miércoles, 15 de octubre de 2014

Las naves de Babilonia eran redondas (No echar de menos)

Las naves de Babilonia eran redondas
(No echar de menos)

Echar
de más al menos
tirar
del hilo al sol
por la borda
el lastre
masacrar
el recuerdo
liquidar
la luz y así
marear
el horizonte o sueño
inclinado
hacia el presente,
como la noche azul, que nunca se detiene,
como el día del olvido
de ti,

o mi nave,

algo babilónica la verdad
todo hay que decirlo
hasta en un poema.

martes, 14 de octubre de 2014

Flores y frutos

He visto naranjos con azahar y hasta perales en flor en la tercera estación de este hemisferio norte, pero jamás a la recia encina sucumbiendo a las mieles de un otoño cálido y lluvioso. Estoy segura de que hay quienes achacarán la convivencia de síntomas tan señeros de las dos distintas estaciones al cambio climático, pero a mí no me resultan demasiado extrañas. Quizás porque vivo en un sur. Imágenes como la que pudieron disfrutar mis ojos, y que esta fotografía intenta mostrar, solo me retrotraen a algunos versos/ideas mías. En un mundo esférico, ¿cómo atreverse a señalar diferencias?, ¿qué es norte y qué sur? Solo abstraigo que esta encina vive ajena a los límites, a la costra dura de la nomenclatura. Por suerte ya no podré nombrar las candilejas como tan solo de Abril, ese mes en el tanto siempre "echo de menos". Ahora puedo mostrar la prueba de que Octubre (el Abril del hemisferio sur), es también el mes de la primera, aunque mi cuerpo pise un hemisferio norte.

Flores y frutos en Meridiana claridad

viernes, 10 de octubre de 2014

Clamor

Clamor

Compartiendo crímenes,
tolerándolos todos cada uno
de vosotros y yo somos
crímenes sociales, políticos, legales.
VIVIMOS
la única oportunidad
para el olvido y el recuerdo,
el don de gentes que permite
el rescoldo siempre en llama
de la poesía.

Al calor de la candela
yo te nombro.

No busquéis más.
Lo tenéis delante:
los ojos para adentro
y las manos hacia afuera.

No existe otra
respuesta ni pregunta.

jueves, 9 de octubre de 2014

The little bridge sobre el Río Grande

The little bridge sobre el Río Grande
(a una pasarela sobre el Río Guadalquivir)

siendo un pequeño puente, es decir,
de esos que no se abren
a los mástiles de las naves
a los gallardetes de colores
colgados de sus jarcias
ni a los buques de gran tonelaje
que inundan con su ferretería
el tranquilo y caudaloso río
que aún tan grande apenas
da para acogerlos,
siendo como decía
cerrado puente
me con-formo
con el ruido de los pasos de los transeúntes
la visión de las estelas de las pequeñas embarcaciones
que acogen miradas plenas
de sus verdes orillas, de sus aguas,
de sus transparencias, de sus reflejos.

Siendo como soy
un pequeño puente
me con-formo
no dando
paso a lo soberbio
hijo de su madre.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Verde y blanca

Verde y blanca 
(A Dolores Giráldez Alcántara, mi madre)

mi madre era blanca,
una variedad de trigo
que no se disculpa.
blancas sus manos, sus uñas
su pecho, sus hombros,
blancas sus cejas
sus piernas verdes
ya sé que sus ojos
pero su voz verde
que confunden, ellos,
con la mía blanca
y despojo de yerba
verde su tez inmaculada,
su albatros de amuras
cobijaban mi
corazón
verde tan verde
corazón
la semántica piel
vestido
mi duelo de esperanza.
mi duelo.

No lloro por mi madre.
Verdeo por mí teniéndola
cerca dolores, Dolores,
dolores de desconsuelo
blanco.

martes, 7 de octubre de 2014

Noche a ciegas

Noche a ciegas

qué es lo que quiero,
me preguntan las ojeras
de la noche que amanezca
te pregunto como si todo
fuera un continuo
día negro y desteñido
por la ausencia de la aurora,
que no abre los ojos,
que no los abre
ni para
desearme la pesadilla
de no saber qué quiero.

Al pasar por la desgana
me dijo el barquero,
vieja, tienes sarna
y no tienes dinero
ni lo vas a tener,
pero se te hunden
esos pudientes
dedos en tu carne
rascando los tuétanos
de tus huesos y no lloras
ni gritas de dolor.
de qué estás hecha,
vieja, sino de siete
pieles de papel
ya quemado, ya pavesas,
ya espectáculo que vende
la risotada perpetua
de tu organismo sediento
de saber qué quieres
además de rascarte
al ritmo de tu carcajada.

Atardecer con la aurora,
bostezar durante el día,
alimentar con la noche
la dormición de la querencia.

El desamor todo lo puede.

lunes, 6 de octubre de 2014

Depresión

Depresión

Del vergel acústico al mudo
escaparate que en tu boca
se expande y afluye como un río
de orillas evanescentes.
Así la riada se embarca
en mi pecho sobresaliente
sin saber si ya es
sierra ondulada o soy barca
flotando a la deriva de un lago
tan estancado que solo el sol
puede hacer correr,
o lograr que desaparezca
secándolo.

yo ya no estoy donde estoy
ni siquiera aquí tras la í
ni acá sobre la á
o en ella misma o fuera de ella
ni un ser ni existir estando,
ni tan siquiera en el respiro
ya anegado de asfixia:
agua lenta colmada
de silencio densamente
estratificado.
 
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