Entrada publicada el 15 de octubre del 2009. Comencé por aquel entonces "Del bestiario de los inocentes". Hoy a dos o tres días del día de la Inmaculada, ya se sabe que aquí en Sevilla tiene su tradición, confirma una dimensión de la poesía que escribo que normalmente me deja...de ninguna forma, ya me he acostumbrado a ello.
Ser-Afín (En el nombre de mi madre y otras flores)
Serás el beso asomado al aire del
vespertino azul. Yo, la mejilla que lo sostiene
soñolienta en el vaivén de la vigilia
sobre estas dobles manos, estas pequeñas flores …
¿Y qué decir del aliento expelido por tus rosadas branquias?
Abarataré mi canto para que el perfil de la memoria pueda lucir,
prendido en tu cabello,
el clavel de abril, ¡ay!, mi noche persa sobre ríos de plata...
Y junto a la rosa del encuentro, la zapadora,
profanaré las tumbas de la estirpe que, contiguas a la feraz fuente,
impidieron a las buganvillas bramar la verdad atronadora con sus brácteas.
Ellas, las jardineras engalanadas,
las de frazadas de papel de seda en sus breves cinturas,
las de profundos escotes, herméticos y oscuros
balcones abiertos al pretil del aire,
desde donde asoma, tímida, la flor blanca,
la bella Inmaculada, La que no tiene nombre.
Sofía Serra, Octubre 2009
Me vas a hacer llorar. Este día ya para mí quiere pasar desapercibido, deslizándose sin ruidos entre odenadores y olores a pintura y comida de cocina rica-de-marido. ¡Uy! si estoy escribiendo como tú, a ver si se me pega un poco de tu maravilloso arte, jajaja, Dios me oiga.
ResponderEliminarMiles de besos