domingo, 29 de octubre de 2017

El mar



De pie frente a cualquier mar

Mírame que ya soy blanca
gema, luz salina, mira
en lontananza los buques
vencejos, cómo se jaspea
el horizonte con presencia
de tu rostro, se almidona,
se vuelve terco y sordo
suena, la sirena canta
y sueña el mundo, los ojos
beben lágrimas sin derramar:
para qué llorar si al mar
no le falta agua salada.

Lubricando medias noches,
mendigando días completos,
así tuerce la esquina
la madrugada viva
donde nace la mañana
del mundo.

(De "Extinción de ruina")

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