lunes, 17 de enero de 2011

Sólosol (corregido)

Otro corregido de "Los parasoles de Afrodita". La verdad es que me llena especialmente, entre otras cosas porque recogí sin querer varios conceptos, o vocablos, que son recurrentes en mis poemas, y sobre todo me alegra especialmente haber retomado de uno de mis primerísimos poemas "seriamente escritos" ése de "lobezna" que parece recurrentemente en mis primeros poemarios, aquí con otra luz, con otra fuerza, ;).

Sólosol

Voy a morir para mejor nacer.
Voy a dormir para verte hacer.
Soy sólo luz, amor.
Soy la que soy sin ahuyentes,
soy la fuente viva que consumo y doy día a día
desde mis fosas nasales hasta mi matriz siempre colmada y anhelante
de alma labradora y bomba corazón que riega las células
con sangre y agua y sales de mí
al extraerte, nula yerba, débil árbol
sin raíz de parte a parte,
de simiente inasible,
de sol símil de sial alumbrado por los nifes expandidos
que cantaron por tu boca a tus ramas secas
de abandono, de ultraje por la interna tierra.
Tan alta te llego,
tan alta te abarco y te escarbo,
con mis manos y con mi frente,
que, desde fuerzas de acero convertidas en sangre madre,
como Lobezno me integro y me revierto en la lobezna
que me subyace a todas horas,
de tiempo a tiempo, gravitacional en sí misma, llena y correspondiente.
No con uno, sino con los cinco mil millones.


Como aurora, como aurora.
Como noche, como noche.


Como atmósfera dando aire a todo el orbe.
Libre sol, libre alba soy de osadía en esta tierra tan tierna y llena de memoria y descuidos,
tan humana, tan caliente, tan salobre
que te saca de tus sales,
y que pasto de las llamas seas, por seco
y por semi-divino venido a menos.
Yo peleo por lo que no tiene nombre,
que no es fluir que no es amor que no es verso es
llegar,
es que sólo salgo, ¡sal!,
ceniza embriagada de marinos vientos
con tiempo sin velocidad de presencia salvo cuando estáis.
Yo sólo amo Lo que no puede nombrarme.

Sofía Serra, 2010

domingo, 16 de enero de 2011

Orbe

En Agosto escribí un poema donde introducía la expresión "ya llegó la azafrana vestida como canto", aquí. He fotografiado muchas naranjas en mi vida fotográfica, empecé con ellas en el campo hasta que seguí fotografiándolas en la ciudad. Cuando he llegado a esta serie de últimas fotografías, que para mí inauguran un nueva etapa que aún no sé si tomará aspecto en forma de nuevo poemario, se me vino al recuerdo ese verso. El teñido del azafrán es similar al del color del albero. El pistilo de la flor del azafrán es similar en color al de la naranja, van del rojo granate al naranja (he sembrado sus bulbos, y recogido sus pistilos, por eso sé de lo que hablo).  También he pintado zócalos con pinturas de color albero, en el campo. Tiene una ventaja este color, hacía que las paredes permanecieran más tiempo sin resto de las manchas que el color de la tierra suele dejar en otros (blanco, gris). El albero es un tipo de piedra, roca, sedimentaria, cuyas canteras sólo se encuentran por los alrededores de Sevilla, similar al loess que da nombre, porque lo tiñe, al río Amarillo, China)

(Esto es una verboluz. Remito a esta entrada del 2009)



Título de la fotografía: La puerta
También puede verse aquí en mi blog de fotografía


Orbe

El silencio respira desde la tumba de las sienes.


Me pertenezco hasta donde tus manos no llegan.
Todo lo demás es asunto tuyo.
En este mapa sin norte ni sur,
la última estación
pronuncia siempre
el nuevo estío.


Sofía Serra, Enero 2010

viernes, 14 de enero de 2011

De pronto, ¿pronto?, toda una vida

Sigo con la correcciones de "Los parasoles de Afrodita", a trancas y barrancas, pero sigo


De pronto, ¿pronto?, toda una vida

Mi mar y mi sombra nacen aquí.
Ha mil años que la vieja permanece en el lugar.
Hoy quiere estrenar unas braguitas de colores,
vestir con la falda roja,
celebrar que las amapolas parieron dorados sobre el verde.
Mayo yerba, verde agua, cielo ribeteado con blancos de verano:
La mañana respira levantando el pecho del orbe.
Tus palpitaciones, tu boca alada y la nube de tus dedos
conflagran bomba de oxígeno para este golpe de cuerpo tranquilo
sentado sobre la piel del azul y el níquel de la luz casi estival.


Y así, mientras duele suerte y duele beso,
duele amor y duele verso,
cóncavos y convexos compañeros de estas jacarandas
con flores malvas,
yo me abro a los dorados ojos.
Las hojas, cuando lleguen, poblarán verdades del verde verano:
¿desde cuándo las jacarandas se alimentan sólo de flores?


En este paseo por el amor y la suerte que es la vida,
¿me permitirás ahora sueño y verso,
ahora malva y justa flor,
ahora verde,
ahora música?
¿O habré de permanecer siempre soterrada,
siempre oculta a atisbo, siempre a sombra de las luces?
Jardinera que hallaste tu árbol lumbre,
aún te quedas sin saber 
si respirar bajo el agua
o ya sentarte a cantar bajo la jacaranda,
ya sin flores, ya selva suerte,
ya abanico sobre la piel encendida de tanto amor,
tanto suelo, tanto trigo rubio, tanta honesta sangre:


Soy el mal por antonomasia,
soy la cínica pervertidora,
soy la bestia siempre viva,
ser ausente de este suelo raso sin medida de hombre.
Lo dejo todo en manos de Dios,
en manos de... ¿pero es que existe alguien más que yo?

Sofía Serra, 2010

jueves, 13 de enero de 2011

A una mirada desde el otro lado

A una mirada desde el más allá

De lejos, llegas desde tan lejos,
y tan certero en mi herida clavas
dolor
cuando sólo había hueco
y plasma ya, agua lenta sin ambages,
marea baja.
Aquí bandera o isla,
allá en tu recuerdo,
que es aquí dentro,
un soldado en alguna cueva
bajo la manta de piedra.
Lía un cigarrillo entre sus dedos
mientras yo intento acariciar una mejilla.
¿Con qué nombrar lo que nos separa
si a este arrastre que me suma y me abandona
añado mil gotas de lluvia desvirgada,
(ya con tierra donde engendrar)
morrenas y riachuelos de cantos estriados que avanzan rodando con estrépito?
¿Cuánto habitáculo celeste nos corresponde?


mientras más caminas
hacia delante
más se acerca la memoria
desde atrás


en el borde del precipicio.
Y el mar
brota desde la sima.
Se resquebraja esta lasca
como agrietó esta frente
tu mirada vítrea de soslayo,
de ni un atisbo de tu latido
que ya no bate.
Suelto y al mar.


Así te fuiste.
El soldado permanece liando su cigarrillo en la cueva.
Se ahueca la tierra y yo enmudezco.
Conquistó el alba como
conquistó la bandera en Iwo Jima
mi soldado,
corazón, verde y extracorpóreo corazón.

Sofía Serra, Enero 2011

miércoles, 12 de enero de 2011

Antes de que se evaporen





el mal del poeta mudo


me sale el mundo
por las orejas


*


Amargura


… como la tierra dura.


*


In memoriam


D
Esplazar el contenido de este verbo
Por si así te detengo en mi frente.

Sofía Serra (Enero, 2011)
 
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