jueves, 31 de octubre de 2013

Diario de treinta años


Diario de treinta años

Se abre de futura
estampa de un libro
por escribir lento
pero decidido.
Unos veintiuno
desde casi
cincuenta y uno
se divisan cerca
si somos los mismos,
si siendo la misma
no vemos lejano
el tiempo elegido
como compañero.
Ni el tono, ni el modo,
cada paso dado
dibuja la estampa
sobre el libro blanco
recién comenzado.

que me acompañe la suerte
que hasta ahora he tenido
prender los hilos, tejerlos
recorriendo el paisaje
de seda tan fría, calentarla
desde dentro mía
con una mirada de futuro
por hacer y mañana
abierta y recogida
en la frente y en la boca.

miércoles, 30 de octubre de 2013

La otra

La otra

Un continuo malestar
digo como cuando
tiemblo ante el frío
súbito.
Él me impide permanecer
callada.

¿y si todos sois fantasmas
y os presiento pero no puedo
veros?



¿Y si soy yo el fantasma?

El frío en la cintura
me da razón
y escalofrío.

martes, 29 de octubre de 2013

Antonio Machado. Cita.

XXXVII

"En efecto, Juan de Mairena hubiera definido la poesía pura como aquella en que dialogan el hombre y su tiempo. Un hombre de todos los tiempos, con el tiempo de un hombre, igual a todos los hombres."

(Apuntes inéditos. Prosa completa de Antonio Machado. 1989.)

Porque el tiempo es nuestro compañero.

lunes, 28 de octubre de 2013

mi noche

mi noche

todo más sereno
cuando la espada vuelve amor.
Todo más lleno y libre,
libre, sí, como un sol
de aire azul, libre nube blanca
sólo dueña de ella
y de algún viento que la meza,
suave y ondina vigorosa,
decadente mar, posible lluvia,
sensación amorosa del bien
y tus labios mirando
el celeste aguacero de dicha.

porque yo creo en tú
y el beso no dado y el por dar
cedidos a ese tierno mundo
que es tu forma de mi mundo
de mi amor,
la posibilidad de ser
en ti.

El habitáculo celeste
se detiene humeante
de chirrido de estrellas.
Vuelven difusas las cosas
en los oídos de la lumbre
de mi alma, tu alma,
veneración de dioses,
los halcones se posan a escondidas,
nadie les hace ruido,
nadie los mata, nadie osa
descomponer el silencio vital,
la muerte ajada,
ya tan fea y antigua, se duerme
a descansar,
la rosa nace desde la promesa
del tallo verde
un brote, una alegría
futura y mientras,
lo verdadero, la ilusión,
la espera, el manantial
del alma, mi alma, y dios
dice que la tuya.

Por qué he desenlazado el blog de Javier Sánchez Menéndez

... y el de su editorial "La isla de siltolá".

Cualquiera que haya podido seguirme en casi los dos últimos años ha podido detectar mi admiración por su obra poética y por su proyecto/realidad editorial "La isla de Siltolá". Él es una persona a la que en muchas ocasiones admiro y por encima de todo a la que me siento unida por un gran afecto que le tengo. Creo que nos une una verdadera amistad basada aparte de en el afecto, en la más absoluta de las franquezas.
Nada de eso cambia con este sé que mínimo gesto. Mínimo pero completamente necesario desde mi posición como ser humano.
Retiro sus enlaces de mi blog por este artículo suyo de anoche:

http://jsanchezmenendez.blogspot.com.es/2013/10/linchamientos.html?spref=fb

En facebook acabo de comentárselo. Es la explicación.
Estoy segura que has visto el film "la jauría humana". Si existe un acto humano que no soporto, que intuitiva, inconsciente, consciente y racionalmente no soporto por lo de que antihumano conlleva (irracional, ése donde el individuo deja de ser individuo para convertirse en elemento de una masa informe, y la masa no tiene ni cerebro ni corazón) es el del linchamiento, sea contra quien sea. Sabes que siempre respeto, y habitualmente comparto, tus opiniones y tus palabras, pero ante estas tuyas no puedo más que expresar mi total desacuerdo, aunque mi naturaleza me lleva a hacer algo más, todo lo que pueda, desacreditarlas, no darle la mínima posibilidad de extensión que con mi mínimo poder puedo otorgarles.

domingo, 27 de octubre de 2013

Ríes aunque llueva

Ríes aunque llueva

Llueve y el agua limpia
tu reserva de gesto escondido
a las mieles del triunfo.
Por un puñado de monedas
que no coges,
conquistas el favor del cielo
y de la amante, mas, lo sabes,
tú siempre lo sabes, no hay favor
que necesite gesto
de tu honrada boca ducha
en vociferar cuando el gentío
te escinde y esconde una y otra
vez las monedas almonedan
el aire, lo subastan
al mejor deporte:
¡qué perpetro observado
sobre tu risa centelleante!,
duermen los armónicos sonidos
de la lentitud del agua cayendo
sobre las piedras y la verdina
aún por nacer, tan someras.
Es decir, tan ciertas.

Vierto caudal
sobre tu honrosa
costumbre de saludar
a la gota de lluvia
que se desvanece (vuela,
ella vuela aunque caiga).
No hay mejilla más alegre
que la mía cuando se deposita
en tus labios untados
con deslices otoñales:
un dorado y sabio verdor
que enrojece al cielo nublado:
la ciudad nos puso límites
de tejados, pero tus dos aguas,

esa una sobre tu mejilla derecha
y esa otra sobre la izquierda,
continúan silabeándome
el lenguaje que comienzo
y no termina cuando callo
mi continuo
no dejar de
mirarte.

viernes, 25 de octubre de 2013

Yo maqueté "Medición de la pampa", de Juan Carlos Sánchez Sottosanto

Yo maqueté "Medición de la pampa", de Juan Carlos Sánchez Sottosanto

Dando, dando y dando. Más de cuatro años han pasado desde el momento en que descubrí su blog. Más de tres disfrutando de su amistad. Casi cinco años de constantes regalos que me llegan desde la generosidad de su espíritu, del compromiso de su humanidad, de sus vastísimos conocimientos, de su casi inabarcable inteligencia y sentido poético de las cosas.

Traductor, ensayista, articulista, escritor de una novela que más que novela es una joya poética, sociólogo, casi doctorando en Teología (ha abandonado los cursos de doctorado harto de las raseras políticas educativas), bibliófilo expertísimo, inconmensurable lector, bibliotecario y POETA.
Y mi amigo.
Mi tesoro.

Logré encontrar hace esos años la figura que perseguía hallar desde creo que mi más tierna infancia, ese padre cultural, un autor con todas las letras que fuera capaz de llenar mi hasta insidiosa búsqueda de la unión en un ser humano de lo mejor de él según mi punto de vista: la capacidad creadora, la analítica y racional y la ética. Lo hallé en él. En Juan Carlos Sánchez Sottosanto. Para mí es mi hermano pequeño y, a la vez, me siento como su hija.
Haber podido maquetar su Medición de la pampa ha sido otro de esos dones que la confianza de su amistad me ha regalado.

La pampa es como el campo, el campo es la pampa, vuelvo a repetir como un soniquete esas palabras de algunos de mis versos. Salvo por su medida, digo ahora. La casi infinitud comparada con la pequeña extensión por donde yo me muevo y a la que me siento unida. Las fuerzas telúricas son las mismas. Y hasta los árboles (esos dos pequeños ombúes que este verano he sembrado queriendo sustituir al otro que ya se perdió). La tierra gobierna más allá de todos los avatares humanos.

Quien tenga la valentía de acoger este libro entre sus manos detectará fundamentalmente algo: Juan Carlos logra medir la pampa. Lo consigue haciendo lo único que un poeta puede hacer, navegando por sus propias profundidades (subterráneas, submarinas y hasta culturales). JC logra establecer tan exacta medida de la pampa, así, con exactos también y exquisitos versos, que hasta puede despedirse de ella. De sus raíces, de su Dolores querida y hasta de su madre.

Se ha de disponer de un corazón y un espíritu in-mensurable para haber podido medir la pampa desde un grafos tan pequeñísimo como es el de una letra escrita, como estas que se juntan para intentar hacer llegar a quien esto lea la medida del valor de este libro.

Como creo en Juan Carlos como persona, como creo en él como poeta, como es mi amigo, mi queridísimo amigo, todo lo que yo pueda decir sobre el libro más que favor le hará daño. Así, hoy por hoy, funciona este mundo socio-literario. Quiero pelear siempre contra ello, por eso me resistía a hacer una entrada sobre un libro en el que creo desde todos los puntos de vista. Pero al final no puedo hacer otra cosa que esto que hago, serme fiel. Ser fiel a mis necesidades. Intentar hacerle justicia desde mi mínimo poder.

Este libro es una corona que su amistad me ha regalado. Haber podido participar en él y poder anunciarlo conociéndolo casi tan bien como el propio autor, mi cetro.
El poder.
No deseo otro.

Ya habrá ocasión de compartir algún poema del mismo. Hoy termino este anuncio con el final del libro, su colofón, escrito por mí, claro, hace poco más de un par de semanas. Allí en el campo, sí. Allí en la pampa.

Este libro, Medición de la Pampa,
publicado por ICE,
se terminó de editar
el día 7 de octubre de 2013,
una apacible noche
de blancas encinas, grises olivos,
y dos verdes ombúes.



El libro se puede adquirir AQUÍ

The little bridge sobre el Río Grande

The little bridge sobre el Río Grande
(a una pasarela sobre el Río Guadalquivir)

siendo un obtuso puente, es decir
de esos que no se abren
a los mástiles de las naves
a los gallardetes de colores
colgados de sus jarcias
ni a los buques de gran tonelaje
que inundan con su ferretería
el tranquilo y caudaloso río
que aún tan grande apenas
da para acogerlos,
siendo como decía
cerrado puente
me con-formo
con el ruido de los pasos de los transeúntes
la visión de las estelas de las pequeñas embarcaciones
que acogen miradas plenas
de sus verdes orillas, de sus aguas,
de sus transparencias, de sus reflejos.

Siendo como soy
un pequeño puente
me con-formo
no dando
paso a lo soberbio
hijo de su madre.

jueves, 24 de octubre de 2013

Arbólcrata

Arbólcrata 
(a un acosador internáutico y a Cristina Peri Rossi)

Donde yo veo un árbol,
un tronco hermoso, una enhiesta
sonrisa de la tierra, un borboteo
de vida manando desde
las rocas cálcicas o cuarzos
que se abovedan protegiendo
acuíferos y ahuecando cuevas,
un chupinazo de alegría
que estalla en un paraguas
de sombra donde los alevines
de flores y yerba verde crecen
más espigados y mi propia sombra
se desdibuja y confunde
con las de las copas y así, ellas y yo,
en un terrenal acto de amor
sin arados ni espadas
pasamos a formar parte
de la hojarasca que la encina
lanza en junio al vacío
(el levante tiene mucho que ver),
como queriendo proteger al suelo,
mi suelo y su fiel,
de los rigores injustos
y estiados del calor
del sur, así su espejo
bajo tierra podrá extraer
aun cuando ni gota de agua
queda arriba cierto cc
de sal
de blanda humedad
que
le permitirá permanecer
viva
aunque casi todo se agoste
ella se mantiene fresca
con sus verrugas
como de adolescente
tierno y supuroso de acné
y otras erecciones, perdón,
(amar significa saber pedir)
erupciones padecidas,
cuando yo, decía, me asombro
al contemplar a los valientes
alcaudones meridionales
lanzarse en picado desde dos
metros tan sólo de alzada
contra la culebra amarilla de dos
metros tan sólo de larga
que sesea su cuerpo
por la tierra lija, la tierra dura, la tierra raedera
de mis rodillas oteando las posibilidades
de acercarse al nido
para así poder alimentarse,
en el bosque que he desbrozado,
un cuerpo bello y asombroso
como la sonrisa de la tierra y el géiser
de vida y el chupinazo de alegría
donde yo
veo una encina, como decía,
otros y otras
ven un falo.

No quiero ni pensar
qué harán
cuando se encuentren
con el falo de verdad,
unas y unos.
Al menos las encinas
son
especie protegida
y hay que
Pedir Permiso Pagar Podarlas
cada siete años,
y ni aún enfermas se cortan
ni arrancan de sus carnales
raíces, no hay huevos como sí
en mis solenostemon del alma
fecunda creo
que por eso
a ellas
no les escribo
poemas.

Pero los falos, los falos,
los phalos,
ay, temo
por ellos
no
temo a
los palos.

Nunca imaginé por ti
tener miedo de nuevo,
leñador de mis sueños,
pirómano y bombero
de tus mismos fuegos
y el natural deseo.

martes, 22 de octubre de 2013

Sin tablas

Sin tablas

El poema que iba a subir
se lo ha llevado
la lluvia cayendo
esta mañana de souvenir
de un otoño por fin húmedo
y glamoroso como los labios
de la actriz que no soy
pero simulo en la escena
de un mundo que no deseo
actualmente
sólo quiero yerbas
así
sin sentido ni causa
me despejan las luces
que os ocultan como
el sombrajo del poema,
mejor lejos, como
la sequía, como
la gota en la nuca, como

el poema que iba a subir
que se ha llevado la lluvia
la mañana y su corte de luz
asomando a las rendijas
de los suelos oscuros,
los suelos grandes,
los suelos vivos
de una escena sin tablas.

Bendita la lluvia,
bendito el poema
no escrito pero escrito
en las tablas de Su ley,
la que no leo.

viernes, 18 de octubre de 2013

El estante, no el ente

El estante, no el ente

No hay más.

Te alejó lo mismo
Que te acercaba
A mí
Me acercó lo mismo
que me alejaba

de ti.

jueves, 17 de octubre de 2013

Motivo otoñal

Motivo otoñal (remedo de hoja a punto de caer)

Yo confieso, ante yo,
que no encuentro ningún motivo
para que este cuerpo tenga vida,
en la tierra o en la yerba
ni en la rama lo hallo,
ni en la tropa urbana,
ni en el sol de las esquinas
o en él, que ya no me necesita,
ni en él, que duerme
cuando yo lo necesito,
ni en ellas, que no las deseo,
o en ellos, que nunca despiertan,
ni en ella, que ya no vive,
ni en ellas, que me temen
sin motivo, porque yo no soy
la Verdad ni siquiera en mi vida
o en mi muerte encuentro
ya motivo alguno
para seguir ni siendo
aún menos estando
medio muerta
como estoy
o soy.

"Los parasoles de Afrodita" en Pandora Magazine

Puede verse AQUÍ


Arte y lectura en primera instancia

Con este libro, publicado en 1959, entré por primera vez en contacto con el mundo del Arte. Me recuerdo de pequeña, y no tan pequeña, hojeándolo con fruición, ávida no sé de qué, satisfecha en esos ratos antes de que mi madre me llamara, con cierta dulzura pero con autoridad maternal, al orden del horario familiar: "Sofía, deja ya el libro y ven de una puñetera vez a cenar!". Normalmente a la tercera, ya me enteraba de qué significaban esos sonidos que, con el mínimo de ser consciente posible, mis oídos detectaban. (punto y aparte) hace pocos días q le pedí a mi hijo que me lo trajera de casa de mis padres. Conozco sus láminas de memoria. Al tenerlo delante hoy he comprendido ciertas capacidades, el porqué de alguna menor dificultad en la comprensión de las expresiones humanas. Mente infantil, tabula rasa. ( punto y aparte). ( Probando lanzar entrada en el blog a través del móvil vía app para android de Blogger).

martes, 1 de octubre de 2013

Fondeadero

Fondeadero

no es necesario el soplo
ni la condena de tus lentos
y grávidos paisajes que se ausentan
a babor y a estribor olvido el acicate
de este verte y no verte venir
hacia el pozo de estrellas.
me pregunto dónde,
me pregunto cómo,
me pregunto ostiones
adheridos a tu casco
cuando llega al fondeadero
hacia donde caminará
la lenta acogida de la arena ahora
que planeo sobre el mar abierto
como mis piernas se abren
como el compás que abarca
el ancho de la mesa donde
los mapas del tiempo
se extienden sin caer al piso
de madera.
Y yo todo veo a través del ojo de buey…

Me descuello en graveros
de senderos habituados
al paso de las naves de agua
sobre la cubierta de esta sentencia
adosada a la quilla de las estrellas.
Que también se cansan.
hace tiempo que me despertó
el estallido de tu llegada,
mas no debatí con tus ojos
la medida y ahora
los fuegos fatuos
iluminan los mástiles
del aire azufrado:
poemas queriendo dejar de escribir
poemas en el suelo
de un día que se sienta
en la borda de mi vida.

Por cierto...

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Gracias.

Reivindicación del gris

Reivindicación del gris

el silbo de la mañana
que se abre gris, es decir, lleno de matices,
con las alas de la tórtola
borboteando en el plumón
mullido del aire no ausente
de ti.
Y un especial interés
domestica mis sienes juntas en su ojo
de aprendiza de la verdad del amor
a esta edad tan serena
como el mar grisáceo de la tarde
sureña en la playa de invierno.
bienvenidos tus jamelgos
juntos y ataviados
de lo que no sé vestirme,
porque una insignia de rosas
cuelga de tus dedos
que duermo en mis labios.
Y callo para no entoldar
semejante acervo de bien
y venida de tu sien
en esta mañana gris
de septiembre.
 
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