domingo, 25 de marzo de 2012

Al Través

Correcciones La dosis y la desmedida

Al Través

Pequeños signos cantores
tan mínimos y desfallecidos
como la consigna asediada.


Al terminar, se deduce la escafandra
o la tensión arterial obstaculiza
los privilegios del paso de la sangre
libre por sus regueros de vino:


una prebenda y un pusilánime sentido
del estorbo. La juventud y la luz
sojuzgada por otros destinos,
paradisíacos o no, se sometieron.
Encontrar, más allá, agranda los ojos
de burra tiene los ojos, tan grandes y
francos como los de Platero.


La libre calma abierta a toda la duda,
la duda piedra perdida en el río,
la rueda en la quinta avenida borbotea
orgasmos a toda pleura.
Quejumbrosos soldados
quedan a medias
hundidos en el limo aceitoso
de la memoria y en el huérfano descuido
que se trabajan lentamente, se horadan,
se inmiscuyen entrambas superficies
por doquier, superficie fundamentada.


No existirá un solo porvenir
al que asomarse si las juntas de hielo
permanecen congeladas. las barcazas hacen
el tiempo que atravesó el lago navega
rumbo al sol acometido
por las olas de la pregunta,
¿qué mar más bello sino?,
la eterna pregunta de si
no somos nada, no somos bajío,
ni orilla, ni probable respuesta.
ni cuestión, nos advierte el mirlo
entonando su pico naranja
de fuego derretido en el mar,
la cuestión, comunicar
perdido el rumbo.


… la quietud de la saliva.
Sí, ¿por qué no?


No te escindí
y una luciérnaga boca pasea
por el
lúcido hilo. Quieta emprende
quimeras
queman
pueblan.


Irrumpes verbo claro.
Balanceas.
Al través
de un allá
hasta aquí.

Sofía Serra. De la dosis y la desmedida

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