A veces me percibo solapada sobre tu propia piel,/
y entonces, ya no sé si es que el deseo me abandona/
y la indiferencia se me posa sobre estas pupilas abiertas al cielo oscuro del techo enlutado,/
o es que tú me llamas./
En todo caso no me encuentro,/
me pierdo,/
tristemente lenta,/
no sé si añorando tus premuras/
o restañando rotura de meninges./
las meninges, ¿sabes?, ésas que duelen bajo la helada/
que cuelga del aire tan pesado y tan vacío cuando se posa diariamente sobre esta frente y estos ojos,/
que buscan/
una y otra vez tu piel,/
como si quisieran solaparme en ella./
Techo de escarcha para el vicio por tu carne./
Sofía Serra, Octubre 2010
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Brillante, tu "Círculo vicioso". Me encanta esa figura: "Esas que duelen bajo la helada"... Y el rotundo: "Techo de escarcha para el vicio por tu carne". Entregado poema para revivir mil veces la victoria y la derrota (que es tambíen ganancia) del deseo y todas sus concesuencias.
ResponderEliminar¿estaría feo que dijera "bien leído", Juan?..lo digo, y si está feo, tú me disculpas, por favor. La ignorancia muchas veces duele, sí, la ignorancia, porque la incomprensión es sólo fruto de ella. Por eso además de indignar , duele atisbarla (pre-dolor, en el que soy experta), porque se sabe lo que llega tras ella.
ResponderEliminarGracias por tu lectura, ésta en particular pero todas lo son, siempre sapiente.
Yo tampoco sé que haría in ti, :)
Besos
Sofía