La exploradora occidental
El pueblo se acercaba
flotando mientras llego
y no llego el sol se acaba
depositando sus negras luces
transparentes sobre mis ojos
revientan en cristalinas sombras
iluminando el desconcierto
opaco y salvaje la noche es sin ausencia
clamando por perturbar
al oeste y encamarse
en sus montañas persiste
cierta luminiscencia del océano
que arrastré en mi avenida
con sus lenguas verdes
y feraces.
vengo a decir
te
a golpear
te
-dios.
Sofía Serra
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