la llegada
Allá en el vaso grande
del huracán de invierno
nace la calma partícipe
de la flor.
Tan pacífico y asomado a tu rincón
de allende las farolas, las aguas limpias
y celestes de una ciudad marítima
a la vieja usanza, con su piel morena
y su olor a salitre confundido
su cuerpo con el mío.
No sé a qué sabe el celo
de tus manos.
De la carta al velamen
la curva de poniente se abre
y tu corriente entibia
el país seco donde nazco.
Esas tus manos atronadoras
en los oídos de mis ingles
beberán alumbre salvaje
de mi centro y mi ansia
de poseer el océano. La malva
para quien escarbe la tierra dura.
El mar, sólo el mar, y yo
con todo el mar
bautizándote
como mi espera.
Sofía Serra ("Suroeste")
¿Por qué será que este poema, y sobre todo sus versos finales: "...El mar, sólo el mar, y yo/ con todo el mar/bautizándote/como mi espera..." me ha llegado tanto?, ¿será porque el mar forma parte de mi sangre y va conmigo por haber nacido aquí, en la orilla del cantábrico?...
ResponderEliminarSeguiré deslizando mi fantasía por tus versos y comenzaré mi sueño precisamente ahí, donde tú comienzas el poema y dices: "...Allá en el vaso grande/del huracán de invierno/nace la calma partícipe/de la flor..."
Un abrazo y feliz día querida Sofía,
Rafael
Me alegra que te lleguen tanto esos versos, Rafael, ... yo, de secano, de secano a apenas 80kms de la costa y con un río que no hace ni unos segundos en cronología geológica era más mar que río, siento el mar como mío, y como mío, de todos.
EliminarNo hay fronteras en él, por mucho que delimiten aguas territoriales. Norte, sur, este u oeste se funden en él.
Además, el mar Cantábrico me es especialmente querido, :)
Un beso y buenas noches, mi muy apreciado Rafael
A la que quiere comprar; pues yo no vendo..
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=noWeGq-7Jzw
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=rMY0S9rdNZ0&feature=related
EliminarMuchos de mis amigos han vuelto de las nubes
ResponderEliminarDel sol y de la lluvia de la que son inmunes
Vienen de la estación de la amistad sincera
La estación la más bella de las cuatro en la Tierra
Poseen la dulzura del más bello envoltorio
Y la fidelidad del pájaro migratorio
Su corazón alberga un pozo de ternura
Y aveces en sus ojos se incrusta la amargura
Entonces vienen a calentarse aquí y tú también vendrás
Podrás volver de nuevo al confín de las nubes
Y de nuevo reirte de las incertidumbres
Repartir en tu entorno un algo de ternura
Cuando alguien más te quiera ocultar su amargura
Como nunca se sabe lo que la vida engendra
Puede ser que algún día yo tampoco la entienda
Si me queda un amigo que de verdad me aprecie
Olvidaré esta pena que lágrima desprecie
Entonces quizás venga a calentar mi corazón a tu leña
ResponderEliminarY a más
deja que te enseñe mi candela, que yo también la necesito para que este cuerpo y alma se recompongan
Eliminarhttp://sofiaserrafotografia.blogspot.com/2010/11/candela.html