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lunes, 6 de enero de 2020

Mesa de reyes



Simbiosis

Y sobre la mesa el nutriente
viento vuela las naranjas
del olvido de ser no más
que una bandera transparente.
No divisamos la cima
de la alegría porque entablamos
conversación permanente
entre el aliento de los limones
y el aroma de las rosas
constructores todos
de nuestro lar de aire.
Al viento nuestro gozo
sin materia
también sin opaco
que lo distinga
de la lluvia o la luz,
la tierra o las hojas
o el aire albado de júbilo
al amanecer de nuestra era.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Vesper



La calma

Desde estas aguas marcas
bajo la prendida del sol sobre la superficie
del arroyo lento, fragantemente lento
como un colmado de yerba,
que ni camina ni ya teme
como la erguida piel de las piedras
que al agua se someten blandas
como velas antiguas de naves curvas,
de naves verdes acariciando el mar
de las aguas breves, de las aguas limpias
sin señales frías, las aguas calientes
desde ti y desde mí, desde las ranas
cantoras y el concierto en sí bemol
de las reses y sus mugidos lentos,
lentos como el musgo orillando
a las aguas y a las piedras verdes
como el mar de las yerbas que se pausan
y el clamo espejo del arroyo
y su reflejo de árbol tan lejos
de sí y de mí, tan cerca de nosotros
como la blanca mecida del cielo
sobre nuestros hombros como mantea
la calma de nuestro abrigo
y el calor de este invierno
que se desliza lento y acuoso
liberando las semillas de la costra
ya no endurecida, ya tierna
madre de tierra nutriente,
de cálida calma al sol leve
de esta vital amanecida
sobre los manes de la antigua lluvia,
sobre las manos de nuestro tiempo,
nuestro compañero,
y su cauce blando amamantando
la vida nueva
en la tarde de nuestra vida.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Feliz Navidad de parte de un ama de casa



Durante el temporal

Tras el temporal al sol
del sol de nuestra mesa,
el mantel de nuestras manos
desdoblado de arrugas crujientes,
extendemos el pan candeal
de la mina pacífica del templado horizonte.
Al sol del sol de nuestras manos,
a la luz de la luz de las velas,
al unísono canto del silencio
tras el alarido del cielo
y su saliva limpiando
cada intersticio de nuestro tejado,
al viento del viento que ya remite
la tierna epístola de la miga
de nuestro pan sereno
y caliente como las arenas
de cualquier playa. Y sin mar,
para qué queremos mar
si dormimos sobre la blanda espuma
de las bacterias y su amor
por la yerba y el agua.


lunes, 16 de diciembre de 2019

C@lores de otoño




La sangre de las piedras

Y rojas las hojas de la parra
recuerdan su líquida y animalista
alma, la sangre de las piedras
bebe la planta para no morir
de frío, que la tierra no la olvide
durante el invierno,
aquella la mantiene erguida
aunque caiga por su leve peso
a través del más liviano aire
que la sostiene.
Claro el vino que la alimenta,
claro el horizonte pleno
de fotografías de insectos,
el cine mudo con banda sonora
de traficantes de seda y artífices
del oro, el crisol de los sueños
amamantados por el sol, que ya es ama de cría.
Un invierno de gozo, una almohada
de tierno hallazgo entre la luz
y tus manos tan calientes.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Luces de noche



Presentimiento

De luz y tiempo se viste la noche calma,
de alba cuelga el blanco nuboso
tintado de silencio y agonía esférica
que clama bajo el sonoro mestizaje
entre la falta de sombras
y la armónica disonancia
entre el cielo y la tierra.
De repente un nido se colma,
de repente la robusta inocencia de la noche
emerge solidaria con el ventanal
de la luna, habitan sépalos serpientes
camino de la encina
supurando flemas,
los fantasmas nublan mis sentidos,
ajorcas de amor
que arropan el frío orificio
por donde se divisa plano
el otro hemisferio, aquel que acontece
en la otra noche más temprana,
la súbita puerta a las estrellas
me lleva al zaguán de su casa,
la valentía de abrirse a mis ojos
como un exhibicionista,
la bendición de despertar
más allá de la oscura materia
del sueño y sus secuaces.

Pensamiento nulo de bala
y bruma que culmina bajo el encendido
farol de las sábanas ya dormidas
libres de mi cuerpo y el peso de la soledad
de mis neuronas, tan animistas
como la serena que me eleva.
Qué bendeciré yo cuando cante
sobre el huerto enterrando
mis talones en el estiércol de plata
sino a la difusa, la mágica,
la sorteada presencia de estar viva
antes de la aurora.

Presiento un pozo de sueños
bajo el sincrónico canto del gallo
y mi corazón de voces. El nido
se aturde fragante de otros suelos:
los de ayer, los sin llegada, los amados
tirabuzones de la vida y su encanto
silabeante de hojas vivas en el otoño
de mis días.

martes, 26 de noviembre de 2019

Tiempos líquidos




El río de la lluvia

Cuando hace lluvia hace
después para la rosa
cuando hace calma hace
lloviendo el cálido
aire sobre la rosa y el suelo
de la rosa rosa flama
por el agua y el velo
templado del cielo lleno.

Plácido tiempo de agua
con sólido después
sobre la luz y nos,
tan líquidos como él,
nuestro compañero.

(De "Momentos estelares")

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Sobre regímenes que caen por su propio peso



Nuestro régimen

Porque ya ni las hojas caen,
porque no la lluvia las adelgaza
porque ya ni pesan
para hacerse más levantiscas
ante el viento de norte.
Protégense como leves brotes de aire
que al color de la nube se someten
transparentándose, solicitando
el peso de una mirada
que a tierra las lleve.
Ah, cuánto las hojas ansían
soltarse de sus ramas y bailar
al son del bóreas que se atreve
con ellas y con su incertidumbre:
no saben si son del verano o del otoño.
Sí conocen su lecho caliente
y hacia él apuntan con sus flechas
livianas, alas de polillas
a la lumbre dormida de la noche
del año, ni se queman ni enmudecen.
Truenan cercanas, golpean
la puerta del invierno:
que no las olvide el que vive,
recitan como manos juntas
rezando por la lluvia
al suelo. Se equivocan de dios
tal como nosotros erramos
juzgando y jugando a ser
otros de oro y aire
cuando de barro somos,
no celestes ni extraños.
Ellas siempre caen,
tal como todos al final
recordamos pies en tierra
que a la tierra volvemos
juntos, todos uno y sin preces.

Y la tierra sí que engorda
con nuestro alimento.
Aún sin lluvia.

(De "Momentos estelares".)

martes, 12 de noviembre de 2019

Colchón de rosas



El colchón

Coincidiendo la decadencia
de esta civilización con la de mi propio cuerpo,
no puedo más que felicitarme
por mi enorme tino: qué celebrarán
los posteriores sino mis propios años,
qué celebraré yo sin un después
que me esparza sobre la tierra
de mi huerto, mi jardín, sino
mi propio vivir sobre mis muertos
que todos los días piso
y de vez en cuando mezclo
con las piedras que me sostienen
en mi propia decadencia sobre su muerte
y la caída de todo un tiempo de los hombres.

Gorros de invierno, para qué os quiero,
si aún la lluvia no ha ametrallado
el aire, la tierra, mi tino que os cose
sin haber podido limpiar las ventanas
que al jardín se abren.
Para después, me digo,
sin un después.

Muertos vivientes en mi propio suelo
me calientan. Muerto viviente
un tiempo que hace aguas
tal como yo entre mis piernas
sobre mis muertos y las semillas
se abren sobre el lodazal
amoniacante. Al final, sin el después,
construyo un jardín con toldos de plástico
para eternidad y salud de los mares,
un jardín con rosas de tela
para que mi caída se amortigüe
con mi propia decadencia
y la de nuestro tiempo.

Las hinchadas huestes
y la mezquina suerte,
la tierna tesitura
y la mordaz y madura
manzana de la muerte
de un mundo sin por-
venir o manzanos que devengan
paraísos. Y yo ya me tumbo.
Que otros muerdan. Yo me duermo
ya sin hambre.

(De "Momentos estelares")

jueves, 31 de octubre de 2019

El amo de casa



El amo de casa

El esfuerzo con que la luz
se hace todos los días,
maldito sea el génesis
y todos sus estudiosos,
ninguno contempló ni relató
cómo el sol levanta
el manto negro, la mortaja
sobre la tierra bajo la tumba
resucitándose a sí mismo,
como si la empresa dependiera
de unos brazos más extensos
que el Universo.
Calculamos a nuestra medida,
contamos las estrellas con las puntas
de nuestros dedos, el milagro
nos ilumina todas las mañanas
revelándonos el poderío
de tanto astro esforzado
en su tarea cotidiana:
Recoger la noche,
barrer las estrellas,
abrir las flores,
secar la yerba,
calentar los techos de los hombres
y cocinar el humus
que germinará desde semillas.
Pobre amo de casa el sol,
nadie contempla la fosa abisal
que atravesó
para revivirse cada día
en nuestra mirada tan parca,
tan parcos somos, nos
y nuestros lamentos de lagartos
con lágrimas de cocodrilos
y voluntades de renacuajos.

(De "Momentos estelares")

sábado, 26 de octubre de 2019

Torre de todos





Torre de memoria

Casi no llueve, pero la encina flota
baja el amago del viento,
caminante de sus pasos frugales
sobre las flores de cualquier primavera.
La ventisca anula el desconcierto
de la oropéndola que a mi regazo salta,
un dorado presente de un pasado verano
fuera de tiempo en este cálido otoño:
Una torre sumergida, una torre de oro
flotando bajo la orilla tan lejana
de mí como yo del mar y su peso
de agua
sobre la bendición de ser lamida
por las lenguas de la playa. Canta la torre
exhalando aire caliente. Canta
la higuera su nana de invierno,
se desnuda para dormir, el futuro frío
la envolverá en sábanas de coral.

Solo los seres humanos nos abrigamos
cuerpo sobre cuerpo, hoja tras hoja
de nuestra Historia, revelando
esa torre de todos, esa torre dorada
bajo las aguas de la memoria y la paz.

(De nuevo poemario aún sin título, quizás "Momentos estelares", quizás "En este sí vivir")

martes, 18 de junio de 2019

Hay vida más allá





Mañana de niebla

Señal de agua leve
suena el cielo cantando
la niebla que se despierta.
Desde el valle alienta
el alivio de su brillo
y hasta el trino tiembla
de los grillos que ya duermen.
Sueltan las gargantas
el mugido del nuevo día,
reman las tórtolas a la par
de sus alas grises
como la nube grande,
como el vaho de esa boca
que refresca el verano
prometido.

Cantan las aves,
cantan las vacas,
cantan el gallo y los perros,
canta la niebla arropando
a la tierra la nana que llovizna
acunando el mar de yerba.
Las hojas flotan la marea
del campo que amanece
más allá del valle, más alto
y más lejos del río grande.
Y yo lo vivo.

(De poemario sin título.)

jueves, 30 de mayo de 2019

El viento constructor



Temporal de mayo (negación del arte)

Lo que hace el viento con las rosas,
cómo las desnuda con violencia,
como si se enfadara al detectar
que son bellas pero nulas.

El suelo, antes triste,
hoy se viste de festivo
por acción de tanto enojo,
porque el viento airado
ha luchado por devolver a la tierra
lo que de la tierra provenía.

El viento construye cimientos
con rosas a golpes
de ira contra la injusticia
de nuestra mirada.
La belleza, para quien la trabaja.

martes, 12 de diciembre de 2017

Tres amaneceres




Venganza

En este sí vivir semántico
que conduce la noche ya muriendo
joven, la luna ya cantando nana
a las estrellas y el gallo
iluminando el silencio del sueño,
sostengo ensimismada la trama
del toldo de mi embargo.
¿Qué alucinaciones gobiernan
los sentidos atravesados
por el súbito despertar
de los sonidos de los hombres?,
qué claman respirando
las milongas de los relojes
tictaqueando el espacio lleno
de ser vivo,
de contenido azul silabeando
la dulzura del oriente
amamantando el día
y vengando, porque viene,
¡qué venga!, la amanecida
que a la muerte
de la noche venga.

(2017)


Silence rising

Oficia la sacerdotisa
de la aurora. La diosa
me comulga con su aire
rosa y frío. Se congelan
las afables sienes
a la luz de sureste.
Nace la paz
aliciente, padece
el mutismo
al despertar-
SE.

(De "Extinción de ruina")

domingo, 25 de septiembre de 2016

Rabí-Osa



Rabí-Osa

A la Administración de Justicia española y a los corruptos que le dan de mamar.

Y llevaré el infierno sobre ti
y cada uno de tus lazos,
de tus vínculos, de tus cadenas de montaje.
Arrasaré con fuego tus testículos,
tu piel cetrina borboteará espuma roja,
la mentira anidará en tu pecho
y de él brotará el puño
de gusanos negros
que beberán de tu sangre excretal,
se torcerán tus extremidades,
tornarán lo imposible cuando intentes
caminar o abrazar,
tus rodillas hacia atrás,
tus codos hacia dentro
se clavarán en tu propio tórax
horadándote los pulmones,
así cuando inspires por tu boca abierta,
a tu tráquea llegarán
tus propios huesos y tu alarido de dolor
cegará tus ojos, mirarás sin ver más
que tu propia sangre inundando tus pupilas
que llorarán la hiel que hervirá sobre tu rostro
ya sin labios, ya sin nariz, ya solo dientes

mintiendo que ríen,

porque este espejo, este infierno
que yo te pongo delante
sufrirás sin vista, sin oído,
sin falanges, sin piel cetrina
que te proteja, sin argumento
vital para sobrevivir
sobre tu propio esqueleto
de huesos de alambre.
Ya percha, ya objeto útil,
ya objeto recuerdo,
ya solo recuerdo del infierno
que echaste sobre mí.

viernes, 15 de abril de 2016

Huerto



Huerto

Tierra soy y no me tumbo,
sombra canto y no te entierro,
senda clavo, luces sudo,
soy huerto claro
y clamo al cielo
agua, sol y vino
el viento que me inflama
de norte duermo al sur
predico mi sueño,
de pie me inclino
a tus pies, me hundo
en el barro de tu sino,
tierra o suelo. Manos.


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miércoles, 17 de febrero de 2016

Declaración de hacienda de una freelance

Declaración de hacienda de una freelance 

Hacer poesía no da dinero.
Luego soy pobre, nada que declarar.

Ahora que nos compran la sangre
como cabellos que volvieran a crecernos,
ahora que súbitamente
el mar se dibuja negro
con osamentas de hierro
que cían sobre sus caudalosas
ondas, las olas, la negra
y flamante bandera
de ese barco a la deriva
que flota encima nuestra
y gracias a nuestras cimas.
Ahora, ahora debemos callar
y no escribir ni declarar,
ni por activa
y ante su pasividad.

Para no hacerlos ricos
a costa nuestra,
a costa de nuestras vidas.


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lunes, 28 de diciembre de 2015

Campo lunar rosal



Campo lunar rosal

Lunares me aparecen
los días siendo
tan solares como la rosaleda
recién nacida.

ando
escribiendo
con rosales en la tierra
lunares paisajes
para no olvidar
nunca que aunque
no la vea la luna
blanca me espera
reluciente y llena.

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miércoles, 19 de agosto de 2015

Superwoman


Superwoman

No voy a hablar de lo que fui
o no sé
si sigo siendo,
porque ya no existo
a estas medianas de mundo.

Qué más quisiera yo que dejar
de sentir, de pensar, de ser
para poder no estar
en este tiempo
que adolece de ti
y así lograr
el milagro por el que rezo:
hacer
girar la Tierra
en el sentido contrario,
en el pensamiento contrario,
en el ser contrario
a lo que he sido
o soy estando.

Existir a salvo de mí,
la superwoman siendo.


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lunes, 17 de agosto de 2015

Racimos

Racimos

Tus manos, amor,
tus manos y mi sonrisa.

Bajo la canícula
me complemento como un nudo
sarmentoso me enredo
a tus dedos como un brote
de agua del manantial
de las uvas que nos nacen
bajo el cielo blanco
de verano almidonado
bajo el sol y el deseo,
bajo la realidad de la parra
y la argamasa del tiempo.
Bajo las uvas nos adueñamos
de nuestro abrazo
al firmamento y a la juventud
de nuestra vida en comunión
con el liviano aliento
de las hojas perennes.

La sombra extendida
siembra de frutos nuestro suelo.
El llanto de la tierra bendice
las aguas dulces y serenas
que destilan nuestras manos.
Unidas borbotean presentes
de milagros como uvas.

En racimos.




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jueves, 13 de agosto de 2015

Luna nueva

Luna nueva

Ahora siendo luna
nueva me desnudo
de luz, me visto de noche
con galas de estrellas
y el brillo en tus ojos de lo que fui
mientras el cielo no me recordaba.
Ahora me asume negra,
tal como me recuerdo
cuando yo mismo era nueva.

Blande la memoria del cielo
un nombre sin causa,
el beso limpio sobre mí
tu boca
sobre mí
tu barba sobre mí
y yo sin luna
te amanezco siendo
tú nuevo y desnudo
de noche vestido
de luz.



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