miércoles, 5 de enero de 2011

"Clavados en mí misma" corregido

Estoy terminando de corregir "Los parasoles de Afrodita", el poemario que terminé sobre Agosto de 2010.
Con este poema que re-publico en este blog comienza la última parte de las tres en que se divide. Está escrito pensando en algunas personas; sin embargo hoy me han dado la segunda lectura. De alguna forma los versos se me quedan clavados en mí misma, así, ahí,  doliéndome hasta que no consigo verlos en papel.
Sin embargo, "Los parasoles de Afrodita" es un poemario "no doliente", al menos nada triste, o yo lo contemplo así. Para mí es de los mas bonitos que he escrito, o al menos de los que más me alegro de haber escrito. Éste tal vez es el poema más "tenebroso". Casi todo lo demás es un canto vivo algo surrealista al renacimiento y muerte de una diosa que representa el amor, a la primavera, al verano y al gozo de los terrenales y celestes aires y las rosadas y marinas carnes.

Clavados en mí misma


Quedaron como muertos bajo la escarcha, congelados
bajo el frío del abuso y la medida dura
de tus ojos
clavados en mí misma
tras el cristal del desbarro,
el desvelo, el celeste
del maldito frío que nevaba desde tu cintura
a la mía, quedaron muertos,
quedaron muertos,
quedaron muertos y enterrados...


¡Mas hoy gritan!
Aúllan reprochando el abandono
de la agridulce empresa,
el resentimiento,
el disfraz,
la injusticia... humana, todo humano tan humano...
Tan humanos sus recuerdos anclados a mí misma.


Pasmado dolor nervudo en estas arterias
convertidas en tensos alambres de espinas
recorre desde mi médula hasta mis uñas
torturando entrañas, aliento y sangre.
De rancios entuertos se alimenta esta vida...


Y quedaron, quedaron como muertos
clavados en mí misma.


Hoy de nuevo aúllo de dolor.
Redigiero la roca que me obligaste a tragar
como si nunca hubieras sabido que esta garganta
sólo era delicada carne sedienta de tu saliva.

Sofía Serra, 2010 (Los parasoles de Afrodita)

martes, 4 de enero de 2011

El estado nunca es más maduro que yo, que yo al menos.



Con respecto a la ley antitabaco recientemente puesta en marcha estoy viviendo en los últimos días uno de los episodios más estresantes en esta red, internet, que para colmo, y como paradoja, no es susceptible de ser ni beneficiada ni perjudicada por los respectivos fluidos aéreos que nuestros cuerpos tengan a bien expeler.
Estresantes o tristes.
Contemplar, por un lado la reacción de los no fumadores por decreto propio, y por otro la de los fumadores con menos de dos dedos de luces.
Como deseo poder echarme  a la espalda este episodio y sé que si no expongo no terminaré de padecer internamente, me decido a hacer esta pequeña entrada. Copio en ella una frase, que escribí en mi muro de facebook, que fue sólo la primera reacción aún casi alegre al contemplar las salvajadas que iba produciendo la puesta en práctica de la ley. Después una respuesta que di en mi mismo perfil y por último un "algo" a modo de respuesta a un querido compañero de este lugar de internet al que simplemente  observo confundiendo los términos.
Pero no hablaré más. Si alguien desea hacer algún comentario esto estará abierto como siempre, pero mi silencio será radical. 
Punto y a seguir.


La frase en mi muro

...sssstupendo, ya han conseguido hacer reverdecer el auténtico espíritu nacional, ése que tan gloriosos momentos ha deparado a España en su historia: la delación del hermano, hoy, no por hereje o por rojo, no, eso ya no se lleva, sino por ser fumador. ¡¡Toma-ya!! (tomahawk, hacha de guerra)

Una de mis respuestas

Algo así quería comentarte en tu muro, los que legislan son ellos, pero lo que me preocupa de verdad es la reacción de los "legislados". No sé si pensar que España tiene "buenos" gobernantes porque exactamente dan lo que el carácter de este pueblo pide (una excusa, la que sea para poder fastidiar al hermano, ya sea por pura rabia o frustración o por pura envidia), que España tiene los gobernantes que merece, o que qué le van a dejar a hacer a los otros cuando lleguen...absolutamente todo el trabajo sucio es el que están haciendo.
La ley Sinde es una ofensa para cualquier espíritu progresista, la antitabaco podría comprenderse por razones de estado con que hubieran respetado el gusto  de cada uno habilitando la posibilidad de locales para los que fumamos. La primera no me afecta en lo personal, nunca me descargo nada, lo cogí por costumbre en el campo por la puñetera mala conexión que tenía. La segunda sí me afecta pero con no ir a los bares me quedo contenta. Allá los empresarios de la hostelería...¿me explico?...a nivel personal me dan igual las dos.
Pero que la gente no sea capz de distinguir una cosa de otra, el ser ciudadano y el ser individuo,
¿que nadie se escandalice por el espíritu que la subyace?, que favorece la ¿salud pública? de unos a costa de restringir a nivel público la libertad de otros. Que se cercene la libre circulación de posibilidad de ampliación cultural...¡cualquiera, hasta yo misma, ayudamos a engrosar este caudal con lo que sea que hagamos! y antes de que el mismísimo gobierno alentase a la denuncia con lo del tabaco, tuve que oír en esta red misma por bocas de [. . .] que delatarían al que vieran fumando en un bar...¿en qué puñetero país vivimos?, ¿qué clase de personas tenemos al lado? Es para volverse loca.
Bueno, a mí ya me han dado la enésima excusa en mi vida para hacerme apátrida, los legisladores y los que los apoyan cuando la ley se tercia a su ¿favor, sean del puñetero partido que sea. Espero no volver a caer en la responsabilidad del voto. Lo espero de verdad.
[. . .]
Para salir corriendo, te lo juro.

Lo que dejo entre corchete se debe a que como todo el mundo sabe facebook es una red restringida en el sentido de que hay que estar registrado allí para poder acceder a su contenido. Aunque no identificaba a nadie en concreto sí existía algún dato por el que al menos se podría identificar a colectivos sin nombre. Para evitar supuestos daños elimino mis palabras. Constantemente, desde hace meses, pienso en darme de baja, por segunda vez, de aquella red. Estar registrado allí es incompatible por sí mismo  con algunas cosas en las que creo; a otras las beneficia, ése es el problema, y por eso no me decido, aún.

El "algo"

Solos. 
Mis pulmones solos bendicen cruz sobre tu balance,
que el aire no está quieto.
LLamas expelen tu aliento y yo no me quejo.
Goces suscriben los amantes bajo sus cuerpos y sábana no soy.
Mas todo lo huelo.
De la inutilidad a la llaga por este mundo aplastante
creador de palabras que fabrican esta cárcel,
que tu compartes,
que tú convienes, que tú aceptas,
yo me cerceno.
Aviones que de la estratosfera lleguen
regarán con lluvia alcalina apilando
madurez de costra dura tornando
las manzanas en gigantes ruedas de molino.
Por comulgar yo no te obstruyo,
fértil y obsceno donjuan que conquistas
amor en los basureros de las parcas patrias
mientras otros a la hoguera vamos
por sólo pedir un hueco, un hueco con techo, para nuestro aire.
Yo engalano cielos con chimeneas,
tú dibujas un skyline de homogénea linde.
Sólo cuestión de gustos,
querido compañero,
sólo cuestión de libertades.


Sofía Serra, 4 de Enero de 2011

lunes, 3 de enero de 2011

Anatomías I, II y III (tres brazos)

I

Nuevas amazonas,
que sois las verdaderas amazonas
montando a horcajadas del miedo,
blandiendo corazón, brazo en alto, la rosa abierta
del pecho que habéis liberado.
Sois el nuevo gran río
que al mundo revierte su cauce,
el que antes de que el frío enfilara
por territorio enclaustrado con nuestros mismos hielos
corría sembrando humedades y plantas carnívoras valientes.
Trotáis a lomos
del tren que otros llaman de la muerte,
cuando es sólo ave de paso sobre la fría estepa
que los cascos de vuestros caballos aran y calientan.

II

Hoy he encontrado mi nombre
enredado en la malla de tus nervios,
hoy he encontrado tu boca sangre
enterrada bajo el plástico
de la mascarilla de oxígeno.
Hay suicidios previstos
por la red de tortura china
donde introduzco mis prendas delicadas.
Hace tiempo que dejé de secar la colada al sol.
Me mancha la piel.
Hace tiempo que lavé a mano con agua fría.
Me duelen las falanges.
Hace tiempo que aprendí a cambiar la electro-válvula
del único soldado.
Mi cerebro fabrica repuestos para mi corazón,
que padece AIDS.

III
(A cierta moda que observo sobrevenir pseudoprestigiada ahora por mor de los nombres que la reacogen como bandera (léase merchandising), como si algo nuevo fuera)

¿Es que alguien puede poetizar sin las vísceras
de las cuales el cerebro también forma parte?
Debe ser la consecuencia lógica
del mal de las vacas locas,
aquél que dejó sin despachos de casquería
a nuestros mercados
y secó las neuronas hasta
convertirlas en esponjas, nada submarinas,
de nuestra sangre.

(Sofía Serra, Diciembre/Enero 2010-2011)

viernes, 31 de diciembre de 2010

El demiurgo estrellado (entrada excesiva)

No se me ocurre mejor forma de despedir este 2010 que riéndome de mí misma. Soy tan vergonzosa que hasta cuando a mí misma me disparo me muero de la risa (de los nervios de la vergüenza). La timidez me acompaña desde que nací aunque bien sé que quien me conoce en persona o por aquí mismo no le llega esa idea. La timidez, el vocablo, proviene de raíz latina; temer es la acción que la delimita. En definitiva, una persona tímida es una persona miedosa, temerosa si queremos, que explica mejor ese paso o salto cualitativo que hay entre la cobardía y la valentía. No hay que temer al miedo, y a él nunca le he temido porque un recurso consustancial siempre me ha hecho poder enfrentarme a él, salvajemente a ojos de... suicidamente podríamos decir, bien a través de la risa, bien a través del llanto...el exceso en definitiva, un filtro como otro cualquiera.
Lo único que sucede es que ese filtro trasnparenta tanto nuestra más genuina autenticidad que normalmente es rechazada por estas mentes aburguesadas educadas, queramos o no, en el más puro calvinismo allende los siglos anteriores de nuestra historia (la moderación, bandera de todas las revoluciones burguesas de las que somos hijos con este estado del bienestar que tantas ventajas (?) para nuestro cuerpos ha traído y tantas desventajas (?) para nuestras mentes), por mucho catolicismoo monoteísmo desde este suelo/nación que nos hayan tratado de embutir, y por mucho ateísmo sobre el que algunos crean que navegamos. Yo apuesto por el dios inconcluso del paganismo total, el que nos hila a la tierra y a las nubes, el de nuestros pequeños dioses que no somos más que nosotros mismos, dioses hechos de puras emociones construidas y percibidas a golpe de inteligencia. INTELIGENCIA.

Espero, después de esta excesiva entrada poder permanecer callada por un lapsus de tiempo más o menos extenso. Espero sin esperarlo, claro, y no sé si deseándolo...:D
Saber nada sé hasta  que la rosa no se fotografía.


Las flores de papel

Oculto queda el verbo aguerrido de verdad,
simiente ejecutora de la luz nueva
que el día preconiza desde
los raíles de las cornisas
y sus palomas
posadas
en


las flores, que son papel en blanco.

Torre de marfil

Si hallo tu palabra, mi código
se desmorona en castillos de pavesas imantadas,
la roca se establece lasca a lasca al pairo de la gravedad
fundiendo metamorfosis, compilando,
que no soy nueva,
y en ti habla la aurora
deseando no saber.

El demiurgo estrellado

Vivir sagrada y profunda conjugando materiales
y deshechos
hasta reconstruir el monte perlado
de flores
donde poder tumbarnos a vivir.

* * *

La poesía existe por sí misma.
Al hombre sólo le cabe hacerla evidente.

La poesía no es palabra ni imagen.
Éstos sólo son los signos del lenguaje que empleamos para poder hacerla inmanente.

La poesía nos transciende.
Sólo debemos sumirnos en lo que somos para lograr palparla.
El hombre no puede crear, hacer existir desde la nada. Tan sólo nos resta recrear y en la re-creación cualquier recurso aplicado al lenguaje que nos sirve de puente es admisible.
Con el recurso, el grafiante se encuentra con la mentira que a cuestas llevamos,
y, con su uso (el de la “mentira”, el del recurso artístico), consigue hacer transcender a la verdad inmanente a través del acto poético que no importa por medio de qué lenguaje se realice.
La poesía es verdadero recuerdo de un ser que somos. Por eso a cada ser humano llega.
Si queremos , la poesía llega a través del hipotálamo.

* * *

La poesía no se escribe, sólo se grafía.
La poesía no admite escritura tal como comúnmente la conocemos, letra a letra, sílaba a sílaba, verbalmente expresa.
La poesía es tan sólo una suprarrealidad que a todos pertenece y en ella nos hacemos, la poesía es un tercero con respecto al tú y al yo; por eso, al yo que desea, o necesita, o aspira a hacerla evidente, sólo le queda, y ahí es poco, intentar grafiarla, transcribirla para que el “tú” la perciba. En ese apercibimiento del otro con respecto a lo grafiado por el yo se concreta el arte-facto en forma de lo que comúnmente entendemos por poema, obra de arte en definitiva.
El transcriptor elegirá consciente o inconscientemente un lenguaje, que no es más que un medio estructurado por signos, que harán viable la muestra ante los otros ojos, el lenguaje como puente entre las dos islas.

Sobran las discusiones sobre los versos, sobre la capacidad vista por un tú del poeta sobre el extrañamiento del yo (¿qué validez de posición es ésa si no se puede tener justa percepción de ese yo?), sobre el conceptismo, sobre el culteranismo, sobre el más o el menos, lo ¿bello? o lo ¿feo?, la modernidad de la poesía urbana (¡ay, mi Luis García Montero, como me partiste el alma al oírte decir que la poesía de la experiencia sólo puede ser hoy en día poesía urbana!, ¿y qué sucede con los que nos ha tocado vivir en pleno contacto con la naturaleza?, ¿cómo coño hablamos del asfalto bajo las cagarrutas de las cabras?, ¿cómo sustituimos flores por señales de tráfico?, ¿cómo del barullo de la muchedumbre entre la soledad de las encinas?), la negación del beatus ille o la crítica sobre el gusto particular. La poesía sólo puede admitir una crítica, la puramente científica. Todo lo demás serán adscripciones, auténticas por supuesto, valiosas humanamente hablando, hipervaliosas si queremos, o des-adscripciones, basadas tan sólo en la individualidad de cada lector/espectador.
Yo apuesto por la Crítica de la voz pura desde el más puro cientifismo, pero para que ella sea posible deberá el conocimiento anidar en cada mente que la intente, el más supremo conocimiento de todo, TODO, y por ahora no creo que haya humano que pueda arrogárselo, aunque unos estén más cerca que otros (¿sic?).

Silogismo

Nadie sabe que es capaz de matar,
luego casi nadie sabe,
luego los sabios
matan.

¿No resultaría más positivo, menos cortapisa, asimilarnos tal como somos, con toda nuestra an-asepsia y así repercutirnos unos con/tra todos? ¿No es más poético y por tanto más verdadero y por lo mismo resultaría más práctico y productivo?


Siempre hay soledad
siempre soledad sólo tiene un nombre
no sabías que el suyo fuera el tuyo.


FELIZ 2011, Amigos, :)

jueves, 30 de diciembre de 2010

La mujer en blanco

La mujer en blanco

Tantos días y noches dormida
tendría que adivinarte bajo este suelo que es sólo noche
de cuándo y cuando
acudiste a los mimbreros y te pedí viento y agua.
Este porvenir embadurna las esquinas de una azotea,
juegan al sol maldito,
se regodean,
atraviesan células de espanto, comunican previsiones:
no acierto ni dormida a soñar con la cosecha del trigo.
Este blanco me adormece débilmente,
me debilita.
¿Cómo oír el silencio?
¿Cómo resplandecer ante el blanco?
¿Cómo tatuar en este pecho lo que no sé qué nombre tiene?
Juego a amanecer y a seguir trabajando.
De alguna hoja suelta se desprende que el otoño no ha llegado aunque sea ya invierno.
Y es que las jacarandas, allá sobre el sur perdido,
en la esquina redonda de los cuarteles de verano,
aún cantan en clave de verde.
Trémulas sus hojas ya saben mucho más que yo,
que sigo en blanco.
Sin caer.


Nada tiene todo con sentido de lo que se escapa.
Nada abunda sobre la memoria.
Nada aparecen vuestras miradas nada puras, voz sin hueco.
Nada me pierdo encuentro y revoco.
Nada que te abusas.
Nada sobre ti extienden el blanco amianto.
Nada obstruye no.
Nada divulga,
¿qué somos sino uno y el infinito?
Nada perdernos y hallar nunca
gracias a que somos nada.
Tal como constato.

Sofía Serra, Diciembre 2010
 
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