jueves, 7 de febrero de 2013

El enterraó

Un registrador de la propiedad, que en mi bestiario iconográfico se asimila a un “enterraó”, por semejanza de caracteres socio-psicológicos-fisiognómicos, salvando los naturales (sic) desniveles económicos; continuando, un reg(r)istrador de la propiedad llega a presidente de gobierno. Nada de extrañar en un país cuya población se caracteriza por soñar, fundamentalmente, con el hecho de ser propietario de esos “unos cuantos metros cuadrados” donde normalmente hace sus abluciones diarias, la mayoría elevados sobre el suelo, los metros, más conocido como pisito. Si no elevado y sí puesto en el suelo, adosado, la nomenclatura. Y por este ejercicio, es decir, empeñarse hasta las cejas, esclavizarse toda la vida con una entidad bancaria, no prever que los años de residencia en la tierra pueden llegar a resultar más movidos que un viaje en diligencia, hoy tengo, mañana no, pasado tal vez sí, entiende el 90% de esa población lo que la Constitución nombra como vivienda digna. Así, Vivienda Digna significa ser propietario. Vivienda digna según este 90% de la población española no significa cuatro paredes, un techo y unas mínimas condiciones higiénicas acordes con los tiempos que vivimos. No. Tiene que ser todo esto (las cuatro paredes y el techo) elevados a la enésima potencia, es decir, con cocinas último modelo no importa el grado de chabacanería que ostente el fabricante de muebles, PERO con un sellito que le indique que cuando termine de pagarla se habrá jubilado, le dará el infarto y sus hijos y sus nietos podrán disputársela o repartírsela (según caracteres).

En fin, el caso es que como consecuencia de ese afán insuperable (yo soy español, español, español, oeoeoeoeoe) uno de los dos grandes lobbys de este país, es decir, el de la construcción, logra colocar a uno de sus beneficiados en el más alto ( y responsable) puesto del gobierno de la nación.
No debe deducirse por el uso de ese último vocablo escrito en cursiva que Rajoy se benefició del ladrillazo, no. Casualidades de la vida, casualidades de la historia española, casualidades y tan sólo casualidades.

Ya, lo elegimos los españoles. Y es verdad. Sin pucherazo. Esto es una democracia, no una república bananera. Lo elegimos votando y no votando. Tan coherente que hasta poético resulta. ¿A quién si no iban a elegir los españoles?, ¿quién podía ser el héroe de sus vidas, la figura venerada, el personaje que representara la intervención cuasi divina como auspiciador del logro de sus sueños, esa imagencita que, siguiendo tradiciones ancestrales, colocaran en su mesilla de noche cual Buda favorecedor de la salud y la paz en el hogar? (ahora; antes, la virgen de las camelias pongamos por caso): efectivamente, un reg(r)istrador de la propiedad.
O sea, lo que decía al principio, un enterraó.
El enterraó. Rajoy, el enterraó.
Muerto, estaba bien muerto el cuerpo (social) presente.

(Sofía Serra, Jueves, 31 de Enero de 2013)

Abajo, reproduzco el correo donde puede leerse el artículo de Miguel Ángel Aguilar que ayer el diario El País suprimió de su edición impresa, con el asentimiento, según se puede leer, del propio articulista.

""Ayer desapareció un artículo de M.A. Aguilar en el País, en el que se hablaba de los ingresos de Rajoy. Se ha escrito al defensor del lector del diario. Hoy ya ha desaparecido también de la caché de google, donde podía leerse hasta hace unas horas. (Aquí el contenido íntegro del artículo)--------

Rajoy debería contestar a algunas cuestiones relevantes que permitirían confirmar su desprendimiento y su entrega sacrificada a la política

Miguel Ángel Aguilar 5 FEB 2013

La intervención del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ante el comité ejecutivo nacional de su partido el pasado sábado, 2 de febrero, ha agravado la situación en que se encuentra el caso Gürtel-Bárcenas. Primero, por el formato elegido de máximo blindaje y mínima credibilidad. “Quiero”, dijo el presidente, “que en este asunto operemos con la máxima transparencia, el máximo rigor y la máxima diligencia”. Pero a continuación las maneras venían a desmentirle. Porque de las ruedas de prensa sin preguntas, lo que Esteban González Pons, vicesecretario del PP, llamaba notas de prensa audiovisuales, se ha pasado a un escalón superior. Ahora, los periodistas han dejado de ser testigos, ni siquiera comparten lugar con el compareciente. Recluidos en otra sala, solo les llega una señal de televisión realizada por los servicios del partido. Una cámara fija ofrece el plano único del presidente Rajoy, que lee en un atril. Pero nadie ajeno al comité ejecutivo nacional pudo dar fe de cómo sucedió.
Segundo, porque si Rajoy proclama nada tener que ocultar, no temer a la verdad, no haber venido a la política ni a ganar dinero ni a engañar a Hacienda; ser a los 23 años, en 1978, Registrador de la Propiedad con una plaza; ganarse muy bien la vida; ingresar más dinero en su profesión que como político; haber venido a la política perdiendo dinero porque para él, el dinero no es lo más importante en esta vida; todas estas protestas nos obligan a reclamar que se muestre "con máxima transparencia, máximo rigor y máxima diligencia" toda su trayectoria como Registrador. Por eso, queremos saber, por ejemplo:
1.- Si es cierto que siguió disfrutando de los beneficios del Registro de Villafranca, provincia de León, y de Padrón, provincia de la Coruña, cuando fue elegido diputado al Parlamento de Galicia en 1981, director general de Relaciones Institucionales de la Xunta en 1982. 
2.- Si al concursar voluntariamente y obtener en 1982 el registro de Berga en el Pirineo catalán, contraviniendo entre otras la obligación de residir en la localidad donde tiene su sede el Registro, continuó obteniendo ingresos de esa plaza, que se encuentra a más de mil kilómetros de Pontevedra, ciudad donde seguía teniendo su residencia efectiva y sus responsabilidades políticas como concejal del Ayuntamiento, presidente de la Diputación y Diputado al Congreso desde 1986 y vicepresidente de la Xunta en 1987. Porque si Rajoy como político concursaba buscando mejores plazas y figuraba como registrador en activo, debemos saber cuánto cobraba de sus cargos políticos y cuánto recibía de los registros.
3.- Si es cierto que nunca solicitó la declaración de compatibilidad del Ministerio de la Presidencia, a que estaba obligado por la Ley de Incompatibilidades de los funcionarios públicos, porque en ese caso alardear de ser persona escrupulosa con el cumplimiento de la legalidad resultaría excesivo.
4.- Si los registros de Elche y Santa Pola, que solicitó y le fueron adjudicados en sucesivos concursos, los atendió alguna vez personalmente, cuánto cobró hasta 1990 y si simultaneaba esa tarea con otras responsabilidades políticas.
5.- Si, cuando a partir de marzo 1990 pide que se le declare en servicios especiales y su plaza en Santa Pola, queda encomendada a su buen amigo Francisco Riquelme, titular del Registro de Elche, esa designación a título de "sustituto accidental permanente", era la que correspondía según el cuadro legal de sustituciones de la Dirección de Registros y del Notariado.
6.- Si a partir de ese momento y siguiendo ejemplos acreditados se repartía al 50% los beneficios del Registro de Santa Pola con el sustituto que le hacía el trabajo.
7.- Si después 1998 a partir de algunos cambios legales, aprobados en el Consejo de Ministros donde él se sentaba, los beneficios del Registro de Santa Pola se han partido entre el amigo Riquelme y el Colegio de Registradores al 50%.
Son cuestiones relevantes porque permitirían confirmar cuanto es el dinero perdido de Mariano Rajoy y evaluar su desprendimiento y su entrega sacrificada a la política, sin atender a las pérdidas que ese afán de servicio le acarreaba. Se impone despejar de manera indiscutida la incógnita y los malos pensamientos de quienes sostienen que en el caso de Rajoy mas que renuncia hubo pluriempleo. De momento, en la Declaración de Actividades presentada en el Congreso de los Diputados el 1 de diciembre de 2011 el punto segundo "Ejercicio de la función pública o de cualquier puesto al servicio de una Administración Pública" figura en blanco y tampoco especifica la Administración para la que presta sus servicios, ni si ha solicitado el pase a la situación de servicios especiales o equivalente


M. A. Aguilar

ACTUALIZACIÓN: RESPUESTA DEL DEFENSOR DEL LECTOR DE EL PAÍS:

Respuesta del Defensor:Buenos días

He consultado con el responsable de Opinión lo sucedido. El lunes por la noche se llamó al autor del artículo planteando la retirada del mismo por considerar los responsables de Opinión que en el mismo se trataban supuestas conductas del presidente el Gobierno alguna pendiente de dilucidar en demanda administrativa no resuelta. Decisión que acató el articulista. La redacción procedió a la retirada del artículo que no se publicó en la edición impresa sin advertir que no se hizo lo propio en la edición digital donde permaneció publicado unas horas hasta su retirada por el motivo comentado.""

Fotografía de dos o tres semanas

Lo de mi madre me puede.
El ambiente político de este país me puede.
La basura en las calles de Sevilla me puede.
Camino de casa de mi madre se me presenta la contradicción, la paradoja. una calle en obras a punto de ser convertida en una pulcra calle renovada. En su esquina una montaña de basura que ya oculta los contenedores.
Inmundicia, basura, inercia, acomodación.
Lo de mi madre me puede.
Una ley de dependencia hace que mi hermana tenga su trabajo como auxiliar de geriatría. Cuida personas mayores o dependientes. mi madre no puede quedarse sola. Yo no trabajo (sic). Yo la cuido.
¿Por qué la vida constantemente me presenta las paradojas, las contradicciones en la que esta sociedad cae?
Alguien me envía el artículo de Aguilar que el país quito de su edición impresa. Se lo agradezco y me permito preguntarle si hay fuente porque me gustaría ponerlo en el blog. Esta mañana leo su correo de vuelta. sí la hay, ahí, me dice, por si tienes interés.
por si tengo interés dice…
No me da lugar a hacer entradas en el blog. Pero el ambiente político ha podido conmigo. La basura me puede. la inercia del que se acomoda me puede, no se ya cómo mantenerme cuerda. No sé cómo no caer en depresión. casi ocho meses luchando contra lo mismo, con no caer.
Anoche lloré sin compasión por mis ojos. No me quedan fuerzas.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Helada en el sur

Helada en el sur

Inútilmente el olivo
se ovilla sobre sí
olvida desliarse
más allá del no.

Apenas senda sacia la noche
de este cautiverio mío
entre los muros
de mi cuerpo y las rejas
invisibles de mis deseos.
Ser libre dentro de mí,
no buscar nada ajeno
nada que yo no pueda
darme lucidez
sola y sólo
querer vivir
para dentro.
No mirar el mundo,
abstenerme de respirar,
creer que soy dos
para así saciar el hambre
voraz de esa boca
negra y hueca
que es la cruda
y aliada ave
de la soledad.

la boca como el hambre
de niño muerto en la aldea
de mis ilusiones. Una
soledad cautiva de mí
y mi necesidad de cobijo.

Sofía Serra (De La clave está en los árboles)

martes, 5 de febrero de 2013

Pan de Atenea

Pan de Atenea

la noche y un poco más se hace eterna
cuando el invierno aparece
afilado por el frío
joven, cantad como
el toro siendo cabezos
gimientes cobijados
bajo las tetas de la loba,
rómulo y remo se quedaron sin lugar
cuando tu mano de diosa
sembró los olivos en los desniveles
nacieron humanos de sus leños
y aún alguna anciana rejuveneció
ante la visión de los viejos
y retorcidos troncos.
tú extendiste el manto apaciguado
y los hombres durmieron
tranquilos de sí.

En paz.

Sofía Serra (De Suroeste)

domingo, 3 de febrero de 2013

La partida

La partida

Allá en el vaso grande
del huracán de invierno
nace la calma partícipe
de la flor.
Tan pacífico y asomado a tu rincón
de allende las farolas, las aguas limpias
y celestes de una ciudad marítima
a la vieja usanza, con su piel morena
y su olor a salitre confundido
su cuerpo con el mío.

No sé a qué sabe el celo
de tus manos.
De la carta al velamen
la curva de poniente se abre
y tu corriente entibia
el seco país donde nazco.

Éstas tus manos atronadoras
en los oídos de mis ingles
beberán alumbre salvaje
de mi centro y mi ansia
de poseer el océano. La malva
para quien escarbe la tierra dura.

El mar, sólo el mar, y yo
con todo el mar
bautizándote
como mi espera.

Sofía Serra (De Suroeste)
 
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