miércoles, 17 de octubre de 2012

El principio

El principio


El cordero abrió los ojos
para dormir para siempre.


El secreto

desde un cordero blanco
y penoso blanco lechoso
me acostumbro
y evado las sienes
de lo que soy.
la siesta del cordero
me ha abierto los ojos
secretos que cierro
aunque ya no tenga párpados.
la rosa semántica
y cargada de profundas grietas
abastece el pulmón de tu oído.
qué más pedir en el siniestro
mar de luces.
un canal nos encauza hacia el sumidero.
No hay remedio.

Es inútil.


La soledad lo contamina todo. Dejan de tener sentido la esperanza, la habitación, la huella clara o difusa. Nada subsiste si no es en el otro. Ninguno amamos más que a nosotros mismos. La juventud se yergue abanderando sin recordar a sus padres. Los padres han olvidado a sus hijos. El maestro se queja de su salario. Yo pienso en irme. Mientras tú existas me sentiré sola. Mientras yo misma exista. ¿Cómo nombrarte tú sino es desde el yo? Mientras haya una puerta, el cuarto quedará a oscuras. La rebeldía sólo nos atestigua ante el ocaso del sol. No queda más remedio que morir. La muerte es nuestra compañera, y sin embargo le tememos. A todo tenemos miedo, hasta a lo que nos hace felices.
El miedo es nuestra criatura, la endemia, nuestro cáncer.
El miedo al otro.
El miedo a amar.
El miedo a morir.
Por eso nos asiste la soledad.
Ella es nuestra compañera.
Por eso no tenemos remedio.
Esta es la cruel y humana paradoja,
el secreto que nos revela
como
imbéciles.


El conocimiento


Hoy comienza una nueva vida, una nueva parte de mi vida. Así pongo punto y aparte. Cierro un ciclo comenzando otro que no sé adónde me llevará. El continuo sigue habilitando recursos en mi mente para decidir por mí misma que debó hacer, aunque yo no lo sepa. El qué se impone, el porqué es mi fundamento, el cómo mi debilidad. La debilidad de todos también.
El cómo nos comunica con el otro, logra o no logra abrir el cauce, saltar el abismo, tender el puente.

Este cómo me ha servido a mí hasta ahora. He tenido el puente entre yo y lo que sea que nos sostiene a todo. Por eso ya puedo decidir. Con conocimiento. Segura de un mundo y su lugar y segura de mi lugar en él. mi lugar en él sólo soy yo aunque yo pueda amar. Aunque yo misma sea amor.

El amar es un estado de reposo absoluto, de paz sin fin. Un estado magnificiente. Lo hace todo serio y profundo, consecuente, congruente, en paz con dios y con los hombres, con uno mismo. No da lugar a al miseria ni al dolor. No vomita. Sólo exige verdad. Nos manifiesta. Dejamos de necesitar los cinco sentidos para estar. requerimos tan solo la presencia de nosotros mismos. Nadie llama ni convoca salvo la propia verdad.
La miseria no tiene vuelo, se arrastra pegajosa y hiere la longitud de de las mareas, siniestra lo oculto. Traiciona lo verdadero.

Ser independiente significa ser capaz de amar. Ser esclavo significa no poder hacerlo, no poseerse. Si uno no se posee no se puede dar.

Todo ha re-comenzado. Echar la suerte significa amar, amar es la verdad. Y nada es susceptible de amar salvo la verdad. Todo lo que no es verdad es mentira, luego no es. Si no es, no puede ser amado.

Sólo la verdad hace el lugar para el acto del amor. Sólo la verdad pone en paz al hombre consigo mismo, porque le permite amar.
Hacer lo que debe ser hecho es la verdad. No hacerlo, la mentira.

Acabo de morir.

Vuelvo a comenzar.

Sofía Serra (De Solenostemon)

martes, 16 de octubre de 2012

El sacbé

El sacbé

un diccionario del diablo inventan
sobre la marcha del derretido tren
descompuesta su chatarra como
si árbol generacional fuera,
como si veinte pútridas crías
de no me olvides olvidados
caminaran por la férreas
paralelas que dan cuelgue
a tu hombro, camino de orgía
quíntuple sobre el desatino, mendaces,
lúbricamente escollados
sobre la mampara del futuro
que se acera en el alto horno
de un municipio que ni es munífico
ni principia un tercio siquiera del sol
cuando en su mediodía resplandece.
venerarán depositarios
de alhajas marinas ennoblecidas
por los corales, pero al final—
del mar y la escollera de su columna—
no serán más que óxidos
nitrosos en la espuma de nuestro barco
que veloz dará la vuelta al mundo
con su enorme vela blanca.
Y todas las estrellas mirarán a la Tierra,

y en algún microsegundo del big-bang
una voz detendrá el cerebro de Einstein
mientras él escribiendo ha citado
tiza en mano a la magnífica, en su fórmula
lo dejó escrito, energía es igual
a masa por aceleración
al cuadrado como el hombre,
no hay nave con vela más veloz,
más científica ni amasada,
más certera y cuadrada.

Pero yo soy elipse abierta.
Un nautilus quizás
con flecos de algas marinas
y pozos hemisféricos
y estelas curvas.

Sofía Serra (De Solenostemon)

La sierpe lozana

La sierpe lozana

¿mi dios se llama          él?,
¿mi dios se llama          tú?,
depende de donde        yo
                                        nos sitúe.

ellos buscan las estrellas
y tú donde no estrellarte
las piedras nacieron
para que tropieces no
para que las lances
yo te lanzo mi aventura
sin nombre ni piedra,
tan inverosímil,
tan alucinante tú
desgarraste
la última corteza de tu olivo
cuando yo amamantaba
bajo la lumbre del candil
con aceite que silo en el molino
que tú edificaste con ruedas
tan grandes como tu osamenta
de elefante puro y recio
fondeaste tu trompa urbe
en el limo de mi abrazo
y aquí te enterraste sin saber tocar ya
ni una sola piedra, ni una sola yerba
ni una sola brizna de aire
hasta que asfixiado
cierres los ojos
y yo me nazca en tu muerte
que no deseo será que
tu entierro móvil, la ciénaga de tu sueño,
trabaja lumbres sobre las que amanece
el nuevo día que me da esperanza
y la vida ya
cobra áspid
y sentido
para mi des-lengua
única.

no muerdo,
pero te roen.
Y yo necesito vengarte.

Sofía Serra (De Solenostemon)

lunes, 15 de octubre de 2012

Demencia, un poema de Carmen Karin Aldrey

Demencia
Purgatorio
Lanzas
Ceguera
Pared
Ácido
Tijera
Frontera
Desamor
Renuncia
Alambrado
Ozono
Alcantarilla
Humo
Prejuicio
Mordedura
Carbón
Quemadura
Crematorio

Muros
Muros
Muros

Padre
Nuestro
Que
Estás
En
Los
Cielos

Que
Así
No
Sea
Por
Los
Siglos
De
Los
Siglos

Signos cantores con Isolda

Tenía que llegarme de ella, que lo tiene to' bonito (el nombre, la cara y, más aún, el espíritu), de Isolda, llegarme la alegría de que Signos cantores tiene materia y existe más allá de estos líos y los otros (editar), que ya tiene una casita donde estar... ay, es que me he deshecho de alegría, siento la entrada tan... pues personal, ;)
Muchísimas gracias Isolda, ¡ah!, y no se te olvide lo que te he dicho en facebook, ¿oook?...:))) Tú léelo, que para bien o mal esos poemas ya no son míos, :).

Qué hermoso lugar lo rodea, y qué preciosa fotografía entre plantas y verdes.


Fotografía  de Isolda Wagner

 
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