viernes, 31 de agosto de 2012

Las lomas

Las lomas

un mundo en desorden por nacer
arquea el vientre de la tierra.
Conjuros y otras hienas
abocados a la suerte de la encina,
abocados al éxtasis sucinto,
exacto, precisa linde unitiva
entre el amarillo del sol
y la fragante rosa excavadora.

la verdad toda la verdad nada
más que la verdad hace tiempo
no despierta mi cuidado.

verso nieblo o duda sólo
en la espesura del bosque
circunvalo el gesto y el armisticio
del poblado caminante
y solitario ecúmene entre las fieras
y el óbito de la noche.
… Tan rosados sus laureles de día…

Abre brecha la gozosa
y los cantores prestan su niquelado
silbo al aire sutil y candente
carmen de mis flores
y la nauseabunda gracia
de tantas lágrimas dulces
sobre los silos de las hojas…

A mis pies mojados,
ni el cuero de las botas
los enternece.

…Y me dicen elegante…

Sofía Serra (Correcciones de El hombre cuadrado)

jueves, 30 de agosto de 2012

Del libro al aire

Del libro al aire

Pasados ya los vientos huracanados,
el depósito se nutre
del libro alojado en la arena
quieta del conocimiento
de aquéllos a los que llega la luz
de la esfera radiante, o la de las estrellas.
Los más pobres se alimentan del breve oxígeno
que los más ricos resolvemos no extinguir.

Suerte nuestra de tú que con sólo tu boca abierta
alimentas a la atmósfera con limpias emanaciones
de ser humano lejano y herido.

Mi cantar se hará eléctrico para los sedentes,
descarga de ejecutoria sentencia de muerte,
quizás,
mas para ti será ya
siempre mi canto vivo a plena luz,
sol del día:
que con la fragancia del mar penetre hasta tus pulmones,
que lo halles entre los escombros
de los solares construidos por las bombas
y en la sangre de tu madre apedreada,
en la bala con la que maniataron a tu padre
o en el muñón que la mina entretejió
con las venas de tu carne tierna.

Que no existen las ausencias, yo te digo,
que el suborden de todo lo que te maltrata
es presencia de amor, de casa,
de madre con ríos de agua fresca
chorreando por su rostro
tras el baño en la poza cristalina,
y de padre con una azada en sus manos.
Y la tierra, la tierra siempre latiendo
bajo esos cascotes de muerte, la tierra,
con sus oreadoras lombrices y sus fértiles
minerales, siempre la tierra permanece.
Viva espera la lectura de tus ojos
ahora que la has sembrado
con el peso alado de tu pierna.

(Sofía Serra, Correcciones de Del bestiario de los inocentes)

miércoles, 29 de agosto de 2012

La querencia

La querencia

Traduzco la síntesis entre la foto de los helechos
y la malpartida de tu boca
cuando sonríes al cielo
yo necesito un dentista
que me alivie las raíces
que en tu mella se entierran.

Enhebrada y con sentido
voceo el alarido de tu nombre.
Comunicamos caminos
de fuego fagocitados
por el humo de la escarcha.
Nos conservarán como alcachofas,
flores verdes ahogadas
en cítricos mares transparentes.
¿quién buceará hasta encontrarnos?
Sin batiscafo señuelo
me argumento a mí misma
llenada.
El bote de cristal conservero
no claudica ante lo evidente.
No hay quien lo abra.

(Sofía Serra, De La dosis y la desmedida)

martes, 28 de agosto de 2012

tormento seco

tormento seco

esto para el Amor
al que pertenezco
apenas significa más que un rayo
que le deslumbra
en la comodidad de su silla
con sus lentes tumbadas
sobre las blancas muelas
de otras bocas oídas, mas,
yo te señalo, relámpago de tierra
adentro, las encinas azules
de octubre se transparentan
en la loma negra de las siete de la mañana,
el aguacero engendra sus hijos
en la matriz de la noche duda
y mis dos manos sujetan las aras
pontificales y redondas
como el volante del coche
que nunca desertó.
las direcciones posibles
las decide el viento y su alarido
pequeño y mi miedo,
siempre el miedo
en la tumbona del río crecido
que cabalga lejano
a nuestro sueño de calma,
yo lloré
ayer y las gotas corrieron
hasta encontrar el vaciadero
de la cuneta, y se me perdieron,
se me perdieron, Amor,
y ya no sé Tú,
y ya no sé de dónde llega mi llanto,
si del encuentro con la tormenta,
o de la cotidiana ausencia de agua,
o de lágrimas.

Sofía Serra ( De Solenostemon)

lunes, 27 de agosto de 2012

Sinvergüenzas

Sinvergüenzas.
No  me queda ya otra palabra tras varios/muchos años contemplando-padeciendo el panorama artístico-literario internáutico y físico español.
No hay otra explicación posible. Sólo la falta de vergüenza.

Asco-Arcadas: Amarilla.

Roja de indignación.

Negra de tristeza.

¿Amerkel? ...Una santa.

Los alambres eléctricos, poema de Salvador Rueda

Poema de Salvador Rueda, de su libro "Camafeos"
(Fondos digitalizados de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla)



Índice de El muriente




sábado, 25 de agosto de 2012

Sorda en el extravío

sorda en el extravío

Los hombres buenos tiraron
por la calle de en medio
y a mí me dejaron en el arrabal
de las luces inventariadas
y probablemente fundidas.
Las calles negras y amarillas (debo reconocer
cierto fulgor anaranjado
producto de algún matiz rosa
que mis ojos le añaden)
ventriculan
el escenario
perfecto
de un tiempo de pesadilla
pegajosa, ni el tiempo
tiene fuerzas para desembarazarse
de ella, a pesar de la presencia
de soldados votivos,
uno a uno
los fui disponiendo
a su alrededor.
No existe guerra posible
entre el aire y mi alma.
Mi cuerpo me estorba
para matar al ángel hollín
de la suerte estéril y llena
de orugas con pelillos
urticantes.
la procesionaria de mis lamentos
se hace cuerda del presente.

Pero no oigo el tic-tac.


Sofía Serra

jueves, 23 de agosto de 2012

mes-escato-lógico

mes-escato-lógico

Un mes crucifico
aunque ya no tiene brazos.
Se los arrancaron todos
camino de la gran vía del otoño
y la niebla prematura,
de estrechas sienes.
Ahora fatiga al viento
con su rostro de molino
gigante con boca de piñón
enlutado y ojos asimétricos
y pequeños. Lo dejaron solo
encima de la loma,
enquistado en la dureza
de la piedra entre yerbas secas
sin harina y soldados
de polvo haciendo mutis
por el foro cuando la reina
lluvia se digna aparecer
escandalizando al suelo.
Agosto me extraña
en su soledad de quicio
y yo me vengo odiándolo,
¿cómo se puede amar un mes?

No hay sistema con cerebro
ni brazos ni piernas, no hay
sistema malo o bueno
para nuestras fenómenas
preces. Sólo tú, o yo, individuos
de tomo y lomo y pan, abrimos
el hambre a la culpa.
Y al calor de este agosto
que se venga
y se aviene
agostando mis sacies.
Allá en la loma del año
me tumba las sienes
que ahora abandono
a su ancho reproche.

Sofía Serra

miércoles, 22 de agosto de 2012

Pro-vocadora

Pro-vocadora

Atrapas y tiestos que lanzas
aun con el viento ajando
rosas
y devolviendo
vida infranqueable.
Pro-bocadora.

¿Qué coyuntura habilitas
que administra vía extinta
para los dulces sabores,
la mecánica suerte
por la que siempre
de la horca
pendes,
con la condena de frente
y el juicio terciado
en la mitad de espaldas
a oscuras?
¿Qué tornillo desenroscas?
¿Qué relé desinhibes?
¿Qué bravo y soldado
a tus meninges puerto
te abriga cuando la noche,
urge la noche bogando
caída tras caída sobre la ola,
ya no te corteja
ni en la blanca cama?


navego bajo mares de hojaldrada
melancolía, capa sobre capa
apisonan cada músculo contracto
cerrando los párpados del aire.
Pero no la boca.
No la boca.
La boca.
No
amarga.

(Sofía Serra, De El muriente)

martes, 21 de agosto de 2012

Peso vivo mío

Peso vivo mío

Así como
tú no
taladras mis arterias embebidas
en los rizomas esqueléticos
del coral submarino,
yo no
me basto ni para una sola noche,
esta sola noche tan cansada de mí,
tan plagada de este peso y muerto
pecho concentrado de planeta.
Tanto pesa, tanto pesa
la múltiple arcadia
que a todos nos haga felices.
La estratagema de la avispada estela
transformó números en un ejército
prudente y manco.
Bregan otras minúsculas centurias
poseyendo una piel lejana y obstetra
de todas mis huellas con futuro,
que es tuya, la tuya,
esa con la que no sé vestirme.
El cansancio busca reliquias
con las que poder orar,
levantar tal vez aquélla,
una palabra, un sinónimo
de cuerpo sin piel
que brega y piensa
y duele y navega y vive
y no descansa.

Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)

Juego con un editor

Juego con un editor

No levanto mi vida
sobre libros
ni palabras escritas
por otros. Como mucho
me han servido,
nuevos o usados,
como compañeros de viaje
más o menos fieles
a sí mismos,
se abren y despliegan
como una baraja de cartas
en las noches de mis días
y en las luces de mis noches,
que no juegan,
ellos han apostado,
al final,
pierda o gane,
volvemos a encontrarnos
en la barra del casino,
comentamos el truco
de la banca, a ninguno
de los dos, el libro o yo,
nos pasó desapercibido.
Ambos aceptamos su solitaria maña
empeñada en nuestra vida, dolor
o diversión, concluimos ambos
en lo mismo.
ya te digo, no levanto sobre ellos,
solos acompañan yo sabiendo
que no son
más que letras
impresas con tinta
en algún buen o mal papel
en el juego de la historia donde yo
sólo soy un par de ojos más.
La vida vida se encauza
en otros ríos
que ni el Atlántico
se atrevería a recogerlos.

no me doy
tregua soy
de esta forma
astuta mis presienes
contabilizan los pares
que llevo
dados a tantos
dones

mejor si tu suspicacia
hace fértil al valle
y si tuvieras
estómago ya sorprenderías
a la luz
contabilizando lunares
de endoscopia.
me habitué
me galvanicé, me alimento de
mí misma
hasta que
desaparezca
digerida.

Es el fin
el que pretendo
creo.

Sofía Serra (De La exploradora)

"El albatros", traducido por J.C. Sánchez Sottosanto

Una traducción que Juan Carlos Sánchez Sottosanto regaló a mi hijo. El poema de Baudelaire, fue uno de los que casi inauguró "El cuarto claro" cuando aún se llamaba "unrealand", lo subí para homenajear a mi hijo por un feliz comentario, dada su edad por entonces,  que había tenido que elaborar por motivos de estudios sobre el texto literario.

Cuando pienso en el dificílisimo arte de la traducción poética no puedo dejar de concluir que de ella ha dependido, con creces, la derivación hacia tal o cual estilo literario en el país de "vuelque". Cuando leo este poema en la traducción de Sánchez Sottosanto, no puedo dejar de pensar que muy probablemente la decantación de ciertas corrientes poéticas españolas hubiera sido muy distinta caso que desde primera hora hubiera existido una como esta, es decir, fiel no sólo al fondo sino a la forma en la que el poeta lo concibió.

L'albatros

Souvent, pour s'amuser, les hommes d'équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

A peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l'azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons traîner à côté d'eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu'il est comique et laid!
L'un agace son bec avec un brûle-gueule,
L'autre mime, en boitant, l'infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher.


El albatros

Por divertirse suelen los hombres de equipaje
Cazar a los albatros, grandes aves marinas
Que siguen, indolentes compañeras de viaje,
Al undoso navío sobre simas salinas.

Apenas los arrojan encima de cubierta,
Esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
Permiten, lastimosos, sus alas entreabiertas
Como inútiles remos yacer a sus costados.

Ese viajero alado, ¡cuán vil e inoportuno!
Hace poco tan bello, ¡ahora cómico y feo!
Con su pipa de a bordo le quema el pico uno
Y otro del que volaba imita su rengueo.

El Poeta es semejo a ese rey del nublado
Que se ríe del arquero y cruza torbellinos.
Exiliado en el suelo, por la turba abucheado,
Sus alas de gigante le impiden el camino.


NOTAS

“Hombres de equipaje”, trad. literal de una expresión francesa equivalente a marinero.
“Alas entreabiertas”: lit., “sus grandes alas blancas”
“Pipa de a bordo”: brûle-gueule, pequeña pipa de los marinero bretones.

(Por Juan Carlos Sánchez Sottosanto. Ver AQUÍ)


lunes, 20 de agosto de 2012

La sangre de las piedras

La sangre de las piedras

¿de qué estamos hechos sino
de flores y de perlas
o tus labios?
¿de qué sino de tus conjeturas
en mi cuello caminando
al compás de la curva
prominente
del fresco en la nuca?
... que me gusta quedarme.
Que me quedo ya sin habla
como las piedras.
Con la sangre palpitando
entre mis micas y mis flores.
Y tu canto.

Sofía Serra (De El muriente)

(Ver fotografía AQUÍ)

Fotografía de la rosa

Fotografía de Una rosa




Cuando la médula, cuando el escalofrío,
cuando la placidez del sueño entreverado,
cuando sonrojo ante sol poniente, o temblor ,
cuando respiramos en el dorado ambivalente del trigo rubio,
cuando nuestra espina recorre los nervios del dolmen
y nos sienta en las cuatro esquinas…
Cuando recordamos.

Memorosa Afrodita

Cuando sabemos, cuando sabemos,
la rosa se fotografía: Derramarnos
sin conocer dónde nos vertemos.
Si todos abaratamos el amor,
¿qué valor tiene la pérdida?

Creo que nada busco.
Nada me gobierna salvo
ella y algún contrapunto.
Un acertado contrapunto en la partitura de mis pechos.
Bate a consciencia ahora
son ya dos las que baten
son. Baten
asas imantadas de caliente y negro hierro,
éxtasis fundido al suelo de la caverna.


El problema es que siempre se confunde al amor con los raíles derretidos del tren de vía estrecha, es decir, con la concurrencia, el sibaritismo, los modales o la misma goma-espuma. Terminamos, terminan, digo hoy, por proveer a los no dadores de unos silogismos extraños a sus intereses.
Allá ellos con su humana suerte de no saber amar.
Queden como circunscritos por el oprobio
del Amar-izaje en la A-libertad
o en la An-independencia, cuando,
arracimados, se duplican
en soberbios y exactamente armónicos
triángulos engarzados
pubis contra pubis
hasta que se cierra
la puerta a la bestia.
Las batidas en razzias siempre
fueron enemigas de la buena muerte.
Que se equivoquen, humildemente digo
que se equivoquen los que hablan.
Yo sólo canto:

Tren a dos vueltas de ancha vía
y nube grande de agua.
Tren que
me va y que
ya me viene
por la montanera
de esa silueta que
salta y salta
sobre las vías que
nunca caminan más que
cuando traban el breve
reborde de este empeine que
se dobla y se dobla
cuando el zapato calza
la nieve de rosas que
me desnuda en la helada que
me cubre y me enllaga en la tierra que
concede y consiente mi asomo de arena.
Ardo-rrosa arena.

Siempre permanecerá fresca la flor de la memoria
depositada sobre estos muslos abiertos
a plena y caliente alegría.
Cuando sabemos, cuando ya sabemos,
la rosa se fotografía.

Sofía Serra (Los parasoles de Afrodita)

Fotografías de poetas

He encontrado una entrada que quedaba VIVA donde aparecen algunas de las fotos de poetas que hice hace un par de años en Madrid. Tenía que ser en el blog de Eva Márquez, claro, mi querida Eva.

Ver AQUÍ

domingo, 19 de agosto de 2012

Le petit Trianon (Las barricadas misteriosas)

(Como no consigo hacer que funcione el reproductor de mp3 para escuchar la pieza musical que forma parte de esta "audioverboluz", pongo la partitura para guitarra, que ya la he encontrado. Sólo hay que solfear para oírla, ;)



Disparo: Sofía Serra, Jardín Botánico (Madrid), 2010




Le petit Trianon
A Sofía Coppola por su “María Antonieta”

I
Van saliendo cortos, pronostican ellos
el breve tiempo del verano aún leve,
o quizás sólo reconcilian la medida,
se aclimatan al ritmo taquicárdico
que el calor genera entre tu piel y la mía.

II
Casi transparente eres, niña rosa,
No ha desilusión en las rosas rojas:
hoy más pálidas, tan sólo revelan
el escarlata de tus mejillas
cuando la perpetua alumbra tu interior,
ufano y vehemente
como un ángel muerto de hambre.
Transitó el frío espasmo del pie helado,
la marina blanca enyodó las púrpuras,
y tu planta, niña hermosa,
testigo infrecuente de la dicha,
vuelve a caminar con su sandalia.
Esta vez por la ciudad de la lumbre
que te prendió:
Parió tu madre a la alegría.

III
Puerta del sol
abierta al hemisferio
rielante.
Isótopo conjeturado,
corrimiento hacia el rosa,
silogismo impecable de la ley de Hubble.

(Sofía Serra. De Los parasoles de Afrodita)

La tortuga

La tortuga

Lleva días quieta sin asomar la cabeza,
Pero su concha de carey
Es quebradiza como la nácar
De los ostiones remojados
En la salina correspondencia
Entre la llegada de la ola
Y la permanencia de la orilla.
Me subo al tren de las estaciones
Silenciosas, allá, en los entrepaños
De la vitrina, con las copas de cristal
Antiguo, extrafino y tallado.

(Sofía Serra, De La exploradora)

sábado, 18 de agosto de 2012

Feria del libro 2011

En la feria del libro de Sevilla de 2011, la única que tengo, que "me" la disparó mi hijo, y pongo el "me" entre comillas por motivos obvios. Las dos preciosidades que me acompañan y que tuvieron la amabilidad y simpatía de pasarse por mi chiquitito y solitario puesto de firmas (digo solitario porque ni la editorial hizo acto de presencia... ¡presencia!, para eso se supone que estaba yo, todo acá potencia la medioesquizofrenia) en una tarde de tormenta del copón, son dos de "mis niñas turcas (ver AQUÍ), Shahla —no puedo escribir bien su nombre con este teclado, lo transcribo  fonéticamente pero sin signos apropiados— y Mehtap. El libro no sale, "La presencia por la ausencia", está bajo el cartel de "llévatelo", pero es lo de menos. A los libros hay que leerlos o, en todo caso, han de escribirse, no mostrarlos en montones, pilas o en las páginas web. 


La vitrina

Me parece que ya me queda poco... creo que sólo en esto medio. Quiero decir que me queda poco en este medio, no sé si en "el otro",  eso nunca se sabe. Y que por eso, o mejor, por aquello,  se me ha ocurrido de pronto, ayer súbitamente, hacer esa especie de blog que he llamado  "La vitrina".
Tengo una vitrina preciosa, y  de madera muy mala, herencia de mis abuelos que siglos ha en paz descansan, en el campo, la vitrina en el campo y llena, llena  de copas de cristal en su  mayoría, la mayoría de las copas de mi abuela, de esas que con soplarles se rompen, con estantes también de cristal (más grueso). En ella he ido guardando siempre esos objetos que me gustaba conservar a la vista, valieran un pimiento o no, es decir, desde la pareja de cocodrilos de los huevos kinder, él con el ramo de flores escondido a su espalda presto a ser ofrecido, el ramo de flores,  a la cocodrila, ella creo recordar vestida de rosa y con expresión de hembra embelesada,  de  cuando mi hijo era pequeño, hasta el elefante de jade con la trompa levantada que me trajo mi hermano de no sé donde, las piedras del valle de Zión y hasta una de Manhattan, de la zona cero, los platos de tarta que le regalaron a mi madre de recién casada y las innumerables y sucesivas colecciones de catavinos, vasos extremos de cerveza y hasta la botella de agua de las que ya no se ven salvo en "el zara home" (estas con menos años de solera, es decir, más limpias de residuos),  más, eso sí, una surtida colección de postales de los viajes de mi hermano y alguno de mi hijo cuando vivía en el campo. El caso es que ese puñetero mueble, del que recuerdo su soniquete, como el de un piano con las teclas sueltas, cuando, apostado en la habitación intermedia del piso de mi abuela, alguien pasaba por el lado, es decir, pisaba las losetas contiguas a las mismas sobre las que se asentaban sus casi inexistentes patas, no lo tengo aquí. Y me acuerdo de él, claro que me acuerdo.
Por eso a lo mejor he hecho "la vitrina". De memoria intenta reunir enlaces a  los lugares donde he tenido noticias que han puesto cosas mías, de memoria y con vida. Algunos ya no existen, por lo que no he enlazado, claro está, y otros han optado por eliminar las entradas. Algunos más, claro, se me han vaciado en la memoria.
Si alguien tiene a bien llenarme algún hueco, agradecida. Quedará allá.
Me gustaría también llenarlo de mis joyas en este medio, pero no creo que me dé lugar.
O tiempo.

"Egipcíaca" en "Letras Macondo"

Poema
Leer AQUÍ

egipcíaca

egipcíaca

No me creo
nada
más
creo en los retratos
de el fayum
que en lo que
me cuentas
si de ti
no obtengo prueba
irrefutable
de tu sinapsis.

Queman los timbres y los sellos
enterrados junto a las momias,
serigrafía la arena
ventea el solo mundo,
el necio obsta lejanamente
al Nilo, el río y yo tan quietos
bajo la palmera adosada.
Pajizas tus manos
desertan la vela
toda triangular
como cuando donde
yo ya no me sumo
a tus tempestades.

Tumbas de hojarasca
para este mes tan terco
y gris de, yo, una ociosa.

Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)

jueves, 16 de agosto de 2012

Estado transparente

Estado transparente

estado de aparente
apatía de aparente
abulia de aparentes
rojo y negro
o síndrome de stendhal
al verte y verte venir
viniendo
y no verte
senda
ni mano

o palabra como noche,
la palabra como nube
de la no palabra
y el desamor por la palabra
como el deshallazgo
de la palabra como
la nada
y sin la nada
como el sortilegio
anulados el latrocinio
y el crimen.
la palabra como enemiga
de la razón
y co-razón
de la solitaria magnífica
que ahuyenta y atrae
los verdes de las hojas
cautivo su clamor
por una palabra
que los nombró
cuando atardece
la mirada de los hombres
y perciben la transparencia
de lo otrora
opaco.

Sofía Serra (De La exploradora)

Vídeo del viaje de mis vacaciones de este verano

SER-LO

(Imposible hacer funcionar el "aparato" de música, además de que blogger me da problemas desde hace días para el corte del verso, la anterior entrada he tenido que eliminarla, a ver si este sí... todo va dejando señales de final. Se acerca inexorablemente, está aquí.)

SER-LO

una ciudad completa
se vacía en las manos de la tierra
en sus costados y en sus ingles
en las laderas de las montañas
jugando a ser niña o tal vez
obús que desvincula a la roca
de su magma y su raíz
permanece siempre activa
horadando. Mensajes que el mar
nos trae a la vez que culmina
su paso. Porque el mar
acaece y se sucede, pasea
contemplando como
la marea se le viene encima
y hubo un día en que dejó de ser
dios para ser
nuestra cloaca
¿y no…
y no significa eso
ser dios,
serlo?

(Sofía Serra)

miércoles, 15 de agosto de 2012

Petición de auxilio de una sevillana

Caaaalla, ¡que no sabía nada!, hace unos minutos que me lo ha comentado mi marido que andaba bicheando por los periódicos...no la quiero ni ver, me dará el soponcio, quiero decir que no la quiero ni ver ni ¡en fotos!...dios de mi vida, ya tengo otro motivo más para emigrar a donde pueda..¡¡qué vergüenza!!

madre mía, me voy a quitar lo de sevilla del perfil... qué horror, qué vergüenza, insisto

y eso que no la he visto aún... ¡ni quiero!

se me escacharrarían mis fotogénicas pupilas, además de la fotosíntesis de mi cerebro...vegetal voy camino de ser como siga viviendo en esta "patria", no geográfica, porque Sevilla no tiene la curpa de ná, de h. de p. derechizados y ultramontanos.

Vota zoido, pues toma, como premio, estatua que digo yo habría quedado mejor enlos escaparates de la confitería "La campana" versión en caramelo o en chocolate, como los nazarenos que ponen por semana santa


¡es que se me ponen hasta los vellos de punta del imponderable sociológico, y preveo, hasta estético...si al menos hubieran puesto el cuadro del Clemente de Velázquez, pues todavía, no me habría importado, mira tú por dónde, jajaja... ¡dios!, no sé por donde pillarlo más que cogiendo la CATERPILLAR para poder desmontarla y triturarla

Qué horror... apóyame como sevillana, porfi, que ya tengo bastante con que me relacionen con los del río y su macarena.

(Extracto de correus internetiensis scriptoratus por la susodicha autoram de ipse blog)

Selección en "La peregrina magazine"

Fotografía de portada, fotografías y poemas.
Ver AQUÍ y AQUÍ

lunes, 13 de agosto de 2012

Son del sitio

Son del sitio

Son del sitio la encina
                                     y la voz
                         del eco
al sur
oigo la sierra de Aznalcóllar
con su boca y con su pecho
—es el mío de mi frente, y lo era—
de mi norte que imanta
los ojos buscando la enana blanca
del día recién levantada
la mañana de su son
de la noche y yo
una sombra de nostalgia
y un aullido de mi centro
que cabalga solo
sobre mis piernas
y el olor que no se pierde
en las fosas sinoideas
de la lumbre de la candela
y el humo y la llama
y el olor a tierra
y a rostro del mundo
poniendo su culo
por montera delante
de mi cara. La cabra
reseca y borracha
de nostalgia de nada,
nada más que adelfas,
y yerba dura y recia
de falta de agua
y el aroma verde
y verdad del amor
de un mundo y de yo,
y yo, y yo y la tierra sin nombre,
y yo sin nada salvo él,
su eco.

Sofía Serra ( De La exploradora)

"Balsa-mar" en Letras Macondo

Poema.
Leer AQUÍ

Las perseidas noches

Las perseidas noches


que ni dormir me consienten

el calor avariento duerme hombres
y adoquines, se rebela abreviando
el ritmo vital consanguíneo
y correspondiente de clara luz,
la opacidad sucede al orto,
como si el sol se hubiera consumido
y cayera el telón del escenario
sobre la esperanza.
Queda algo por hacer y no soy yo.
Descansan tranquilos
el poder del usufructo y
la menoscaba en las huertas.
La tartamudez de este verano
convive con la grave sombra
lenta y gruesa, como si el orbe
se hubiera inflado y contenido
en cláusulas de gomaespuma.
Duermen los lechos hinchados de noche
hueca, evacuan sus tripas de muelles,
vomitan el calor de látex
que suelda pieles a las aguas
saladas de las sábanas.

Se desalienta el aire inútil
de un mundo que se ha estropeado
y hemos dejado en la acera
del dominio. A salvo las barrigas
se desplazan como globos oculares
torpes y grávidos recorriendo
el curso de las descarriadas
calles, plazas y playas.

Nulos transeúntes,
oscuridad en el misterio,
negación de dioses.
No se hace el día.

Sofía Serra (De La dosis y la desmedida)

domingo, 12 de agosto de 2012

Decisión

Decisión

Te regalaría mis pestañas
si destacaran por su espesura,
su largueza o curvatura
como la de los abanicos
que volteaban el aire
en mano de los esclavos
en tiempos de ayer,
hoy mis párpados.

la luz en la sepultura,
un rayo indeciso de sol
luciendo la piedra
y encima la jaula
con algún jilguero
que olvidó comer las cinias
que para él fueron sembradas
afuera.

las noches son las leales
compañeras de los signos
sin desciframiento posible.
Un lugar no llama al canto,
un panteón sólo adora a dioses
muertos o de piedra,
el cielo azul escoge
la nostalgia
y la separa lentamente
de mi piel.
Duele tanto aire puro bajo la epidermis.
Pero los pulmones sonríen
pletóricos.

Y se acabó,
de hoy no pasa
hasta mañana.

(Sofía Serra. De La exploradora)

sábado, 11 de agosto de 2012

Mac-jarta

Llevo dos días con las manos, y hasta los pies, enterradas en el mac (una semana con la cabeza también). Ya sólo me falta solucionar esto:

http://www.macuarium.com/foro/index.php?showtopic=351083

A lo que espero poder dedicarme hoy.
Muchas gracias a todos los que me habéis escrito al correo interesándoos. Como me sale la informática y la electrónica por las orejas,  no abundo en detalles, al menos por ahora.
Buen fin de semana de agosto caliente, pegajoso y denso como una estrella de neutrones. 


viernes, 10 de agosto de 2012

Solenostemón I

Solenostemón I

De qué querré yo hablar
que no seas tú.
Para qué nací si-no
es para hablar
de ti.
Por qué solucionaré si-no
es para verte venir
bajo tu camello de estrellas.

un hombre se sitúa en la esquina
opuesta del universo
¬-es cuadrado, como nosotros-,
habituados a su soliloquio
no lo oímos.
Las sienes se nos abren
y nos nacen las agallas
sin blindaje.
Bucearemos a pulmón
abierto y libre alas
sales del océano
con toda su efervescente molestia
y superaremos el escozor
de la huella indeleble del atisbo
del centro de la coraza imantada
antes de que naciéramos
sobre este colchón de muelles
herrumbrosos y chirriantes
vértices de la materia
en su aposentadero provisional
camino de la vía de la muerte
en el otro
aire,
sol
en el cuadrado y un nombre vigoroso
y húmedo para las plantas
de nuestro pies
que se posan como plantígradas
osas en la vertiente arenosa
del paraíso en la Tierra.
nuestra labor de humans, baby,
concita
esmeraldas fúlgidas,
minas de carbón sellado, conmiseración
sobre lo que no poseemos
traducida en el borde (borde, afuera)
de la envidia nauseabunda, el miedo
feroz y horror vacui en nuestro hemisferio
celeste, qué más, qué más quieres, bendito
hermano que tu hermano a tu lado
y sus ojos respondiéndote
como centelleantes mansardas
donde puedes descansar tus miembros
y tu corazón blando de hombre sin medusa,
sin fehaciente sortilegio
porque piedra jamás podrás ser, ni siquiera
habitante de una tierra
mediocre.

me claudiqué,
quise cerrar,
cerré.
me olvidé de mí,
cantarás si grito a toda voz
de tu boca.
no resuena sobre cada piedra la escarpada
lumbre, y la cordillera, ya la ves
cómo se dobla y se extiende a tus pies
adorándote, hombre mío, ¡yo misma hombre!
Llorarte me fue regalado, deja
ventear tus sales, orear
la flama de tu apéndice
encendido, reventar en el orgasmo de luces
que al universo deja ciego, tu abrazo
de amor inteligiendo
tu miseria de átomo moribundo,
qué digo átomo,
quant, ni atisbo bendecimos, mas
sólo nos tenemos
a nosotros.

amén.

Sofía Serra

jueves, 9 de agosto de 2012

Balsa-mar

Balsa-mar

bebo comuna cosaca maldita
sed a cuestas no hay a-dios
que me la quite tinto y te
canto implorando por una buena
lluvia, ácida no, por favor,
soles y pimienta, árida y dulce
me atragante esta plácida sed,
esta pálida sed
de orgasmo comunitario son
algodonosas las pezuñas
de mi yegua que camina
a la vera mía arena
soy sin saber cuándo
me crecieron las piernas.
El caminante que me cruza
hunde mi piel una
entraña consigo misma
blanda agiganto
la dormida de las estrellas
cuando se cierran solas
en el ojo del cíclope
dorado, ven, soldado muerto,
en mí te conservaré
húmedo y vivo.

Nadie conoce el otro
mundo yo sí existo.

Sofía Serra (De Suroeste)

"Poema para Agosto" en "Letras Macondo"

Leer AQUÍ


Mi mente reina

Mi mente reina

santa y venerable mente
que entoldaste los suburbios
del helio, de ese ciego
y ausente miedo ya.
santa madre bendita
biendices cada sílaba
de mi contenido,
cada año de mi vida, cada noche,
cada tregua, pocas,
cada por cada encina,
de 100 años y sólo tengo 50
cada apretón de manos
me dices, santa madre
de mis cuevas como
el ángel de Leonardo,
dónde se encuentra
la salvación.
el niño juega en el regazo
de la virgen, de la ingenua
aurora que los mantiene
a salvo de las rocas puntiagudas,
de la desdicha salva el miedo
una vez perdido
una vez viviendo
dos veces el nido.
El espanto desobstruye
las arterias de los sótanos,
acá, donde nada más que escarbe
aparecen las piernas blancas,
pulcras y suaves de la diosa
con nombre de mandolina,
los mosaicos anteriores
recuperan sus colores
siempre fueron así
para dar
el tesoro,
escarbar:
la salud perdida en el temido pacto
que los diablos con aspecto de hombres,
también de chivos porque tenían barbas,
aunque es posible que ahora con los recortes
se las sieguen, sellaron
con el otro arcángel
que ahora cae
hacia el infierno
con dos cabezas,
y como todo imperio
con dos cabezas
sucumbirá por la lucha intestina.
Y el orden plácido y natural
para el que naciste
no habrá hecho sino
comenzar.

Salve madre reina mi mente
sobre la letanía del miedo
que ya enmudece.
Nos salvamos sólo
cuando logramos mantener
conversación con los ángeles
de nuestra memoria
aunque sola-
mente mía
en sueños
mi bendición
seas.

Sofía Serra (de La exploradora)

martes, 7 de agosto de 2012

El hundimiento

El hundimiento

Y si tú te mantienes bajo el perro
y la danza, bailaré.
Se someten extraños advientos,
son los soldados de la humareda,
la rosa blanca, la por nacer.
Este des-sentir no perturba a nadie.
En la noche atestada de mejillas
vehementes apatías mercadean
por desmembrarse entre tu desconsuelo y el mío.
Yo ya te amé, sol de mediodía,
resultó difícil dar los pasos
sin orilla que borre las huellas
de marea dicha, marea quieta, ¡oh!,
¡cuánto crece mi afán por respirarte,
sal de mis fosas!,
qué transparentes peces te habitan…
El sol no se quejó,
el sol duerme como cándido aceite,
bálsamo que vino
a menos más tú
seré yo sin rastro.

… Si es que no merecemos ni un dios,
ni siquiera uno,
ni tan sólo uno
que quisiera.

(Sofía Serra. De El muriente )

En "El viento que agita la cebada"

En el blog de Mario Crespo.
Ver AQUÍ


lunes, 6 de agosto de 2012

Heliocéntrica (rihanna)

Heliocéntrica (rihanna)

la pro-visionalidad es la esencia de la poesía.

comen muchos,
pocos
abren la boca
atorando el aire
desnivelando el parapléjico volumen.
Esperan las risotadas
del sol valiente
o tenebroso
acostumbrado
a tantas tormentas
el sol-dado

como dan de sí
o no las protuberancias
de sus alas kamikaces
que se extinguen en el vacío,
se soflaman inherentes
llama(ra)das al orden,
al final,
el sol
y yo
somos astros
con un pleno de plexo
solar cuasi céntrico
sol-dado sentido
de estrellas que se incineran
a lo bonzo
autoconsumiéndose.

Sofía Serra (De La exploradora)

sábado, 4 de agosto de 2012

El muriente


El muriente
Ante el misterio, cantar o callar.
Y me robaron el silencio
hace mucho tiempo.

Cansadas, las rémoras se duermen
al amanecer, justo oriente.
Canta el mirlo cuando menos se espera,
ave nítida, tan límpido su eco.
Un acervo incita,
no instiga, no
duele más, no
pervierte el son.
Así que, recuperando un dios que no se oculta,
desde esta memoria hablo:
Mi pecado ha sido recuperar
el caudal de genes que mis padres,
padres nuestros, amasaron
para nuestra fortuna.
Padres y madres míos
que engendrasteis este río,
mudad la desembocadura
desde este alba al muriente,
que ya aquí pernocta la mañana,
que aquí, ya, transitan las corrientes,
que aquí, en cuenta abierta,
el mirlo ya canta
sosteniendo en su eco subacuático
todo aquello que, desde las aves y los peces
que poblaron nuestros pies
allá por donde entonces,
el tiempo con banco en el paraíso,
nos hizo humanos sin disimulos,
más libres en la piedra de la orilla,
más hombre erguido sobre su bípeda simiente
que ya otea el horizonte buscando la otra baya,
que ya la introduce en el estómago con su mano,
que más allá del árbol fuente bebe y la digiere,
que qué árbol sino
aquél que el árbol
ya hecho leña.

Para candela
de la caverna.

Sofía Serra (Revisiones de El muriente)

viernes, 3 de agosto de 2012

La que avisa es traedora


Casi siempre escribo el mugiente en vez de el muriente. Él es así, como un toro recién sacado a la plaza, deslumbrado, cansado  y dolorido  por el peso de los sacos de arena que le han echado encima en los toriles, mareado del viaje en el remolque,  con los cuernos listos para embestir sin saber donde los tiene, como un toro bravo el pobre mío, arranca y coge el trapo en la dosis y la desmedida y por fin se cuadra, él se cuadra, no un estoque, en el hombre cuadrado.  A matar, y muere,  renaciendo, qué mayor alegría para un poemario, para un toro, es como si lo indultasen, alegría para nosotros, el toro no es consciente de esos asuntos, el sólo quiere pelear y que le dejen comer yerba verde y beber agua bajo el cielo, él sólo desea ser él. Qué hipocresía, cuánta ignorancia entre los "defensores" de los animales  y entre los aficionados taurinos ¿Quiénes sois?, grito yo, el toro, no, el toro sólo me mira y se deja acariciar por mi mirada mano su frente de plata negra.
Qué le voy a hacer yo, ellos tres quisieron escribirse así, casi a la vez, y corregirse, también del todo  al unísono. Qué difícil me está resultando. Bueno, como casi todos, no sé por qué todo me sale tan complicado, ahora tengo tres en uno, más o menos como siempre, pero debo buscar la nueva víctima (editorial), el muriente... qué lástima, pobre mío, ya estás, te he colocado las tres "oes" y tus fechas de inicio y de salida.
Cuando una res muge, ¿por qué lo hace? creo que normalmente siempre por miedo. Parece que avisa.
Así las recuerdo tras la valla de piedras.
Sois lo más hermoso.
No le cambiaré el título, su "g" aparece de otra forma.
¿Cómo explicar que forma parte de una trilogía?
Estoy cansada de explicar. Llevo siglos cansada de explicar, contar no sirve para nada.
Es que no sirve para nada.
PARA NADA.
Por eso he terminado odiando la prosa. Salvo la de Proust , que no es prosa.
Ahora estoy de nuevo con Blasco Ibáñez, nada qué ver pero sí mucho que escarbar, lástima que se quedara... se quedó... ay, a ver cómo reenfoca "La bodega".
Quien quiere entender no necesita explicaciones.
Intentaré tener para septiembre los tres apañados para poder enviar a editorial, para hacerme con nueva víctima.
Es que sigo sin querer publicar, sin meterme en esos líos, ¿cómo puede gustar una presentación de libro, qué sentido tiene? Aunque tras dos años ya pude escuchar música "seguida" ayer. Lppa parece que ya ha pasado. Qué feos se ponen los poemarios cuando se encastran en la costra dura de la nomenclatura.
Cuánto amargor.
Sólo me falta aprender a encuadernar, pero bien, mejor que publidisa (imprimo mejor que ella), claro, artesanalmente.
Debo encorazarlos mejor.
Para que sus destinatarios puedan empaparse de ellos.
Qué sabré yo que sólo me identifico con los de hace 200 años como mucho.
Ya lo dijo la india valiente pariendo en la pradera: tú lo sabías.
Qué estúpidos.
Nunca he soportado a la mayoría de los poetas en español del año 36 hasta acá, muy pocas excepciones.
Casi ninguna.
Pero lo que realmente no soporto, no tolero, me solivianta, me llena de indignación, es el uso que de sus palabras hacen la mayoría de los poetas de "ahora". Parece que quieren decir: he leído a fulanito de tal. Con 30, 40, 50, 60 años, ¿qué has hecho en tu vida de poeta si no has leído su poesía?

Nueva víctima, eso busco.

Dos blancos



La encrucijada


El pánico es producto de la duda.
Me varo a mí misma y esta inercia
Quietante me traspasa hasta hacerme engrudo,
Lisa mojonera, capitán o chanquetes de la orilla.
Yo, mitocondria multiplicada en tantos pececillos
Como caimanes que se comen
Mis tobillos generosos.
Para la tierra, su ensalmo.
Para la ciencia, su asiento.
Para mí sólo el calvero sea
en esta fotografía tomada desde el aire.
Huyo sin moverme de la cruz
De tierra blanca.


He llegado
Pero no
Sé a dónde.


Recuerdo en blanco 


La flor blanca de la montaña
En un paisaje nevado extraño
Tu rostro.
No recuerdo nada.
El monte carmelo,
El mirlo blanco,
El lirio blanco
El colibrí blanco,
Los blancos remedios.
La seda de una ruta
En do menor.
Abre la puerta, niña.
Y Triana.
Y mi vida en la otra orilla.

Sofía Serra (De La exploradora)
 
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