jueves, 4 de marzo de 2010

Correo intercambiado con funcionario del ministerio del interior

 

Título de la fotografía: De rosadas auroras


Resulta algo kafkiano, lo comprendo, pero también esperanzador (es lo bueno de este medio). Explico por situar brevemente:
Copio respuesta que he dado hoy, literal. Llega tras dos correos de respuesta "suya" (no sé con quién hablo) a una pregunta mía solicitando información sobre si existe posibilidad de "oficializar" la autoría de unos blogs, es decir, dejar constancia legal de que lo que está escrito allí lo he escrito yo, vía certificado digital o cualquier otro medio. Esta persona se ha portado, pues como la mayoría de buena fé esperamos, como un verdadero ser humano en su papel de funcionario público, facilitándome información y al final diciéndome que, efectivamente como preveía, no hay forma posible de hacerlo, y como no la hay, que simplemente tuviera "cuidado".
Le estoy muy agradecida, sea quien sea. Ojalá en todos personas encontráramos la misma disponibilidad humana.
Hago esto porque siento la necesidad de explicarme en la medida que puedo. Faltan muchos matices por explicitar, pero espero lograr hacerlo en algún momento.

Mi respuesta:

Se lo agradezco muchísimo, pero a mí no me importa que me copien mis poesías, mientras no se hagan millonarios con ellas, claro...:)), y todos sabemos que la poesía no da para eso.
Mi intención es algo más compleja, o parte de apreciaciones muy subjetivas. En la actualidad, nadie reconoce el concepto de autoría sino pasa por tener un ISBN, es decir, una publicación en papel, o e-book, con todo lo que ello implica. El mercado está tan saturado que da verdadero asco. Es normal, hoy en día gracias a dios cualquiera puede escribir, no hay analfabetos, y por un módico precio cualquier puede publicar, lo que me parece muy bien para quien desee eso, sentir que tiene un libro publicado. Yo ya tuve uno, el de mi tesina hará veintitres años, un hijo y más de mil árboles sembrados... nada ni nadie va a quitarme el privilegio de saber que un poema lo he compuesto yo por mucho que lo copien, y la poesía que hago, o si la hago, es por eso, para el hombre, para los demás. No escribo para mí.
Publicar en papel hoy en día para alguien desconocido es tan fácil como fumarse un cigarro ( o más) pero yo creo que el público merece un respeto, los lectores, el resto de los seres humanos, cierto criterio, cierto filtro. Los filtros los dan los críticos. Los críticos no consideran autores a los que sólo "publicamos" sin papel, sin fijarse para ello en calidad o no. Puede haber publicada en papel una porquería porque así lo ha querido su autor previo pago a tal editorial (yo las llamaría a algunas encuadernadoras o imprentas) nueva dedicada a ello, y ya, es considerado autor, y por tanto susceptible de crítica, cita, etc. Sin embargo, alguien que tiene su obra a la vista de cualquiera, más o menos, simplemente por no estar en papel, o en e-book, no es considerado autor.
Pues vale.
Eso lamentablemente es con lo que nos encontramos hoy en día.
Antiguamente tenía sentido una autopublicación, menos medios, ¿pero hoy?
No quiero contribuir con mi pretenciosidad a saturar más un mercado, que no es sólo mercado, es cultura, no quiero volver más loco al lector, porque yo como lectora ya lo estoy. Sólo hay voces, todos queremos decir algo, eso está bien, pero dios mío, ¿y el poquito de modestia, de pudor, de respeto a los demás, de HUMILDAD?
¿Cómo nos contemplarán los que nos estudien en décadas posteriores?. Será para partirse de risa al vernos. Yo hoy lloro de vergüenza ajena. Estudié Historia, Historia del Arte.

Los certámenes no hay por donde cogerlos, aunque no dejaré de enviar, creo. "Hoy" al menos, no.
Seguiré subiendo mis poemas porque para eso los escribo, para los demás, ahí no ocupan lugar, no entorpecen y siempre serán susceptibles de ser encontrados. Es autopublicación pero sin molestia a nadie, y con todos los hándicaps.
Después de muchos años en ello, creo que es la única forma de encontrar cierta paz con todo esto que hay montado. No se puede imaginar. Es para volverse locos, para alguien que de verdad cree en la poesía y en el arte es para volverse locos.
Y no quiero terminar estándolo, como veo que el mundo que gira en torno a todo esto lo está.


Gracias de todo corazón
Un abrazo


Sofía Serra

(4 de marzo de 2010)

miércoles, 3 de marzo de 2010

Antes del sueño

 

Título de la fotografía: La fuente de los inocentes


Extracorpórea

Yo ya estaba aquí cuando tus ojos llegaron./
En la sorpresa cuando florecieron las lilas,/
en la calma del frío cuando llegó la noche/
templada que al relente se ofrece sudando:/
mi decrepitud de ente abusivo sobre las horas./
Yo ya no soy más que remedo de cierta espesura,/
un combate contra el muro, lento-muerto-duro,/
ya tan mayor y tan nula./
Ya tan vieja y tan parca./
Ya tan torpe con vida./
Imposible la aurora, imposible/
azul y verde, imposible/
soledad./
Imposible más que en la justa muerte de los que no velan./


¿Sabes?, tiene poco sentido, o ninguno,/
hacerte crecer mientras/
mis semejantes se destrozan las arterias,/
golpes bajos unos, otros a pecho abierto, así,/
como en el quirófano de trasplantes:/
Su ser latiendo tan vivo entre las manos/
de latex, tan vivo,/
vulnerable y solo/
y yo aquí, tras este cristal que golpeo con mis puños/
para llamar, para llamar, para que abran,/
para que me dejen cuidarlo./
Y los carniceros juegan al fútbol con él,/
y él bota entre los témpanos de hielo,/
y rueda entre las garrigas espinosas del asolado páramo/
ese corazón, mis corazones derramando lágrimas y sangre/
de seres humanos dolientes y buenos, y no se quejan, mis reyes,/
¡no tienen voz!/
Pero yo los oigo. ¡Cómo su dolor me bate en el mío propio!/
tan caliente, tan tierno, tan vivo en su cama de piedra,/
siempre despierto llorando./
Si al menos mis lágrimas lograran verdear el suelo duro/
o el espejo de mi cerebro consiguiera derretir el páramo de hielo.../


Pero no, no y no./
Mis puños son pequeños,/
mi voz inaudible, han sellado en cámara estanca/
a la tierra escenario de la tortura./
Y mis corazones, mis corazones, siguen/
rodando entre las botas de tacos de los hábiles jugadores que a patadas/
los derraman./
¿Comprendes por qué es inútil hacerte crecer?/
Tú estás hecha para besarlos, acogerlos en tu seno, sanarlos/
y luego depositarlos en sus hermosas estancias,/
y así, dar luz a los fanales que durante un tiempo,/
el tiempo del sufrimiento, debieron quedar cerrados./
Pero hoy, y desde hace ya tanto, te siento tan inútil.../
Y todo es por este cristal a prueba de amor/
en el que nunca he creído, y ahora/
me rompe la frente haciéndome agujeros en estas manos/
que se deshacen en polvo de cenizas de pura impotencia./
De dolor de muerte viva en este pecho latiendo./

Sofía Serra , Marzo 2 de Marzo de 2010, 23:30


martes, 2 de marzo de 2010

Lo kitsch en la fotografía actual


Título de la fotografía: Fanal


Remake sobre una fotografía que hice en 2005, ahora que he podido hacerme con un programa de esos que las "envejecen".

Por muy atractivo que resulte, la verdad es que no nos entiendo. Así que, ya que conseguimos una técnica que trasplanta la realidad  en forma de fotografías con una verosimilitud asombrosa, ahora nos da por darle apariencia de ajado a las mismas sin que el tiempo haya pasado por ellas, o lo que es peor, sin que esa imagen haya figurado en soporte físico (película o papel) que es el que sufre el paso del tiempo que ese tipo de programas simula. Hay un mucho de arte kitsch en ello, intentando darle solera a algo que dificilmente puede tenerla, pues la fotografía digital lleva pocos años aún. Las "madres" de los vinos necesitan decenas de ellos para poder hacerse.

Ahora bien, es un proceso técnico más, como cualquier otro. Bien asimilado puede usarse como un recurso más. Contar con él para transmitir lo que se pretenda conceptualmente hablando.

Aquí sólo va una prueba de uso para hacerme con el programa. Eso sí, he escogido una fotografía antigua, por si acaso, no fuera a ser que mis neuronas estallasen.

Siempre he entendido el vocablo Kitsch como sólo aplicable a elementos de la cultura que tengan que ver con el arte. Lo kitsch no es sinónimo de cutre o rancio. Lo kitsch surge al acudir a tipos de estéticas que imprimen valoración positiva a una obra actual porque en su momento la tal estética ocupó escenario de primer orden. Así se intenta dotar de "prestigio" a algo que tal vez, sólo tal vez, puede no tenerlo, por carecer de "autenticidad".  Habría que extenderse entonces en la valoración de lo auténtico y su signifcación. Algo "auténtico" desde luego no es algo "antiguo", pero sí genuino, originario, primigenio. Confusión, una vez más confusión de conceptos.

Sin embargo, y en un aparte, me pregunto si el avance en la cultura del hombre no proviene sino no más que de una y otra vez procesos potenciados por el resorte de lo kitsch en el cerebro humano, algo así como una danza, dos pasos para adelante y uno para atrás para recoger y poder volver a avanzar dos pasos.

Una forma de asimilación de "memorias", un aprehendernos a nosotros mismos, una muestra más del mito del eterno retorno sobre la espiral del conocimiento.

Enlace de wikipedia sobre lo kitsch. Como se puede comprobar, para todos los gustos.

La protagonista de la fotografía, una flor blanca de malva real.
Aquí, otra fotografía sobre "mis" malvas reales, del 2008 ésta. Corrijo título sobre la marcha: Alma-lva en flor (real).

lunes, 1 de marzo de 2010

Flores terrenales

Título de la fotografía: Flor terrenal

A Alejandra Pizarnik, cuyo verdadero nombre fue el de Flora

No me reconozco en ti./
Así que no debo ser poeta./
Así que te hablaré como un padre,/
así que:/
Hija, hija, hija,/
¿cómo ibas a encontrarte si hasta enterraste tu nombre?/
Flora de mi alma, Flora de tus hermanas, de tus negadas flores,/
tus dones, Flora de mi suerte viva que en tu muerte halla/
huelga para estas manos que nunca pudieron acariciarte./
Tus ojos como dos flores de magnolios,/
así, como mis puños de grandes así tu mirada/
de cordera degollada antes de la fruta./
Y con esta flor magnolia aviento a los arcontes/
que te firmaron sin tu nombre./
Y los espanto, y los ahuyento, y los destierro de tu vida./


Hija, hija, hija, ¿por qué te enterraste dos veces?/
...¿Viviste acaso sin hambre?/
Tal vez la tetrarquía y el deleite de la cornucopia abundante/
te lacraron las manos para no anidar en vida, y así, de ti germinó muerte, nombre de los hombres que no aman a las flores./


Lentamente/
humanizarlas, a las flores y las hijas,/
acariciar y levantar al sol la espiga que no nació/
para el cielo sino para la boca./
De mis manos a tu cáliz para que derrames el polen sobre el suelo,/
el grato vientre./
Sin santos, sin alergias, sin palabras y sin nombres./


Tú y sus locuras,/
tú sin verte como yo te veo en tus ojos que eran flores del magnolio./
Eres, pues, como tantos otros, inocente./


Y aquí, en el cielo, tu carne en ronda planteó batalla sin cuartel/
contra sus propias células para lograr alimentarte de tu propia dote./
Abastecerte de ti, empezando por tu propio nombre./


Flora, Flora, Flora,/
sólo madre de flores,/
sin hagiografías, sin menosprecios, la justa/
dádiva, la manta en el frío, el sol en el llano, el hambre en la abundancia,/
¿tan difícil es?/
Tú, Flora,/
sólo hambre con versos/
de sangre/
tan muerta sin sangre tuya y tan viva de tus nonatas hijas, las flores./
Tuyas son las mías menos muerte más mi sangre:/
Menos cielo en tu nombre; más tierra./
Menos flores en tu tumba; más tuyas./
Menos laurel sobre tu corto cabello; más lilas./
Más tú./
Menos rimas./


Como un padre te bautizo de nuevo con tu nombre./
Para eso necesito a las palabras (ellas sí son mis flores,/
que jardinera fui). Para arreglarte la vida./

Sofía Serra, 1 de Marzo de 2010

Notas de la autora:
1. Enlaces sobre la poeta Alejandra Pizarnik, aquí y aquí. Aparecen muchos más
2. El impulso que me lleva a escribir este poema surgió tras la lectura de este otro de Nicolás Calvo
3. Como lectora, no soy especialmente amante de la poesía de la autora argentina.

miércoles, 17 de febrero de 2010

La poesía como catarsis

Título de la fotografía: Calle Imperial

La entrada de hoy va a resultar algo extraña, como creo que las últimas que he tenido el privilegio de poder compartir con quien así lo desee, y también algo larga, creo y advierto . ¿Aún más?, :), sí, aún más, y encima sin orden ni concierto, ;). Me explico en la medida de lo posible.

Uso éste y los otros blogs a modo de cuadernos de bocetos, el segundo cuaderno, podríamos decir. Cuando traslado los poemas, éstos están ya más o menos corregidos, , "hechos", pero nunca terminados del todo. En más de una ocasión, tras subir la entrada, tengo que reeditar sobre la marcha hasta tres o cuatro veces porque al leerlos ya en el blog publicados veo los fallos que antes no he visto. Entonces se me complica el trabajo, porque esas correcciones debo pasarlas al documento de word pertinente desde el que he copiado el supuesto poema. En fin, todo un lío, unas veces se me pasa, otras atino a hacerlo. El caso es que cuando ese poema está ya definitivamente corregido en mis archivos ha sufrido alguna que otra transformación, leve normalmente, pero fundamental para la que lo hace.

Esto atendiendo a las minucias. En cuanto a "lo otro", es decir, al proceso en el cual ese poema pasa a formar parte del poemario que se supone estoy escribiendo en ese momento, las vicisitudes son incontables. Irrelatables, daría para una eternidad escribiendo con mi habitual y profusa verbalidad, y no está el horno para bollos, ni mi afán por someterlos a torturas, ni mi fuerza mental para relatar tanto.

No me atormenta que aquí no quede exactamente reflejado, el proceso, porque sé que el resultado final es congruente con lo aquí se va desarrollando, pero siempre he intentado, al hacer las entradas, darle ese mínimo toque de cuidado extra para el exterior. Es como cuando una se arregla un poco más para ir a la boda de algún amigo o pariente, por mucho que nos jorobe. Algunos lo entienden como efecto para el lucimiento personal, pero para mí tiene el sentido de homenajear al otro que ha tenido la deferencia de querer compartir con una la circunstancia, honrarlo en la medida de lo posible.

Pues bien, hoy esta entrada va realizada con un espíritu completamente egoísta, por lo que pido lo más humildemente que puedo todas las disculpas consideren merezco.

Trasladaré mis versos tal cual han ido sucediéndose a lo largo de estos días, densos, largos, tensos, muy costosos, los versos y los días, en lo personal poéticamente hablando, más que poéticamente, socio-literariamente hablando. Hacía mucho tiempo, muchos años diría, que no usaba el acto de escribir como mera catarsis , pero hoy me he decidido por hacerlo así.

Tal vez algún día esos versos formen parte de un poema, tal vez no, pero sí pienso que debo exponerlos, quizás hoy sí como una especie de conjuro contra estas mismas tensiones que me han hecho padecer estos días, tal vez, no más, este acto también, que una mera catarsis.

Los acompaño de esa fotografía. Ahí en esa calle sevillana viví desde los seis hasta los diecinueve o veinte años. Ahí escribí mi primer poema con catorce para quizás quince años, algo muy endeblito, ayer intenté reconstruirlo a través de lo que me quedaba en la memoria sobre él. En el documento de word ha quedado entre los versos "actuales" que aquí copiaré ahora, él y su "explicación". El poema antiguo queda para el "recuerdo" por ahora, por hoy, al menos por hoy.

Aquí los versos de la entrada de hoy. He dejado el mismo título con que los inicié hace una semana aproximadamente

Al canto de la noche

Quien sea capaz de hallarte, que levante la mano./
Así en el silencio de la piedra duermo,/
como tú, sonora compañía de la noche./
Tal como enmudezco, claudicas./
Volvieron las malvas compuestas de tan profundo canto que ni la margen izquierda atina/
a contravenir la corriente./

Creativa./

Jamás lo sabremos, la gemela que te oiga y la nada claman por su no vida./
Allá junto a la marisma renacen sometidas al trino del sol de poniente, que se reserva, siempre se reserva./
¿En qué se habrán convertido los días azules del desierto?/
¿Hacia qué orilla habrán navegado las potentes naves del recuerdo?/
Yo ya es que gimo, gimo incapacitada, herida ya por las aladas cruces de las agonías que tercian/
al sonoro manifiesto de la esperanza en vida./

Y es que estoy tejiendo el sudario de tu alma, gemela blanca./
Tal vez me sostienes ya en tus brazos acariciando las mejillas famélicas de tu otrora./
Tal vez es sólo que febrero anuncia su siempre endeble acometida:/

Caronte, Caronte. ¿Y la moneda? ¿Quién la paga cuando uno ya duerme?/


Ahora sus remos van por delante./
Mis ruedas se han varado en el barro,/
los caballos siguen al trote y yo los veo alejarse/
camino de la curva solitaria que perderá a mi mirada./
¡¿Y este barro?! ¿Cómo ha llegado?/
Los hombres llueven haciendo reverdecer la pradera/
pero el camino transitado no agradece sus lágrimas/
A la vez que trabajo, la curva renace, y se hace./

Ay, si las estrellas supieran lo que sufre la tierra cuando brota el verde.../

Tú, tan sola, tan sola, noche blanca,/
nadie desea verte, nadie te habla, nadie te duele. Como a la muerte,/
a la memoria intangible y al denuedo./

Estábamos en lo mismo,/
el colibrí y la abeja y yo,/
comiendo de las flores sin hacer el daño al fruto futuro./
Favor por favor, se alimenta la vida del cielo/
y las alas del colibrí, de nuevo hoy, ya se unen sobre las arenas y esa nostalgia de hallarse justo tras la cerca/
ante el inmenso páramo que reluce desolado con las alarmas encendidas./
Es duro, ¡existen!/
Sí./
¿Qué les obliga a callar? ¿Qué les ordena no vencer?/
¿No será que la suerte les aplastó de plano?/

El viento de levante, que en el paraíso ahuyenta a los pétalos de su corona y reseca el
justo fruto que podría haber germinado abrigado por la hechura de la belleza./
Salir y subvertir./
Salir y proclamar./
Como el fruto del manzano./

Mi boca se abre al vacío, parece, cuando de nuevo/
el trago de agua dulce la inunda:/
Esto que bate en mi conciencia esto que asoma lujuriante, ávido/
de sales comprometidas,/
esto que gobierna, ésta que escribo, hago o deslío/
entre toda mi materia de neuronas,/
ésta que me sostiene y por la que sostengo,/
creo, a un alma compungida, temerosa y loca que llaman a veces los locos perpetuos manidos por el hambre/
del saber de./
Esto que.../

Qué espectáculo es verlos emerger./
¡Emerge, emerge! río de la noche grande,/
larga, larga como el cuello de tu alma negra y blanca por dentro,/
como los cisnes de la memoria que subsana el compromiso entre tu era y mi jungla de palabras, voz quieta hoy, noche corta y nula de poderío/
asomado a esas tus pupilas tan claras como/
las mías, negra vencida, nuestra madre/
quedó varada en la arena./

Han dejado de llegar. Han dejado de sonar./
Hablan al vacío/
orquestado tras las nubes./
¡Mierda!, ¡yo os oigo!,
pero si no os ven,
¿de qué servís?
(La olla, la olla, la puta olla que dejó de hervir, ¡no!) *
¡Que revienta!
Crisis total crisis profunda y ola,/
mar necesario. Crisis quiero crisis tengo la crisis que levanta, dame sueño y mudez/
del honor y de la ronda de noche blanca que ya muere./

Aquí te sembré./
Batiéndome con las torres de tu gemela./

Ahora el teclado/
y el escrutinio pulverizado/
de los dominios sobre la letra,/
el habitáculo sometido, la general/
parca insostenible de los fueros,/
lo siniestro ya olvidado y la pertenencia al lodo/
que reblandece los bordes de la llaga./

Con que no se infecte me conformaré./
Yo ya no te quiero más que para poder alejarme de ti./


(Sofía Serra, febrero 2010)

(*) Sobre este "verso" se puede continuar leyendo aquí, ;)

Hace una media hora acabo de enviar todos mis poemarios a una editorial. Es la primera vez que realizo tal ejercicio. Dios, o la poesía para mejor entendernos, dirá.

Un beso a todos, amigos
 
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