domingo, 6 de noviembre de 2011

viernes, 4 de noviembre de 2011

La ovípara



Correcciones Nueva Biología


La ovípara


Son los rostros los que escriben
productividades de larga espina
como la de la serpiente.
Huyo entre mis piernas
—aquella sierpe, aquella lozana sierpe—
que corretean llevadas
en volandas por colleras
de palomas torcaces.


presta a nacer
de una vez por todas
cuánto duele.


me balanceo
por consolarme.
U oxigenarme,
vueltos los ojos
en blanco hacia
mí del revés.


Sofía Serra

jueves, 3 de noviembre de 2011

Con-petición

(Correcciones Nueva Biología)


Con-petición


Los varones no sangran.
Al menos por la vagina.
Provocan las batallas
para lograr las heridas
y regar la tierra con la sangre.
De los otros.


Sofía Serra

miércoles, 2 de noviembre de 2011

la mujer cubista

Correcciones Nueva Biología


la mujer cubista

Ni mucho y menos
desecho en los versos.
Cúbicamente me llegan
cuando cierro los ojos.
Será que lo que veo
grita demasiado
y se me desplazan anatomías
camino del volumen
para comprobar si en el plano,
oído, boca y dedo índice
se hacen compañía.


Sofía Serra

lunes, 31 de octubre de 2011

Fotografías de un futuro anterior


¿Verte y no verte venir?
Hoy este medio me ha dado una de sus pocas plenas alegrías, me ha devuelto una mirada sobre mí misma, y en ella me he descubierto trascendente e inmanente, asimilable por cualquiera que ahora me conozca, y lo que no tiene precio, asimilable por mí misma. Alguien me ha dicho: “En esencia, si hemos sido fiel a ella, somos lo mismo siempre”. Y yo digo, ese es el mérito, tal vez no de nuestro espíritu, tal vez sí. Que el tiempo suceda y no acontezca, señal de que siempre hemos sido.

Cuando me he visto fotografiada con apenas 18 años recién cumplidos, sin norte consciente sobre que esas fotos existieran, y no me he emocionado al verme más joven, sino sólo y cuando me he sorprendido rodeada de blancas palomas (léanse mis versos, vean mis fotografías), reflejada en un estanque, agua, o fumando bajo una palmera, he podido re-comprobarme, verme y verme llegar, verme, y en la otra mirada, verme seguir.

Por aquel entonces se luchaba en la Universidad de Sevilla por hacer de esa institución pública un lugar democrático en el que los mismos alumnos tuvieran opción de voz y voto. Casi acabábamos de estrenar la democracia (1980-81) en este país. Nos sentíamos ya un poco traicionados por eso que ni vivimos, la algarabía revolucionaría de mayo del 68. Ella nos cogió demasiado jóvenes, niños aún, pero cuando llegamos a nuestra madurez aún adolescente supimos recoger su testigo sin desbaratar nada de lo logrado a partir de ella.

Claro que al menos donde yo me formaba era una facultad donde se estudiaba Historia, una materia tan confundida por la mayoría, tan vilipendiada, simplemente porque, efectivamente, puede ser objeto de manipulaciones, resulta susceptible de manipulación, como todo lo humano. Lo único que sucede, y eso, los que amamos la Historia lo sabemos, es que la Historia, como la Poesía, siempre termina por demostrar lo que a ojos del hombre contemporáneo a su tiempo le resulta invisible, que la verdad del ser humano, su verdad, permanece caminando más allá de los avatares circunstanciales, y avanza, avanza como un arroyuelo recién nacido por muchos siglos que la contemplen.

Entonces nos sentíamos la generación X, la generación perdida (¿qué generación no ha tenido ese sentimiento?), pero hoy siento que ni estábamos tan perdidos ni, lo que es mejor, dimos por perdido el esfuerzo de los que nos precedieron, sino que sobre sus logros, fuimos capaces de seguir construyendo.

El autor de las fotografías que muestro, Francisco Navarro, antiguo compañero recién reencontrado en este momento, sabe más de todo aquello que yo misma. Lo recuerdo esforzándose por transmitirnos todo lo que en otras facultades del distrito universitario y de toda España se debatía. A él, a algunos más sevillanos también, pero él era nuestro delegado, le debe la facultad de Geografía e Historia de la Universidad Hispalense todo de lo que ahora DISFRUTA. A su esfuerzo, a su tesón, a su implicación. Y la facultad de Gegorafía e Historia fue una de las más implicadas en el proceso. Por Paco, siempre por Paco.

Y yo al amigo le debo estas fotografías que me han devuelto una mirada que solo tenía en nebulosa de recuerdo y palabras. Ni siquiera me recordaba con una cámara colgada del cuello por aquel entonces, y mucho menos con una guitarra en las manos, ni entre palomas blancas, ni reflejada en el agua pero puesta del derecho.
Y es que creo que algunos nos ven antes que nosotros mismos. O tal vez fuimos transparentes siempre y algún buen fotógrafo tuvo la valentía de saber retratarnos por dentro.

(Por si alguien no me identificara, yo, la morena de pelo semilargo y largo)


















Autor de las fotografías, : Paco Navarro. (Negativos escaneados)

(Nota de la autora del blog: Subo imágenes en la que aparece antiguos compañeros a los que creo no le importará. Por si acaso así fuera, no los identifico. Caso de que leáis y veáis este, si os apetece que escriba vuestro nombre en este medio, dejádmelo dicho.)


GRACIAS, PACO

(Espero todo lo que hemos hablado para el otro blog. Al fin y al cabo somos historiadores, y tú eres documento vivo de primera mano de la Institución del CADUS)

 
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