La-lili-put
perdida en este asomo
de andróginos gulliveres
Y que ninguna salva venga
a pronunciarte, a espantarme
el alarido de tu nombre,
un corazón aboca,
un estómago transferido,
una ausencia conjunta,
un hueco prodigioso
en el archivo de este vientre
durante el frío ascuas y el frío noche.
en la cadencia del alma
en las sedes de tu acceso,
en el vuelo del selenio sobre mis hombros,
la luz con dos velas que no enciendo
y el deambular reposado de la yerba
levanta tu paso bienvenido
sobre la tierra húmeda y marrón
como un jazmín de otoño.
la bala perdida rozó
la esfinge de tu atajo
y yo ya no más fui
sólo aldaba.
Sofía Serra (De El hombre cuadrado)
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