Oído
Me he quedado muda
al amarte transparente
tus fresas cuelgan
como macetas
de mis balcones
de mayo, es mi pecho
el que se asoma
a contemplarte, verte
y verte venir como
si no los muros ni el cemento,
como si tus ojos libres
me hubieran con-vida-do
a un almuerzo, a la ruina de la bilis,
al sorbo del mágico
poi-son que inventa menta
verde y limpia la mucosa
de mi estómago, un trago
de yerbabuena en los brazos
de tu abrazo o esos fuegos mojados
mientras yo intento no abandonar
mi fe en mí
y en tu oído.
Para mi son
tu deseo
de hombre llegando
a ti y lo tuyo.
Sofía Serra (De Solenostemon)
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