martes, 6 de julio de 2010

Compañeros del tiempo

Autoparafraseo uno de mis versos de hace unos meses en este título.
Aunque escrito hace pocos días, este poema formará parte del libro que se publicará después del verano, "La presencia por la ausencia".
La fotografía ha salido re-revelada ahora. Disparada y hecha en su momento en blanco y negro, aquí se puede ver, siempre me quedé con las ganas de hacerla definitiva en color. Ahora, hoy,  al hilo del poema, ha salido. 
Que nadie confunda el hecho instantáneo casi inherente a la captación de una imagen fotográfica, con la velocidad con la que el ser humano es capaz de asimilarla, hacerla suya, y por tanto que se tenga en cuenta que si "click" puede hacer desde una máquina a cualquier chimpancé, es el hombre el único que puede aprehender algo tan casi inalcanzable por la física humana como es la velocidad de la luz.
Reiterativo debe sonar para quienes comprenden algo del proceso fotográfico, pero es que aún existe demasiada confusión en torno a él y, por una vez en los últimos tiempos, no me resisto a decir no poéticamente.
Dos años no está mal para lograr revelar una fotografía.


Título de la fotografía: Luzazul

Luzazul

Conciencia no tiene dientes,/
sólo lengua que lame los más internos cauces/
de la estera/
en mi puerta, asegurada con tantos clavos/
como versículos en el aire dejo abiertos/
a la luz, la benevolencia,/
la ola grande de tu sonrisa/
entregada a la arena de mi mejilla./
¿Hablamos?/
No hay más porvenir que la vida quieta, y hoy ya,/
solar limpio de ruinas, soy algo de lo que en un tiempo/
viví junto a tu buena muerte, tu mirada y tu mano en mi hombro./
Un cigarro,/
un cigarro azul: luz del día./

Sofía Serra 1 de julio de 2010

lunes, 5 de julio de 2010

Toda una vida


Titulo de la fotografía: Toda una vida

Turner

Ésta es mi vida hoy en hoy:/
a dos velas de manga ancha,/
a dos timones de eslora abierta,/
a dos amuras de babor y blanca calma de estribor a proa alzada,/
albura en popa enternecida/
a golpes de una mano que sabe dibujar estelas sobre el agua./

Se alojó la tormenta sobre el lienzo,/
la vida en nuestras manos, la vida endecha/
en arco de retorno, la nube extiende/
su raciocinio más allá del tren de ida y vuelta./

Si yo que nada busco, doy contigo,/
giro sobre giro en clave secreta/
de dorada regla.../
Si sobre suelas de rosas anduve/
combatiendo con mi espada tierna/
entre párpados cerrados y flores/
del aquél al ya extendido en el principio,/
hoy, sereno suelo de mi cielo,/
otros zapatos me calzan:/
Zapatos con alas blancas./
Ay, Hermes, mi Hermes Trismegisto (*) que sin saberlo te honré/
bajo las encinas, y ahora,/
bajo el magnolio,/
sin venir de cuento/
sino de paz,/
llegas/
y me haces anido./
Como en las reglas del arte,/
ya que conocí mis propias normas,/
hoy puedo, así de sencillo, partirles la boca/
con un mandoble de flor naciente/
acunada en este estío./

Sofía Serra, Junio-Julio 2010

(*) ver foto relativa aquí

sábado, 3 de julio de 2010

El agua


Título de la fotografía:Vis a Vis


El agua sabia,
el agua rica, el agua blanda,
el agua amiga,
el agua olvido, el agua paz,
el agua limpia,
el agua amor,
el agua bebe,
el agua vivo el agua:
Derramada.
El agua blande, el agua habla,
el agua vive:
el agua bebo.

Sofía Serra, 3 de julio de 2010

viernes, 2 de julio de 2010

Yamoré




Hay quienes piensan que escribir libros es de gilipollas.
Y yo les doy la razón, pero sólo la razón.
El resto del conocimiento, que lo adquieran con sus propias herramientas, si es que saben dar con ellas.






La flor del magnolio recoge cuerpos vivos en la sombra

Ya pertenezco a cierta mudanza que canta al olvido/
de media vida./
¿Dónde te quedaste, compañera mía?/
¿En qué barrio de las afueras?/
¿En las tres mil viviendas?/
¿O tal vez en el desguace ferroviario/
de la orilla izquierda de la antigua carretera de la muerte , Nacional-630?/
No importa,/
sólo quisiera poder encontrarte./
Proclamaré un bando desde el ayuntamiento./
Pondré a setecientos mil vecinos en pie,/
alertaré oídos y limpiaré ojos y cristales,
contrataré detectives, me patearé las calles/
(aprovecharé para sacar a Lupita)/
cogeré el coche negro cuando tenga para gasolina,/
teclearé todos los números del listín telefónico,/
¡cómo no soy yo nadie  cuando sé lo que quiero!/
Y sé que siempre lo logro./
Mas, y ahora caigo, las afueras/
y el adentro combatieron hace tiempo/
ya solapándose, hache sobre hache,/
en esta flor de magnolio/
algo ajada y abierta según qué pétalos/
se han expuesto al sol de junio/
según a qué hora del día,/
según en qué día de la semana,/
y aún no sé si las raíces aéreas de este árbol mío/
dan para extenderse más allá del olvido de cierta tierra/
que aré y aré y aré hasta enjutar la sangre de mis venas./
Cuando los magnolios, reconozco,/
sólo necesitan calor para que florezcan./

Así que te encontré, ahora te veo;/
pero aún no sé si debo utilizarte./
Mis herramientas siempre son como tú,/
o como yo,/
tan delicadas y primeras,/
que da dolor hacer uso de ellas,/
por si fraudulento resultase./

Sofía Serra, Junio 2010

jueves, 1 de julio de 2010

Clavados en mí misma

Sin repasar de anoche mismo. Me lo debo. Ya reeditaré para trabajarlo y tal vez grabe en voz.
(ya he grabado y reeditado, he dividido para hacer una estrofa más en una anterior más larga y añadido un "tan humano ", aún dudo algunas cosas, eso siempre, nunca se acaban del todo.)




Clavados en mí misma


Quedaron como muertos bajo la escarcha, congelados/
bajo el frío del abuso y la medida dura/
de tus ojos/
clavados en mí misma/
tras el cristal del despropósito,/
el desvelo, el celeste/
de maldita frialdad que nevaba desde tu cintura/
a la mía, quedaron muertos,/
quedaron muertos,/
quedaron muertos y enterrados.../



¡Mas hoy gritan!/
Aúllan reprochando/
el abandono,/
la inutilidad,/
la agridulce empresa,/
el resentimiento,/
el disfraz,/
la injusticia... humana, todo humano,/
tan humano.../
Tan humanos sus recuerdos clavados a mí misma./


Pasmado dolor nervudo en estas arterias/
convertidas en tensos alambres de espinas/
recorre desde mi médula hasta mis uñas
torturando entrañas, aliento y sangre./
De obsoletos entuertos se alimenta esta vida.../


Y quedaron, quedaron como muertos/
clavados en mí misma./


Hoy soy yo la que aúlla de dolor./
Redigiero la roca que me obligaste a tragar,/
como si nunca hubieras sabido que esta garganta/
sólo era tierna carne sedienta de tu saliva./

Sofía Serra, 31 de Junio de 2010
 
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