)
Tweet |
No hay comentarios:
Publicar un comentario