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jueves, 22 de diciembre de 2011

Prontuario internaútico: sobre el lenguaje poético

Extraído de una conversación en tuenti, me la ha pasado mi hijo a ver qué me parecía. Una mera conversación entre tres chavales amigos, un estudiante de Derecho, otro de Filología y otro de Ciencias Políticas, edad, 19 años.
Pocas veces, salvo en brillantísimas locuciones de filósofos o estudiosos de reputación y prestigio indudable, he visto que alguien se acerque tanto a la definición del lenguaje poético y del Arte en general. O dé en el clavo. Y no, no es poeta el que habla, al menos, escritor de versos.

Yo creo que hay una ligera confusión acerca de en qué consiste definir algo. Definir algo no es reproducirlo perfectamente, eso es imposible. No es posible duplicar la realidad en su totalidad, meterla en un vehículo de comunicación, y lanzarla a los cuatro vientos. Toda definición es imperfecta, por naturaleza. Hay quien dice que cuando se nombra, se mata. Ahí es donde entra la importancia del receptor del mensaje, para pulir en algún aspecto, no en todos, la imperfección de la definición.

El lenguaje discursivo, a mi entender, acaba quedándose corto cuando lo comparamos con la "autodefinición" que la realidad hace de sí misma continuamente. Por una razón tan sencilla como es el paso del tiempo necesario para describir o definir, y el necesario para que la realidad sea percibida: percibir un momento plasmado por escrito puede llevar 5 minutos, percibir el mismo momento en la realidad lleva exactamente la duración de ese momento, que para el que lo percibe acaba siendo cero.

En esa línea, la importancia, y creo que verdadero punto fuerte, del lenguaje poético es que es capaz de acercarse a ese "tiempo cero", al mismo tiempo que provoca en el receptor la percepción cuasi-completa de ese momento que recoje. Merece la pena señalar que desde el punto de vista discursivo este tipo de enunciados comunicativos son los más "imperfectos", puesto que son los que dejan más "espacio en blanco" en la descripción del momento.

Tal vez sea eso lo que caracteriza al arte: la capacidad de hacer percibir al otro un momento de forma casi perfecta, a partir de un lenguaje discursivamente muy imperfecto (espacios sin información discursiva). Si esto es así, de aquí podría venir la necesidad de que el receptor sea mínimamente humano, que tenga un mínimo común con lo humano (o mínimamente inteligente, pensando en otras civilizaciones) para que ése tipo de enunciados, los artísticos, funcionen como he dicho. Abstrayendo el concepto un poco más: quizás sea necesario, para que el enunciado artístico lanzado por un emisor funcione como vía comunicativa superior a la discursiva, que el receptor tenga un mínimo en común con ese emisor. Es de esperar que cuanto más en común tenga, mayor será la efectividad del enunciado. Quizás sea por eso que el lenguaje artístico sólo funcione a la hora de hacer percibir en el otro momentos intrínsecos a la especie en la que se encuadre el mínimo (o máximo, según el caso) que emisor y receptor tengan en común, y no pueda utilizarse a la hora de la mera descripción empírica (relación con universalidad del lenguaje poético).


(Manuel Távora Serra, estudiante de segundo de Derecho)

martes, 17 de febrero de 2009

Manifiesto contra el racismo, la xenofobia y la ignorancia autoconsentida



(Autor fotografía : Manuel Távora Serra)



Fotografía realizada durante un viaje de estudios apenas un par de días después que Berlusconi arengara a los médicos de familia italianos a denunciar la presencia en sus consultas de inmigrantes "sin papeles". Lugar: Pisa, Italia.



Autor texto escrito a continuación, Manuel Távora Serra. Comentario crítico de ejercicio de estudios.





RESUMEN



En el texto se informa de la situación en la que se encuentra el proceso judicial de Omar

Bashir, que ha sido el desencadenante por el que La Corte Penal se está planteando muy

seriamente el eliminar la inmunidad política a aquellos dirigentes de países principalmente los de países subdesarrollados) que hasta hoy (y probablemente hasta dentro de unas semanas) gozaban de total impunidad ante la ley, sin tener que responder por sus crímenes contra la humanidad. La Corte Penal se plantea retirar tales privilegios, en esencia para evitar ciertas atrocidades, pero utiliza como excusa que, por definición, ser gobernante es la máxima responsabilidad, de lo que se obtiene la máxima recompensa, y por tanto lo que permite un máximo castigo, en este caso, penal. En definitiva, se expresa el deseo de que se realice tal decisión.



ESTRUCTURACIÓN DE IDEA



Los gobernantes no gozarán de inmunidad.

Lo primero a lo que se alude en el texto es a un caso particular actual (el de Omar Bashir), pero se utiliza para dar a conocer un hecho de mucha más importancia y que engloba muchos casos particulares como el anterior (el hecho de que los gobernantes ya no posean inmunidad política, sobre todo los de los países subdesarrollados). Durante todo el texto se insiste en que la decisión no está tomada absolutamente, pero si se admite que, de hacerlo, sería un gran paso para mejorar toda la situación social de aquellos países jóvenes, vástagos de las antiguas colonias occidentales.



COMENTARIO CRÍTICO



Es un texto periodístico, de carácter informativo y predomina en él la función referencial del lenguaje, se aprecian pequeños focos de opinión, pero se trata de pensamientos creo que tan globalizados que podríamos incluirlos dentro de la misma información.

Algo que siempre ha conseguido mantener dentro de mí una sensación de pesar es la muestra de la poca responsabilidad del ser humano, o de su capacidad para olvidar responsabilidades que no conviene mantener o reconocer, esto, algo cotidiano, se traslada desde el olvido voluntario de hacer la cama, al olvido voluntario de ayudar a todos aquellos pueblos que dejamos atrás, muchos destruidos tras décadas de asentamiento extranjero, la mayoría fundidos con los que llegaron a partir del siglo XIX a aquellas tierras del sur y del este “medio-lejano”(ya que el otro continente ya estaba ocupado e independiente), o simplemente, al olvido de nuestras antiguas colonias que con tanto agrado y valentía mantuvimos cuando sus recursos eran necesarios (al igual que ahora, sólo que ahora es más fácil conseguir materias primas mediante empresas privadas y no con representaciones de la metrópoli).

Me indigna la capacidad de cerrar los ojos ante la visión de las sábanas arrugadas, y cómo cada vez se ensucian más y huelen peor tras noches de uso sin cuidado, simplemente entrando en ellas y saliendo de ellas, sin fijarnos en su situación al entrar, al estar, o al salir. Llegará un momento en el que la podredumbre sea tal que la infección romperá nuestras barreras, y nos veremos obligados a limpiar las sábanas durante todo un día, sin descanso, sólo para evitar que la suciedad siga extendiéndose. Para volver a ver blanca la funda de la almohada el esfuerzo sería tal (o consideraríamos que el esfuerzo sería tal) como para que mereciera la pena comprar otra en el chino de la esquina y tirar las sucias. Eso me aterroriza, ¿llegará el día en el que haya que tirar toda África? Hechos como el que expone el texto me dan razones para creer que no, que aún es posible mantenerlas limpias, o que al menos, nos estamos planteando el hecho de cuidar de lo que usamos con tanta frecuencia.

Me encantaría pensar que todo acabaría bien, que las sábanas se limpiasen completamente, o que nosotros nos fundiéramos con la suciedad y no notásemos nada, que todo fuese totalmente natural. Pero todos sabemos que hay manchas que no se van por mucho que queramos, y todo el mundo también sabe que todos los organismos generan poderosas barreras de rechazo frente a agentes externos. Esperemos que mutemos, o que nuestra madre venga a reñirnos, porque la habitación cada vez está peor, y no estamos tan bien educados como para auto imponernos su limpieza. Lo mejor de todo es que todo lo anterior es natural.





Tal vez algunos pasajes del texto destilen socarrona ironía, pero ¿hay otra forma de espetarle a la actual y vieja Europa su agónica, histriónica y ridícula capacidad para asimilar sus propias realidades, y culpabilidades, pasadas y actuales, su incapacidad para la adquisición de sabiduría natural por parte tanto de dirigentes políticos trasnochados como de gran parte de sus ciudadanos que se suponen herederos de una escuela pertrechada en los mayores avances sobre el conocimiento como fue la filosofía desarrollada en el mundo antiguo?

¿Qué dirían Platón y Aristóteles si levantaran la cabeza?...¿o el mismo Rafael autor del fresco "La escuela de Atenas? Por mucho relativismo histórico que consideremos estoy seguro de que habrían llevado al "exilio" a todos los que siendo europeos aún no se han dado cuenta de que el mundo está mejor sin fronteras, salvo aquellas que separan, o deberían separar, por exilio, a los ignorantes autoconsentidos sobre la única realidad humana: que todos los seres humanos somos iguales, y que los que logran lo mejor, tienen el deber moral de ofrecerlo a los que aún no lo han podido obtener. Probablemente Rafael, los habría insertado, a esos ignorantes, en su fresco como esclavos aprendices de un mundo más humano, justo y no cruel con los más débiles que son siempre los que no detentan el poder.

Señores xenófobos, habrían quedado ustedes preciosos allá retratados, como eso, como símbolos de la ignorancia más suprema y del más desidioso ejercicio de acomodamiento, sentados en sus poltronas o acostados en sus camas vestidas de sábanas plenas de inmundicia.



miércoles, 5 de noviembre de 2008

La evolución

(Autor: Manuel Távora Serra)

Hace poco me pidieron mi opinión sobre la evolución del idioma escrito, en concreto el mío, el castellano, y que si me parecía bien que este idioma se escribiese tal y como se hablase. Bien, mi respuesta fue que sí, por qué no, se escribiría más rápido y significaría lo mismo. Pero hoy, mientras redactaba " el origen del universo y sus características" (para un asignatura que tengo) me he dado cuenta de que la evolución del idioma no va a depender de la velocidad con la que manejemos el lápiz, sino de la velocidad con la que pulsemos las teclas de nuestro ordenador.

Realmente es probable que el que decidió la ordenación de los caracteres de cualquier idioma en el teclado no supiese con qué demonios estaba jugando. Maldita sea, cada vez que repaso algo o escribo en el word me lo subraya todo de rojo!!! Es cierto que depende de la frecuencia con que usemos el ordenador, pero al menos a mí, los dedos se me disparan, y la verdad es que me como muchas letras que no alteran el significado de las palabras, y mucho menos del texto en general.

Ya incluso opto por redactar la lección en el bloc de notas, que visualmente es mucho más cómodo.

Bueno, la verdad es que no tengo conocimientos suficientes, pero se me viene a la cabeza eso de escribir con un palo en la arena, con una piedra en la piedra, con la pluma en el papel o con la brocha. La caligrafía cambia y con ello la ortografía.

(Escrito por Manuel Távora Serra)

martes, 28 de octubre de 2008

El albatros









Comentario de texto por indicación de estudios (4º de ESO) sobre el poema "El albatros", de Charles Beaudelaire (Las flores del mal). Curso 2007-08

Autor: Manuel Távora Serra

EL ALBATROS


El autor de este poema es Charles Baudelaire, un escritor francés del siglo XIX.

El poema pertenece al libro “Las flores del mal”, la cual aún no se ha conseguido encuadrar en un estilo general, seguramente debido a la abundante humanidad que el autor expresa en su obra, ya que Charles utiliza la lírica de una forma mucho más compleja, creo intentando asemejarse a la complejidad del ser humano, pues en muchos de sus poemas se describe a sí mismo de la forma más real posible, o describe la sociedad o el mundo de su tiempo desde unos ojos que tienen en cuenta todo.

El poema, compuesto por cuatro estrofas de cuatro versos alejandrinos cada una, conserva o expresa una única idea vista de diferentes ángulos, pero creo que, en general lo que quiere expresar es que todo parece feo, pobre, etc. cuando son observados en un hábitat que no es el suyo, más aún si los ojos que lo observan no ven más allá del límite de sus pestañas que sólo observan el fenómeno según su entorno actual o predeterminado. Cada cosa (en este caso el poeta) es absolutamente fantástica en su lugar natural,- de la misma forma que un albatros volando abre la boca a más de uno-, pero en cuanto le obligas en otro sitio, pasa de ser fabuloso a ridículo, de igual forma un albatros hace reír al andar sobre la cubierta de un barco. El poeta en concreto en su mundo es inmune a los ataques o flechas del arquero y rey en su lugar, pero torpe y de fácil muerte en otro medio.

Esta idea el autor la expresa mediante una metáfora que comprende todo el poema. Dentro de ésta a su vez hay otras, tales como el que le quema el pico al pájaro, es decir, los que le prohíben expresarse o utilizar su medio de alimentación, en el caso del poeta lírico, la expresión.

Hasta la última estrofa el poema simplemente compara las dos visiones del albatros (libres interpretaciones), pero es en la última cuando aclara que se refiere a la situación de los poetas y tal vez, a las grandes injusticias cometidas contra ellos.

Quien se haya interesado sobre este autor sabrá que no era nada querido en su época, seguramente era temido, pues no era comprendido, y creo que la situación en la que él (y seguramente muchos más ) estaba impulsó la creación de ésta obra de arte.

En cuanto a las figuras, observamos una serie de encabalgamientos que señala una continuidad de ideas, hipérbatons que pueden señalar lo enrevesado de cómo perjudicaban al autor (cómo quemaban el pico del albatros). En cualquier caso, creo que todos los recursos estilísticos o la mayoría de ellos son utilizados puntualmente, con el fin de hacer cada idea importante.

En conclusión, pienso que nos encontramos ante una de los pocos ejemplos de una muy buena lírica, tanto por las ideas y su contenido, como por la forma en que expresa ese contenido.


Escrito por Manuel Távora Serra
 
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