Sequía de invierno
Sordina soy con este cuerpo
de grito que me rompe
el silencio del habitáculo vacío:
la rama en llamas.
Días en los que la hojarasca
no se ablanda, tierna-mente
supuran mis oídos lentos
rozando la superficie de la ventisca.
Siento a mis pies sobre el suelo,
pero el polvo anida
en cada poro de cada hoja
de cada amarillo que el viento levanta
haciendo tanto ruido
que mis ojos gritan lágrimas
que se enfrían no encontrando
las hojas blandas,
las hojas rudas, las hojas secas
chillan como mis ojos
pidiendo agua que las enternezca,
e de mis ojos fuertemiente plorando
acude presta la humedad
alimentada con la sal
de las horas indiscretas
que mi llanto gobernó
a sable al viento el canto
escondido en mi grito
seco.
naturalmente;
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Hn7POKR9FDA
PS: tu poema no es suficiente, explícate mejor