miércoles, 31 de agosto de 2011

El hundimiento

(Correcciones Nueva biología)


El hundimiento (la bailarina)


Y si tú te mantienes bajo el perro y el baile, danzaré.
Se someten extraños advientos,
son los soldados de la humareda
y la rosa blanca, la que aún no ha nacido.
Este des-sentir no perturba a nadie.
En la noche hueca llena de mejillas
vehementes apatías negocian
por desmembrarse entre tu desconsuelo y el mío.
Yo ya te amé, sol de mediodía.
Son difíciles los pasos
sin orilla que borre sus huellas
de marea dicha o quieta, ¡oh!,
¡cuánto crece mi afán por respirarte,
sal de mis fosas!, qué transparentes peces te habitan…
El sol no se quejó,
el sol duerme como cándido aceite
y bálsamo que vino a menos
más tú seré yo sin rastro.


… Si es que no merecemos ni un dios,
ni siquiera uno,
ni tan sólo uno
que quisiera.


2010 (Nueva Biología)

3 comentarios:

  1. Por algún motivo, muy dentro de mí, este poema me conmueve, lo siento casi mío.

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  2. El sol no se quejó, pero te iluminó para que escribieras este poema.

    Un abrazo.

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  3. Gracias a ambos. Me conmueve que os haya gustado.
    Un, dos, abrazo

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