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sábado, 12 de diciembre de 2015

Sin prisas

Ahora que el invierno se aproxima,
 llega el otoño a mi lugar.

Y sus dorados.











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martes, 11 de agosto de 2015

Vice-versos

Vice-versos

Transformar todo tú en un tejido
Con el que me cubro, amortajar
Los restos impúberes de una anciana.

O viceversa. De vuelta al principio
En un nuevo silencio, ínclito
Callar en señal de respeto
Por este momento de amor:

Seriedad
En las cosas
De verdad.

O viceversa.

(De "La exploradora")


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sábado, 8 de agosto de 2015

De Mayo (A. Koestler)

"Ahora bien, todo progreso técnico crea nuevas complicaciones en la máquina económica, hace aparecer nuevos factores y nuevos procedimientos, que las masas tardan cierto tiempo en penetrar. Cada paso adelante del progreso técnico deja el desenvolvimiento intelectual relativo de las masas un paso atrás, y causa por tanto descenso en el termómetro de la madurez política. Son precisas algunas veces decenas de años, hasta generaciones, para que el nivel de comprensión de un pueblo se adapte gradualmente al nuevo estado de las cosas, hasta que este pueblo haya recobrado la misma capacidad de gobierno de sí mismo que poseía ya en una etapa inferior de su civilización. De aquí que la madurez política de las masas, nunca se podría medir por una cifra absoluta, sino solamente de manera relativa, es decir, proporcionalmente al nivel de la civilización en un momento dado." (Arthur Koestler. "El cero y el infinito". 1947.).
Era Mayo cuando me sorprendió. Me sorprendió hallar lo que pensaba en un libro que siempre había dejado de lado de los de la biblioteca de mi padre. Por más que lo empezaba, lo arrumbaba.
Somos tan ignorantes de nuestra propia estirpe...


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viernes, 7 de agosto de 2015

Pareja

Pareja

La mártir

La mujer brama costeros
realojos de la memoria.
Qué será de ella si la pierde.
Como un árbol herido
por la navaja que esgrime
la mano negra ya se tumba
a morir desusada.

El mártir

A él siempre le recorrió
el final de un estallido salvaje,
la complacencia ante
la muerte de la herida
y el amor por la buena
salud del contrario.


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jueves, 6 de agosto de 2015

heliocéntrica (rihanna)

heliocéntrica (rihanna)

la pro-visionalidad es la esencia de la poesía.

comen
muchos, pocos
abren
la boca atorando
el aire desnivelando
el parapléjico volumen.
Esperan las risotadas
del sol valiente
o tenebroso
acostumbrado ya
a tantas tormentas
el sol-dado

como dan de sí
o de vos las protuberancias
de sus alas kamikaces
que se extinguen en el vacío,
se soflaman inherentes
llama(ra)das al orden,
al final,
el sol
y yo
somos astros
con un hueco de plexo
cuasi céntrico
sentido de estrellas
que se incineran
a lo bonzo,
autoconsumiéndose.


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miércoles, 5 de agosto de 2015

Existes luego soy

Existes luego soy

Nunca busqué la soledad. Me sobrevino impuesta como un manto de agua sucia sobre mis hombros: a la vez que disturbaba mi sentido de lo natural, lo lógico, si se quiere, me calentaba. El limo, no obstante, favorece la fermentación, y de esta, siempre llega el calor que fructifica.
La vida, ¿desde una soledad? ¿Desde la soledad?
Impensable, o al menos incapaz yo de continuar por ese silogismo. La vida solo es favorecida por la comunión, común-unión. Mínimo se necesitan dos células para que estas unidas se multipliquen en otras muy distintas. La sinergia.
La soledad íntima, impuesta o no, no es tal. El instinto, la naturaleza básica del ser humano busca el interlocutor. Fabrica el doble para poder seguir viviendo, pensando, reflexionando. Es la prueba evidente de que la naturaleza humana, aun partiendo del individuo como unidad básica, es entera y eminentemente social. Sin el otro, le será imposible tener conciencia de sí mismo.
Todo lo contrario al cogito ergo sum, ¿todo lo contrario? ¿Es posible pensar sin lo externo? Naturalmente no.

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martes, 28 de julio de 2015

Nadie quiere aprender

Pero eso ya lo sabía...


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lunes, 27 de julio de 2015

Los pasos

Los pasos

El círculo dorado se cierra como un puente levadizo. Ya ha surcado la pequeña nave el estero. Era necesario cederle el paso. Ahora ya despejamos de zarzas nuestro puente y el camino de nuestros pasos.



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viernes, 17 de julio de 2015

Y de nuevo de antes llega

Todo me lleva a él, el trampantojo de la luz y el agua y la sombra de la encina, las sillas blancas (aunque sean otras, ya sabes) el blanco y negro que me ha salido, todo vuelve a ese libro, a esos poemas. Los releo y me entran ganas irreprimibles de reescribirlos (anda que no les sobran palabras, je). Quizás deba hacerlo. Al fin y al cabo creo que es él que gobierna, el otro Él. Su timón siempre inclinado marca rumbo al cierre del Círculo, el eterno retorno, la espiral de Fibonacci, también del nautilus, ¡cómo no!, por el mismo lugar siempre sino que un paso más alto... Cualquiera sabe...
El caso es que aquí está.
Mi echarte de menos, como el de La presencia por la ausencia.


domingo, 12 de julio de 2015

Un sueño


Un sueño

No es que no crea en el azar, pero tanto como puedo creer en el orden, en el patrón, eso a lo que nos amarramos para no sentirnos desprotegidos, simples categorías en las visiones humanas, por muy ciertas a simple vista (¿de quién, de qué?) que resulten las repeticiones naturales que interpretamos como síntomas de orden.

Creo que solo las matemáticas tienen la solución para el conflicto entre el azar y el orden, el caos y la repetición, y yo no soy experta en ellas.

Dos simples lecturas de este verano me ofrecen certera solución. En ambos observo las mismas reflexiones aunque reflejen pensamientos con siglos e distancia: la dificultad del ser humano para establecer el nexo entre el azar y lo ordenado, lo previsto.

Al final va a resultar que todas las religiones, todas las corrientes filosóficas, todas las epistemologías solo han intentado, casi sin pretenderlo, intentar abarcar, comprender, asumir, analizar la relación entre una prelación y otra.

Reconozco que cuando oigo a Demócrito cierta paz se apodera de mí. Siempre he caminado entre él y la entidad inamovible de Parménides (mi primer amor). Yo también siempre he buscado la solución al conflicto. Y desde luego no la he hallado.

Lo que sí he hallado es una explicación para mi aversión hacia las expresiones "buena o mala suerte", entendiendo suerte como sinónimo de azar. Atribuir adjetivo cualitativo, no ya digamos moral, a algo sobre lo que no sabemos ni existe me parece ya de arrogancia humana de juzgado de guardia.
Y lo peor es que aún la mayoría de humanos se rigen por ellos, sobre todo los ateos. Esos que se dicen ateos.

Creen en un dios que ni siquiera se manifiesta medio consecuentemente.

Yo creo en la lógica, en la analítica, en la capacidad humana racional y reflexiva y creo en su capacidad emocional e intuitiva, pero sobre todo creo en nuestras limitaciones. No somos dioses. Aunque nada nos está vedado.

Al final, llego al principio de lo que motivó este blog: la voluntad humana como ente sintetizador de todas sus capacidades, incluida su limitación.

El sueño convence y vence. Este sí lo asumo como el regalo de los dioses. Sepamos administrarlo.
No somos inhumanos.
 
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