[...] pues todos los altruismos fecundos de la naturaleza se desarrollan conforme a un modo egoísta, el altruismo humano que no es egoísta es estéril, es el del escritor que interrumpe su trabajo para recibir a un amigo desdichado, para aceptar una función pública, para escribir artículos de propaganda [...]Marcel Proust, El tiempo recobrado