Filatelia
Descomprimido y permanentemente
hueco levantas preámbulos
de dos manos de alzada.
Se te colaron los dioses
por la rabadilla, te introdujeron
la sinapsis a golpe de tendido
eléctrico sobre la camilla
de aquel pequeño huerto,
el cachorro durmiente abre
canicas como planetas
a la luz de un universo
negro que conocemos
sólo por postales con borde
sinuoso. La yema de mi índice
lo recorre sin padecer ni él
ni mi dedo. Un perfil podría dibujarse
entre la tierra y la luna
y no parecería el de un dios.
Enormes somos reduciendo
a sello lo que no abarcamos
con nuestros brazos.
La medida, para el coleccionista.
Sofía Serra (De La exploradora)
martes, 5 de junio de 2012
lunes, 4 de junio de 2012
Discriminación positiva
(Correcciones La dosis y la desmedida)
Discriminación positiva
Jamás hombre aprehendiste
que para cantar debiste
aprender a entonar
el suelo con el verbo,
y entolar el velo
que deja pasar la luz y el aire.
Lenta boca errante,
quijada herida por aquellos
claros de amor y sexo,
ganas me poseen
de dividir meandros.
Se engullen a sí, o no,
solitarios rieles abajo
del quejumbroso y quijotesco-esquelético
sueño, ni con páramos olvidas
que esta vida, que esta vida, que esta vida
sólo se hace
entre ambas manos,
ambas manos,
ambas manos
a uno y otro extremo retoñan en paredes,
en la sola umbría, la umbría sola
adopta la exacta daga que rebana de tajo
al meandro y dulce meandro que me curva, pues,
aguas arriba de mi falda:
Parí.
Al final, dolor
de entuerto alerta
la discrepancia positiva.
Por más que hablen o dicten leyes.
Por más que hables,
por más que hables,
por más que hables.
Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)
Discriminación positiva
Jamás hombre aprehendiste
que para cantar debiste
aprender a entonar
el suelo con el verbo,
y entolar el velo
que deja pasar la luz y el aire.
Lenta boca errante,
quijada herida por aquellos
claros de amor y sexo,
ganas me poseen
de dividir meandros.
Se engullen a sí, o no,
solitarios rieles abajo
del quejumbroso y quijotesco-esquelético
sueño, ni con páramos olvidas
que esta vida, que esta vida, que esta vida
sólo se hace
entre ambas manos,
ambas manos,
ambas manos
a uno y otro extremo retoñan en paredes,
en la sola umbría, la umbría sola
adopta la exacta daga que rebana de tajo
al meandro y dulce meandro que me curva, pues,
aguas arriba de mi falda:
Parí.
Al final, dolor
de entuerto alerta
la discrepancia positiva.
Por más que hablen o dicten leyes.
Por más que hables,
por más que hables,
por más que hables.
Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)
Le dicen f-uc-k-i-n-g (el celo)
le dicen f u c k i n g (el celo)
no sé cómo llamar a esta extensión
de las sienes de mis pechos
¿axilas? blancas y voletantes,
y andró-medas se tornan
ahuecándose al paso
de tu saliva por mi corriente
venero
tu dentro
de este
vientre
y para cuando argüiste
la entrega me hizo agua
el gusano del desierto de Dune
y toda su fábrica
de especia
—esencia-especia-esencia
— espacio
lleno.
Sofía Serra (De La exploradora)
no sé cómo llamar a esta extensión
de las sienes de mis pechos
¿axilas? blancas y voletantes,
y andró-medas se tornan
ahuecándose al paso
de tu saliva por mi corriente
venero
tu dentro
de este
vientre
y para cuando argüiste
la entrega me hizo agua
el gusano del desierto de Dune
y toda su fábrica
de especia
—esencia-especia-esencia
— espacio
lleno.
Sofía Serra (De La exploradora)
domingo, 3 de junio de 2012
A un olivo en suelo cálcico
a un olivo en suelo cálcico
A buen lugar mudas
verdes tus platas de olivo
recién podado
sobre la litosfera de las narices,
de los hocicos de los habitantes
de la sabana, tan dura y perfecta
como ese suelo que te estriñe.
la sabiduría de la raíz
envuelta por el hormigón
armado de la estulticia.
Y yo aquí regándola,
haciéndote crecer.
Sofía Serra (De La exploradora)
A buen lugar mudas
verdes tus platas de olivo
recién podado
sobre la litosfera de las narices,
de los hocicos de los habitantes
de la sabana, tan dura y perfecta
como ese suelo que te estriñe.
la sabiduría de la raíz
envuelta por el hormigón
armado de la estulticia.
Y yo aquí regándola,
haciéndote crecer.
Sofía Serra (De La exploradora)
sábado, 2 de junio de 2012
mayales
mayales
0. Al fin y al cabo
que sujetaste
con la primera mano
es el tiempo de distancia,
la medida, la una
que nos separa.
1. wish you were
here es la paz
ahora mismo
no se hallan
dos en mí.
2. seremos dos
hasta que la luna
cierre sus tres ojos,
que no los posee.
3. llegará el día
para dios cantarnos
una nana al cobijo
de nuestro cuarto.
4. Sopesar y transgredir,
así nivela el canto su mirlo
son síntomas causantes
del peligro y la lágrima
rodante curva abajo
de un mundo que fue plano
antes de que él lo quintuplicara.
5. Al pabellón de mi oído cóncava
sien trasladada a tu seísmo
como si el latido del hombre
naciente embrionara
patente de Nuevo.
Sofía Serra (De La exploradora)
0. Al fin y al cabo
que sujetaste
con la primera mano
es el tiempo de distancia,
la medida, la una
que nos separa.
1. wish you were
here es la paz
ahora mismo
no se hallan
dos en mí.
2. seremos dos
hasta que la luna
cierre sus tres ojos,
que no los posee.
3. llegará el día
para dios cantarnos
una nana al cobijo
de nuestro cuarto.
4. Sopesar y transgredir,
así nivela el canto su mirlo
son síntomas causantes
del peligro y la lágrima
rodante curva abajo
de un mundo que fue plano
antes de que él lo quintuplicara.
5. Al pabellón de mi oído cóncava
sien trasladada a tu seísmo
como si el latido del hombre
naciente embrionara
patente de Nuevo.
Sofía Serra (De La exploradora)
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